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Las cosas

José María Martín

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"Los banqueros cuentan sus beneficios, los políticos sus votos y los poetas sus cosas".

Ésta es la primera frase del libro de Luis García Montero, Una forma de resistencia (Alfaguara), en el que el poeta repasa con elegancia y algo de melancolía las cosas que guarda en su casa. En italiano, guardare significa mirar y eso es lo que parece que hace García Montero con sus cosas, guardarlas con sus ojos y en lugar de almacenarlas, enseñárnoslas para que nosotros las entendamos.

"La mirada":

son las dos primeras palabras del libro Las Cosas (1965), de Georges Perec, una muestra imprescindible de la capacidad de este autor francés para, mediante su palabra pausada y absolutamente certera, hacernos tocar con los ojos divanes Chesterfield, moquetas, tejidos, maletas, estancias, relaciones humanas... Las cosas, de nuevo. Perec nos presenta ahí a Jérôme y Sylvie, que vivían en París en  35 metros cuadrados, a quienes

"los paralizaba la inmensidad de sus deseos" y a quienes "su amor al bienestar se traducía la mayor parte del tiempo en un proselitismo necio: entonces peroraban sobre la genialidad de una pipa o de una mesa baja".

Este mundo, que quiere ahora (por necesidad) sacudirse lo material en busca de lo auténtico simula huir de las cosas, sin reparar en la importancia de las mismas.

Las palabras que visten las cosas, la suma de letras que las representa y que nos sirve para mencionarlas, tienen cargas, hipotecas. Las que marca su genética: la etimología, y las que vamos imprimiendo en ellas con nuestro uso, en muchas ocasiones mal uso y en muchas de ellas, a su vez, mal uso malintencionado. En estos tiempos, es vital recurrir a la etimología para buscar el significado primitivo de las palabras, como quien usa un faro, un asidero al que agarrarse. Por eso me he comprado en la Librería Luque el Breve diccionario etimológico de la lengua castellana (Gredos), de Joan Coromines. En él leo que la palabra cosa tiene su raíz en el latín, y en concreto en causa (motivo, asunto, cuestión). Las cosas sobre las que escribiré en este esperanzador proyecto periodístico que ahora nace bordearán siempre eso: las cosas que pasan, que miro, las causas de éstas y las palabras que las dibujan.

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