Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
Las hijas de Luis Rubiales
El otro día, en una red social, me borraron un comentario sobre Luis Rubiales, ese tipo. Seguramente utilicé un adjetivo malsonante sobre el interfecto en cuestión. Voy a solucionarlo ahora mismo, usando adjetivos aceptados por la Real Academia de la Lengua Española y su diccionario. Y, de paso, le hago un homenaje al gran Francisco Ibáñez.
Puñetero berzotas, mangurrián, machista, botarate…
Tonto, celote, cero, mala persona…
Puedo registrar el diccionario para vestir a este señor, pero me da pereza.
Sin embargo, me preocupan sus hijas.
Luis Rubiales las situó en segunda fila mientras pronunció su discurso demencial. Les dijo, las señaló, diciendo que eran el “verdadero feminismo”.
Pobres.
Las hijas de Rubiales vuelven al cole y al instituto. Vuelven al recreo y a la hora de Educación Física.
¿Quién les pasará el balón?
Sin embargo, no me preocupa la madre del tal Rubiales, allí en Motril, Graná.
Está en manos de Dios.
Y el dios del fútbol es Maradona.
Y la pelota no se mancha.
Sobre este blog
Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
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