Abrazada a San Agustín
https://youtu. be/kbnogw50Fxc
La hermandad de las Angustias celebró este sábado un concierto para conmemorar el primer aniversario de su regreso al templo | En la cita se estrenó “El último abrazo de la Madre”, obra de José Ramón Rico | Los sones corrieron a cargo de la Banda de Música Tubamirum
En la memoria del barrio sigue aún presente aquel día. El mismo en que después de más de medio siglo se producía el esperado regreso. Fue un 15 de marzo, como este domingo, cuando Nuestra Señora de las Angustias retornaba a su sede originaria. Un año se cumple de la vuelta de la talla de Juan de Mesa a San Agustín, donde la noche del sábado apenas existía un espacio libre. El templo, majestuoso, acogió un concierto en conmemoración de ese primer aniversario de la fecha en que por última vez cruzó la imagen la puerta del compás de San Pablo. Los sones corrieron a cargo de la Banda de Música Tubamirum de Cañete de las Torres, que interpretó marchas como “Saeta cordobesa” o “Madre de las Angustias”.
Pero tuvo otro momento importante la noche en San Agustín, pues la formación de Cañete de las Torres estrenó la última marcha dedicada al grupo escultórico de Juan de Mesa. Sonó por vez primera “El último abrazo de la Madre”, obra de carácter dramático de José Ramón Rico. El compositor montoreño entregó al hermano mayor de la corporación de las Angustias, Antonio María López de Letona, las partituras, al tiempo que recibió un cuadro en recuerdo de la fecha. Además, la cofradía quiso agradecer a distintos medios de la ciudad la difusión que del traslado definitivo a su templo hace ahora un año ofrecieron y también la colaboración entonces de distintas entidades, de la Diputación y del Ayuntamiento. Además, la Virgen recibió el cariño de San Agustín en forma de reconocimiento, pues le fue entregado el título de 'Vecina de Honor' del barrio.
Fue la actuación de la Banda de Música Tubamirum y el estreno de “El último abrazo de la Madre” el broche perfecto para la jornada. La hermandad, que mantiene muy vivo el recuerdo del día en que regresó a San Agustín, presentó la mañana del sábado la restauración de la peana del siglo XVIII sobre la que tradicionalmente se sitúa la imagen, así como de un libro de Cabildos de esa centuria. Los dos elementos estaban expuestos en el templo cuando éste era ocupado por las marchas que interpretaba la formación de Cañete de las Torres.
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