La caja del diablo. Canciones para hacer deporte, de nuevo.
Mucho se ha escrito sobre esto de empezar a hacer ejercicio en Enero. Ojalá yo solo hubiese tenido que leerlo. Lunes, 19:00. Cientos -quizá miles- de comentarios, de allegados y familiares, y un par de análisis médicos rutinarios, acaban por convencerte.
“Desconfía de la gente que hace deporte”, decías. Risas. “Tú tranquilo, que del running también se sale”. El deporte es un invento de modernos. Juergas, conciertos, festivales y de repente... los treinta y tantos. No, no estás mayor, ni mucho menos, pero el tradicional vaso de leche antes de dormir ya no te sienta bien. Primera señal.
De buenas a primeras descubres que la leche lleva lactosa; que tu espalda ya no aguanta los trotes de la Quechua; que la cuesta de Kobetamendi esta cada año más empinada; que en la Plaza del Trigo uno no se puede mover; que ya nunca amaneces en las ketacarpas del festival de turno porque a las cinco estás pensando en lo bien que se duerme en la camita del hotel y en el Cochinillo con Ribera que te vas a zampar con tus amigotes al día siguiente. Confiesa, casi inconscientemente, el sábado anterior diste un paso atrás cuando la camarera invitó a la última ronda de jäger.
Tú ya lo sospechabas. El hecho de que tu última novia tuviese la misma edad que el primer disco de los Planetas que compraste no ayuda. ¿Qué puedes hacer? Toca abrir la caja del diablo. Hoy comienzas el Gimnasio.
LISTA ACTUALIZADA. Corred, corred, malditos!
https://open.spotify.com/user/groenlandiers/playlist/1JQ2pCsExCVDZvgr4PEB60
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