¡Ay, Eduardo Latorre, portavoz de la plataforma La Filmoteca se queda en Medina y Corella, esa mosca cojonera que pretende que la administración andaluza cambie sus hábitos y se transforme en operativa, qué deliciosa ingenuidad la vuestra! Están los primeros espadas de la Consejería de Cultura tan ricamente instalados en ese amplio y cómodo palacete sevillano, con sus garbeos por esos despachos de diseño entre el acompasado taconeo de Patricia del Pozo por los pasillos, y vas tu y tus secuaces y pretendéis que justifiquen sus emolumentos.
¡Qué falta de consideración! Han sido designados para la molicie del dolce far niente y queréis vosotros ahora que resuelvan problemas. Problemas, un término que conjuran con pías admoniciones entre mares en calma!
Trece años lleva la Filmoteca de Andalucía sin director y, cuando acabe esta legislatura, serán quince, porque llegaremos a ello. Quince es un número deseado en los cartones del bingo, pero bochornoso hasta la náusea cuando delata la inoperatividad política que rige esta nuestra pobre, triste y desgraciada comunidad. Pero, ¿y qué preocupa eso a la Consejera de Cultura y a su elenco de estrellas, aglutinadas bajo el sarcástico apelativo de Dirección General de Innovación Cultural?
Tampoco les debe quitar el sueño que la Filmoteca de Andalucía tenga suspendida su programación en Córdoba a causa de las obras de su sede, y permanezca muda y sin servicio la cercana sala de proyección del Centro de Recepción de Visitantes (erigida con dinero público de la Junta de Andalucía y gestionada hoy por el Ayuntamiento de Córdoba), y que la plataforma piensa que podría ser una fórmula alternativa, viable y económica, para no suspender la actividad cultural de las proyecciones cinematográficas.
¡Qué osadía! Alternativa guarda relación con alterne, y eso implicaría fusionar recursos públicos de distintas administraciones. ¡Imposible en un país que alumbró los reinos de Taifa! ¿Un funcionario trabajando en un espacio no propio? Sin duda que un sanitario se haya desplazado hasta un polideportivo para inocular vacunas contra la Covid-19 ha debido estar motivado por la ensoñación sentimental que la pandemia nos provocó, cuando llegamos a pensar que éramos un país que se afanaba en buscar soluciones y actuar unidos en beneficio de los intereses generales. ¡Pero padre mío, una vez vacunados, eso está ampliamente superado! En la ley de la jungla, reinstalada entre nosotros de nuevo, las ideas sensatas vuelven al limbo. ¡El limbo! ¡Qué hermoso reino! ¡Lo evocas y te surge irreversiblemente la imagen de Patricia del Pozo y su equipo!
Que el santo padre Juanma, que parece vivir en el permanente estado de pronunciar un mensaje navideño, les mantenga el cargo y el sueldo. No se merecen menos, pues mantienen la santa tradición andaluza de navegar entre la desidia y el desdén hacia cuanto plantean los ciudadanos.
Nota para despistados: Eduardo Latorre, portavoz de la plataforma La Filmoteca se queda en Medina y Corella ha tenido esta mañana una bronca entrevista telemática con Mar Sánchez y Pía Halcón, responsables de la Dirección general de Innovación Cultural y Museos de la Consejería de Cultura. Les ha planteado las reivindicaciones que mantienen activa la plataforma: la necesidad de disponer de director de la Filmoteca y la alternativa para la continuación de su programación. Y nones
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