Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
Los pactos están muy bien; cumplirlos, aún mejor
En el año 2014, el Ayuntamiento de Córdoba y la Junta de Andalucía firmaron un plan turístico por el que, entre otras actuaciones, se iba a poder hacer visitable el templo romano de la calle Claudio Marcelo y el antiguo convento de Regina se iba a convertir en una nueva sala multiusos al estilo de Orive. En el año 2021, ni el templo es visitable ni se ha iniciado obra alguna en Regina. El pacto de 2014, firmado entre un alcalde del PP, José Antonio Nieto, y un consejero de IU, Rafael Rodríguez, era uno de esos grandes acuerdos entre políticos de trincheras diferentes muy saludados. Y estuvo muy bien.
Esta semana, el PP y el PSOE, con Ciudadanos de fondo, han firmado un pacto para salvar los presupuestos municipales del año 2021. El acuerdo está muy bien. Se prevén 60 millones de euros en inversiones y los socialistas han logrado arrancar otros 13 millones más de los famosos remanentes.
Quizás no lo sepan (porque los periodistas no hemos sabido explicarlo bien) pero el Ayuntamiento tiene en el banco más de 120 millones de euros. Ese dinero, los famosos remanentes, es una especie de anomalía legal y democrática, y el Ayuntamiento no puede cogerlo todo y gastárselo. La famosa ley Montoro que el PSOE no ha derogado quiere evitar así que pase lo que antaño: ayuntamientos gastándose más dinero que el que tienen y quebrando años después.
Pero esos remanentes son una especie de fracaso anual. Para entendernos, forman parte del dinero presupuestado y no gastado. Es decir, cada año, todo el dinero que se dibuja en los presupuestos pero que el Ayuntamiento es incapaz de gastarse va directamente a esa cuenta que luego no se puede tocar. ¿Y qué pasa con ese dinero? Al estado le viene muy bien para cuadrar el déficit público. Pero eso es otra historia.
Los presupuestos del 2021, como pronto, no van a entrar en vigor hasta el mes que viene. Quedará por delante apenas medio año para poner en marcha una inversión millonaria. No hace falta ser pesimista para pensar que esos 60 millones de inversión previstos no se van a gastar. Pero no debería ser así.
El Ayuntamiento de Córdoba tiene una enorme incapacidad de gestión. Es un problema estructural por el que, por ejemplo, ha tenido que devolver parte del dinero del plan turístico en 2014 porque ha sido imposible gastárselo. Y, desgraciadamente, aquí no hay ideología que valga. Ni pudo Nieto (no tuvo mucho tiempo), ni pudo Ambrosio ni ha podido Bellido.
Por eso está muy bien firmar pactos. Pero cumplirlos es más difícil.
Sobre este blog
Alfonso Alba es periodista. Uno de los cuatro impulsores de Cordópolis, lleva toda su vida profesional de redacción en redacción, y de 'fregado en fregado'. Es colaborador habitual en radios y televisiones, aunque lo que siempre le gustó fue escribir.
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