¿Prohibido hablar de “la cosa”?
Tengo la costumbre de llegar temprano a la Facultad y, antes que nada, tomarme un cafecito cortado. Una mañana, hace ya algunos meses, antes siquiera de poder saludar como corresponde, Nicolás, empresario hostelero que gobierna la cafetería, me espetó sonriente y en alta voz: “prohibido hablar de la cosa”. Al preguntarle, asombrado, a qué se refería, me miró, aún sonriendo, y dijo “¿de que cosa va a ser?, de la que está muy mal”. Y es que se ha convertido en algo corriente escuchar de muchas bocas “que la cosa está
muy mal“. Y peor se va a poner, dicen. Ya sabrán todos ustedes a que ”cosa“ nos referimos, a la que toma forma con las tristes y abrumadoras cifras que reflejan la situación económica y social.
No mucho después me llegó una invitación para participar en esta aventura que es Blogópolis, dentro del interesante proyecto Cordópolis. Lo vi muy claro; que gran ocasión para poder hablar de “la cosa”, para poder decir lo que pienso y reflexionar sobre lo que está pasando. Aquí no me lo van a prohibir. Y aquí estoy, para, semanalmente, dejar una pequeña reflexión sobre aquellas cuestiones relacionadas con nuestra economía, principalmente las cuestiones más cercanas, las que se refieran a Córdoba y a su provincia. Hablaremos de los precios, del paro, de las pensiones, de los impuestos, de presupuestos, recortes, infraestructuras,… No es un secreto que somos uno de los territorios que peores cifras presenta. Eso quiere decir que somos uno de los que está en peor situación. Lo más dramático, sin duda, es el gran número de parados, de familias sin ingresos, muchas de ellas en auténtica situación de pobreza. Y la falta de esperanza en que cambie la situación. Voy a hablar de “la cosa”, pero no quiero que sea un lamento. Me gustaría que fuera una reflexión compartida para buscar alternativas, para pensar con todos ustedes que esto va a cambiar, y que en un futuro, espero que cercano, Nicolás me salude por la mañana temprano con un alegre “hay que ver que bien va la cosa”.
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