Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
El cielo de Montana
Montana es un territorio precioso. Hay grandes praderas verdes donde antes pastaban los bisontes que cazaban los indios cheyenne. Ni más ni menos allí está el condado de Yellowstone, por donde también campa el oso Grizzlie, cuyos machos se rozan en el tronco de las sequoyas (que son encinas a lo ganso) para demostrar quién la tiene más larga (la espalda). Cosas de osos.
Sobre el cielo de Montana, limpio y hermoso, se ha avistado en estos días un OVNI (UFO, según ellos), un objeto volante no identificado. Hasta que los propios responsables lo han identificado: “Es un globo que ve cosas sin importancia y es nuestro”, han dicho los chinos. “Se nos ha escapado, como le pasa a los niños con los globos en las ferias”, han explicado desde Beijing.
Una lástima, porque muchos creían que podía ser un cacharro extraterrestre. Los chinos son unos cortarrollos.
Somos muchos los que esperamos la llegada de los extraterrestres, más que nada, para que eso le dé sentido a nuestras vidas. Que es esperar un “santo advenimiento”, o algo así y, de paso, relativizar nuestra existencia, nuestros gobiernos, nuestras instituciones y nuestro comportamiento.
Pero no llegan. Son chinos, que son muchos y por eso están en todas partes.
El cielo de la comarca cordobesa de Los Pedroches se parece al de Montana. De hecho se declaró Reserva Startlight por la calidad visual de su bóveda celeste. Y su dehesa está plagada de encinas, parientes quercus de las sequoyas de Yellowstone. No tiene osos, pero tiene marranos de alta calidad.
No es descartable la intención no velada del presidente de la Diputación de presentarse en la próxima edición de FITUR con un OVNI chino aterrizado accidentalmente en El Guijo por un problema con el GPS.
La capital del estado de Montana se llama Helena. La de la comarca de Los Pedroches, no oficial, se llama Pozoblanco (Whitewell) y su patrona, compartida con la vecina Villanueva de Córdoba, es la Virgen de Luna (Moon´s Virgin).
Como ven, valga la redundancia, mirar al cielo tiene sentido.
Sobre este blog
Como desde siempre he sido reacio a levantar pesos o manipular herramientas, pero sé leer, escribir y hablar, he acabado trabajando (es un decir) en medios de comunicación escritos y radiofónicos. Creo que la comunicación y la cocina tienen muchas cosas en común: por ejemplo ambas necesitan emisores y receptores, y tienen una metodología parecida, una suerte de sintaxis y de morfología que deben ser aplicadas. Cocino habitualmente en casa y mi último descubrimiento ha sido comprobar que recoger y limpiar utensilios mientras preparo la comida es muy bueno: ha cambiado mi vida, de hecho. Buen provecho a todos.
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