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Ahorrar en Tiempos Revueltos

María Isabel Martínez

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Traer a un niño al mundo, hoy en día es sinónimo de llenar la casa de trastos y más trastos. Trastos que por otra parte, a menudo acaban en casa de una amiga (debidamente promocionados como altamente prácticos),  encima del contenedor de basura (para que alguien lo aproveche), en el trastero (que ya no le cabe nada más) o en casa de los abuelos a modo de guardamuebles de por vida.

Pero realmente, ¿son necesarias tantas cosas para un bebé? ¿No vamos a dejar de comprar nada de lo que la gente nos recomienda? Sólo hay que echar un vistazo por encima en una casa donde hay bebés y lactantes para darnos cuenta de que la mayoría de las cosas sobran. El problema es que nos damos cuenta de esto tras un tiempo y después de constatar el poco o ningún uso que hemos hecho de determinadas adquisiciones, con su correspondiente gasto y con la necesidad de deshacernos de ellas porque nos echan los trastos de la casa.

Bueno, vamos a analizar algunos de los errores más frecuentes que solemos tener los papis/mamis (casi siempre primerizos) a la hora de comprar artilugios innecesarios para el bebé -que pueden evitarnos hacer inversiones nada productivas-, analizaremos su utilidad y buscaremos rutas alternativas para suplir su falta de compra.

Minicuna, cuna, capazo y moisés. Cuatro elementos parece ser que imprescindibles para el descanso del bebé. La cuna se instala en su cuarto (el que va a ser el dormitorio definitivo del bebé, de momento de adorno), la minicuna en el dormitorio de los padres (porque es más manejable) y el capazo en el salón (el moisés ya me va sobrando o lo sustituimos por el capazo) así le dé el sueño al niño donde le dé, pues lo tenemos todo cubierto. Vamos a ver….¿de verdad es todo esto necesario? ¡¡Pero si los niños al principio no duermen ná!! Analicemos: Aquí lo realmente importante es la cuna, que le va a durar al niño hasta los dos/tres años, lo demás, sobra. La minicuna, moisés y capazo, lo usas como muchísimo hasta los tres cuatro meses del bebé porque a esa edad los críos (bastante más creciditos) no caben dentro y además se aburren de estar ahí tan apretados y sin visión nocturna. Si queremos utilizar una alternativa para el salón o al principio el dormitorio de los padres, podemos utilizar el capazo de la silla de paseo (que te la suelen vender con las tres piezas: capazo, sillita portabebés para auto y silla de paseo). Éste tiene el mismo efecto y dura lo mismo que una minicuna en tiempo hábil y este gasto sí es imprescindible. Una minicuna viene a costar entre 200 y 300 €, un capazo o moisés entre 100 y 200 €. Si eliminamos ambas cosas, el ahorro asciende a unos 400 ó 500 €. ¿Merece la pena gastar tanto para tres o cuatro meses de uso? NO. Dentro de los accesorios para dormir completamente innecesarios están los cojines antivuelco. Cuestan unos 30 ó 40 € y sólo sirven para agobiar a la criaturita dentro, que no puede ni moverse, ni respirar. Cambiamos cojín antivuelco por toalla enrollada y colocada estratégicamente entre la espaldita del bebé y la pared del capazo o cuna.

Mueble bañera y cambiador versus bañera simple. Suelen ser los muebles estos que tienen muchos cajones y arriba una bañera incorporada. De tiempo útil se le da como mucho cuatro o cinco meses porque para esa fecha el bebé se baña en la bañera familiar con un adaptador o aro, porque le encanta chapotear en el agua y ponerlo todo perdido y  como que esta práctica en el dormitorio donde está el mueblecito bañera, no nos suele gustar mucho a las madres. Estos muebles cuestan entre 300 y 400 € y luego ya no sabes qué hacer con ellos cuando terminas de usarlos. Cambiamos el mueble por unas bañeritas que hay de plástico duro que no cuestan más de 15 ó 20 € y que las puedes meter dentro de la propia bañera familiar o colocarla sobre cualquier superficie alta (mesa o similar) y si te vas de viaje, te la puedes llevar (aunque para esto hay otras hinchables por el mismo precio, muy prácticas y que no ocupan espacio). Cuando pasas a bañar al bebé en la bañera, lo pones encima del contenedor de basura o lo reciclas como juguetero y te has ahorrado casi 400 €. Bañeras ya del tipo cubo y  productos similares a eso no sirven nada más que para estorbar y gastar dinero, la verdad.

Humidificador. Cuestan entre 50 y 100 € y se pueden sustituir por cualquier cacharro vulgar con agua de grifo estratégicamente colocado en cualquier esquina de la habitación del niño o en cualquier mueble alto. También se pueden sustituir por un baño de vapor de agua antes de dormir. Me explico. Mientras nosotros nos duchamos, metemos a la criaturita en el cuarto de baño y cerramos debidamente la puerta para que el enano inhale los vapores correspondientes. Más efectivo y más barato.

Termómetro clásico versus termómetros sofisticados. Los más eficaces son los clásicos digitales, que no cuestan más de 10 € en farmacias. Los del oído, frente, chupete, etc …oscilan entre 50 y 100 € y son muy sensibles -excesivamente sensibles diría yo- de tal manera que te cambian la medición en cuestión de segundos y al final confunden más que ayudan. ¡¡Donde se ponga el culete para hacer las mediciones, que se quite lo demás!!

Vigilabebés con cámara. Imagino que ya habrán mejorado sus software pero yo tengo una mala experiencia con ellos pues recuerdo que se le metían interferencias de todos los taxistas y radioaficionados del planeta y terminé por mandarlos a donde os imagináis harta de estar al día de los requerimientos de taxis de mi ciudad y de las conversaciones de los taxistas. No tenían cámara por aquel entonces, pero por el precio que tienen, entre 200 y 300 €, no sé yo si me plantearme mejor contratar una agencia de seguridad del hogar durante seis meses (que es lo que voy a utilizar el cacharro) y así me vigilan al niño y la casa a la vez, y me mandan un vídeo al móvil si el niño tose o se atraganta y avisan a la policía si la cosa se pone chunga…total me va a salir por lo mismo.

Parque y cuna de viaje. Lo primero, prescindible. Lo segundo, muy práctico. El parque no te lo puedes llevar de viaje pero la cuna parque sí y también realiza la función jaula perseguida por los padres y cama improvisada.. Una sustituye a la otra. Los parques suelen costar unos 100 €. Eso que nos ahorramos.

Tronas. Hay dos millones de variantes de tronas. Te las encuentras desde 100 € hasta 300 €. Y volvemos a lo de siempre: el tiempo de vida útil que se le da a estas cosas. Muchos de los cochecitos de paseo pueden llevar incorporadas (o compradas a parte) unas bateas que sirven para darle de comer allí mismo (lo mismo que haces cuando sales a comer a la calle) y no tienes que comprarte la trona. También venden unos asientos plegables que se incorporan a las mesas normales que no cuestan más de 30 ó 40 € que te pueden servir perfectamente para incorporar al bebé a la mesa familiar y encima, si te vas de viaje, te lo puedes llevar porque ocupan poquísimo y son muy prácticos. Las tronas al final acaban como la bicicleta estática, en medio del salón y cargada de peluches y chismes.

Esterilizadores eléctricos. Los ves habitualmente en la encimera de la cocina. Por los diseños actuales, más bien parecen cohetes a punto de comenzar la ignición. Suelen estar cargados de bibes, chupetes, tetinas y similares. ¿Cuántas veces lo has usado? ¿Diez, doce? Pues te has gastado casi 100 € para luego utilizarlo sólo de almacenaje de trastos infantiles, porque con tres meses ya no esterilizas nada de nada. Para eso, mejor que metas los trastos en el lavavajillas y le des a los 65 ºC que tiene como opción y lo dejas todo impoluto.

Calienta biberones. La verdad es que aquí me he asustado de ver los precios de algunos de estos artilugios. Pueden rondar incluso los 100 €, cuando el microondas suple con creces esta función. Bien es verdad que hay que estar muy atento a la temperatura que pueda alcanzar el biberón y a que no suelen calentar por igual la superficie. Pero con algo de experiencia y sobretodo, precaución de probarlo todo antes, no hay por qué tenerle miedo. Como alternativa, un vaso con agua caliente y el bibe metido por inmersión, también es efectivo y eliminamos riesgos.

En fin…¿seguimos? Ya llevamos casi 2000 € ahorrados en trastos innecesarios y podríamos seguir hasta el infinito y más allá, pero se nos iría la entrada de extensión, jeje. Y además, sólo hemos empezado con los trastos grandes, que con los pequeños….¡¡imaginaos el chorreillo de gastos innecesarios!!

Bueno, tan solo pretendo con esta reflexión que a la hora de comprar cosas y más cosas valoremos lo que realmente es prescindible, porque no solo es por el gasto innecesario sino por la poca utilidad que le vamos a dar y el espacio que ocupan todas estas cosas. Y sí, ya sé que la mayoría de las cosas te las regalan los familiares y amigos, pero para evitar este tipo de desmesuras, lo ideal es hacer una lista de nacimiento, como las de las bodas. Y remites a la gente al establecimiento donde la has puesto y si alguien se quieren salir del protocolo, pues que le abran una cuenta corriente al niño, que nada más en pañales, le vamos a sacar rendimiento.

 Ahorrando voy, ahorrando vengo, vengo…

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