Sana Jardin (perfume sostenible)
Un perfume sostenible y elaborado con flores y esencias cuyo cultivo lo realizan mujeres de una cooperativa rural de Marruecos, supera a las fragancias más exquisitas. Huele realmente bien. Así son los perfumes de Sana Jardin: sostenibles, en la órbita del lujo ético, románticos, cosmopolitas y, de algún modo, revolucionarios dentro del sistema. Su fundadora es Amy Christiansen Si-Ahmed.
Amy, nacida en Estados Unidos, desde niña acompañaba a su influyente abuela en viajes por todo el mundo. Tras formarse en acción social, trabajó con familias en riesgo de exclusión y como voluntaria internacional. Y convencida de que dotar de capacidad para generar ingresos propios es la llave para salir de la pobreza, impulsó hace unos años la firma sostenible Sana Jardin.
Cada fragancia posee una alta concentración de aceites esenciales de flores y plantas y está exenta de colorantes, parabenes o formaldehídos, así como de ingredientes derivados de animales; tampoco ha sido testada con ellos. La nariz que está tras Sana Jardin es el prestigioso perfumista Carlos Benaim, creador para casas como Bulgari, Frederick Malle, Yves Saint Laurent y Prada.
Sana Jardin brinda siete fragancias, en envases de 100 ml, y se completa con un Discovery set, que las incluye todas en sus correspondientes tester de 2 ml. Sus nombres son Berber blonde, Tiger by her side, Savage jasmine, Sandalwood temple, Celestial patchouli, Nubian musk y Revolution de la fleur.
Los precios son tan astronómicos como los de otras fragancias niche como Byredo, Kilian o Amouage. Sin embargo, la economía sostenible y buenas prácticas como la comunidad marroquí de mujeres que cosechan orgullosas la rosa y el azahar para Sana Jardin, sí que están al alcance de todos y bien merecen imitarse.
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación.
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