Palabrita del niño Jesús

Las obras de los Baños de San Pedro comenzarán en verano de 2025
Hay noticias que aparecen y se esfuman como las caras de Belmez. Hablamos, por ejemplo, de la apertura de los Baños Árabes de San Pedro. Ayer mismo pudimos leer un titular en la prensa que lleva la tira de años anunciando la inminente puesta en valor de las termas almorávides que se encuentran sepultadas en la calle Carlos Rubio.
Los Baños de San Pedro fueron construidos en el siglo XII y permanecieron activos hasta el XV. Desde entonces, quedaron sumergidos en los números 8, 10 y 12 de la citada calle por los siglos de los siglos. Hasta que en 1931, al amparo de la II República, que todo hay que decirlo, fueron declarados bien de interés cultural en su categoría de monumento.
Los primeros estudios científicos de las termas se realizaron en 1962 y treinta años después fueron adquiridos por la Junta de Andalucía. Lo que ocurrió más tarde fue una sucesión de fenómenos paranormales que algún día Iker Jiménez cogerá por los cuernos en su instructivo programa televisivo. Porque paranormal es que cada cierto tiempo aparezca un titular en la prensa nuestra de cada día anunciando su próxima puesta en valor.
En 1997 se efectuó una primera intervención arqueológica y en 2005 un nuevo estudio patrocinado por la administración competente. Los años pasaban tan ricamente entre bolo y bolo de los responsables de turno hasta que en 2017 se ejecutó, por lo visto, una actuación preventiva. Lo cierto es que en enero de 2018 emergió otro titular en la prensa local con el señor delegado de Cultura visitando las obras que estaban a punto de relanzar un nuevo recurso turístico de Córdoba.
Los Baños de San Pedro volvieron a sumergirse en la bruma hasta junio de 2020, en que la consejera del ramo informó de una inversión de 700.000 euros del ala que, ahora sí, concluirían en la inauguración de las termas almorávides. Qué dolor. Las caras de Belmez aparecían y se esfumaban sin razón aparente, exactamente igual que el monumento medieval que descansa eternamente en el subsuelo de la calle Carlos Rubio, también conocida como del Baño.
Han tenido que transcurrir otros cinco años para que un nuevo delegado de la Junta ponga fecha al fenómeno esotérico que parece no tener fin. Las obras de los Baños de San Pedro comenzarán antes de verano y estarán terminadas en 13 meses. “Palabrita del niño Jesús”, le faltó decir al señor Molina, el último eslabón (por ahora) de este inquietante remake de las caras de Belmez.
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