Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

My generation

Alfonso Alba

0

https://youtu. be/594WLzzb3JI

Uno se da cuenta de que se hace mayor cuando de los cinco candidatos a la Alcaldía de mi pueblo, Fernán Núñez, solo la actual alcaldesa es solo unos años menos joven que tú. El resto, o fue compañero tuyo de clase en el instituto o ya directamente lo has visto crecer en la calle. O no es que uno se vaya haciendo mayor, sino que en política ha llegado un tiempo nuevo, el de una generación que veía la cosa pública como algo ajeno que hacían las cosas mayores y que era totalmente inaccesible.

En apenas cuatro años, desde las elecciones municipales de 2011, hemos asistido a un cambio generacional rapidísimo. Es probable que la culpa de todo la tenga el 15-M, del que ahora se cumplen precisamente cuatro años, que llenó plazas de gente joven pidiendo paso y, sobre todo, otras formas de hacer política. Pero es asombroso que en un pueblo como el mío, de cerca de 10.000 habitantes, cercano a Córdoba pero que sigue siendo rural, el cambio político haya sido tan bestia. Y no es un caso aislado. Incluso el PP y el PSOE han optado en muchos pueblos por tirar de cantera e intentar recuperar votos por vía de la juventud.

Esta semana, el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, en una declaración extraña, invalidó para la renovación política a la gente que hubiese nacido antes de la Transición en España. Sin saber que por lo menos en Córdoba se llevaba por delante a su candidato, que tiene más de 70 años, Rivera cometió un error que espero que no esté sucediendo con este brutal impulso de la regeneración: despreciar a los mayores, a los que tienen que experiencia.

Ser joven no te hace renovador, igual que pertenecer a un partido de izquierdas no te convierte en una persona solidaria o ir a misa a diario en una buena persona. Despreciar a la gente mayor nos puede pasar factura. Olvidar a las personas que (pocas, eso sí) lucharon contra la Dictadura, bregaron en los primeros ayuntamientos democráticos o las han visto ya de todos los colores nos puede convertir en un pueblo sin memoria. Y ya sabemos lo que le ocurre al pueblo que olvida su memoria y su historia: que está condenado a repetirla. The Who lleva cantando lo de My Generation desde 1965.

Etiquetas
stats