Asqueados o cómo definir el “estado de ánimo” de la sociedad
El IESA abre el curso con una ponencia sobre el sentimiento de indignación en la actualidad
Asqueados. Los nuevos fundamentos del asco moral y político. Pocas veces (o ninguna), el título de una ponencia de inauguración de un curso en el Instituto de Estudios Sociales Avanzados (IESA) ha sido tan contundente. Pocas veces (o ninguna), el estado de ánimo de una sociedad como la española (y por tanto la cordobesa) ha estado tan por los suelos.
El investigador y vicedirector del IESA, Fernando Aguiar, ha usado el término “asco” para calificar y analizar el estado de indignación de la sociedad actual. El doctor Aguiar ha analizado que “el lenguaje del asco” se ha usado tradicionalmente “para denigrar al rival” y está muy presente en las calificaciones actuales de la sociedad, con expresiones como “he votado con la nariz tapada” o “la situación política me da náuseas”.
Según el investigador, el origen biológico del asco tiene que ver inicialmente con rechazo a alimentos que nos puedan enfermar y con el miedo a la muerte. Siguiendo este principio, Fernando Aguiar argumentó en su conferencia que el asco social y político nos genera rechazo a lo que nos puede dañar, en el caso de la política la mentira, la hipocresía, el engaño, o la crueldad. Este asco moral formaría parte del sentimiento de indignación que está teniendo distintas manifestaciones en nuestro país en los últimos años.
En el origen biológico del asco también está el rechazo al otro, al diferente, al distinto. En ese caso estarían, por ejemplo, los sentimientos de repugnancia que han originado la xenofobia, la misoginia o el clasismo. Pero el sentimiento de asco se podría reconducir para construir: el “asco moral frente a la hipocresía, la mentira o el engaño” sería el mejor camino para la construcción de una mejor sociedad a través de la indignación y la toma de conciencia.
En este sentido y recorriendo diversas obras clásicas de la filosofía, y utilizando algunas de las ideas recogidas en el libro de Martha Nussbaum (reciente Premio Príncipe de Asturias en Ciencias Sociales) El ocultamiento de lo humano, Aguiar reflexionó sobre las emociones (miedo, rencor, repugnancia, asco,…) y las actitudes de la ciudadanía en tiempos de crisis y sobre la posibilidad de que se transformen en comportamientos críticos.
Aguiar introdujo su tesis sobre los políticos con una frase de George Bernard Shaw: “Los pañales y los políticos se han de cambiar a menudo, y por los mismos motivos”. El investigador reflexionó sobre la “esencia del asco político” cuando “la crisis” y sobre todo las decisiones que toman los políticos en aras del bien común “afectan al bienestar de los ciudadanos”. “Como víctimas de las decisiones políticas no pertenecemos a la misma comunidad moral que ellos”, analizó. Y es entonces cuando surge el asco hacia la clase política, a la que se considera como una casta.
Existe también una lectura negativa del asco social, según Aguiar, que entiende que a partir del sentimiento de asco se generan tabúes que delimitan a los nuestros respecto a los otros, por lo que sería un sentimiento, deshumanizante, despreciativo, sin valor moral. También se incluiría los sentimientos de resignación o confiar en opciones políticas más populistas o, incluso, totalitarias.
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