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Manuel Bermúdez: “El Aula de Debate ha fomentado una mejor ciudadanía”

Manuel Bermúdez | ÁLVARO CARMONA

Marta Jiménez

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En un tablón de corcho junto a la puerta del despacho del profesor Manuel Bermúdez, en la Facultad de Ciencias de la Educación, hay colgada una caricatura de él, dibujada a rotulador negro, con el siguiente bocadillo: “El discurso se divide en 3 partes: ethos, logos y pathos”. Manuel,  de 37 años y profesor del área de Filosofía en esta facultad y en la de Filosofía y Letras, una distancia que salva en moto, no tiene ni idea de quién le dejó el dibujo en su puerta. Pero intuye que el hecho de traducir a sus alumnos la retórica de Aristóteles, Cicerón y Quintiliano con ejemplos de Los Simpsons, Barack Obama o Jennifer Lopez ha tenido algo que ver.

Bermúdez también dirige una de las joyas de la corona universitaria cordobesa: el Aula de Debate. La misma que ha elevado a la ciudad a ser una de las capitales hispanohablantes en la materia. En julio de 2016 Córdoba será sede del Campeonato Mundial de Debate, el particular Everest de este aula.

Manuel, que fue orador antes que hombre orquesta, se estrelló con su equipo de la UCO en la Liga Nacional de Debate Universitario del año 2001 frente a un equipo de la universidad Ramón Llull de Barcelona en el que estaba un tal Albert Rivera. Perdieron por 8 a 1 cuando todos los daban por ganadores. Uno de los jueces, el periodista José María García, les reveló que hubo tongo. Unipublic y La Caixa apostaban por los catalanes. No hay más preguntas, señoría.

Casi 15 años después, Rivera corre en la carrera electoral a la presidencia y Bermúdez, además de ser dos veces doctor y de todo lo señalado arriba, investiga, escribe libros, dirige tesis, graba píldoras filosóficas en video para las redes sociales (Filosoqué?) , crea una web de filosofía hablada o diseña el primer curso online para la UCO. Un horror vacui existencial que este experto en el discurso político contagia en la distancia corta. Y claro, la primera parada es la recién inaugurada campaña electoral.

PREGUNTA.REGUNTA ¿En cuántos puntos ha subido el nivel de discurso político en España con la renovación que ha habido en casi todos los partidos?

RESPUESTA. ¿Del uno al diez? Ha pasado de un aprobado a un notable alto. El hecho de que haya ahora una serie de políticos que obligan a cambiar el discurso a los anteriores ha traído aire fresco. Podemos y Ciudadanos han renovado la política, le han dado una temática distinta, un enfoque diverso y la ha enriquecido a nivel discursivo muchísimo.

P. ¿Por qué crees que Mariano Rajoy teme tanto a debatir a cuatro bandas?

R. Es una estrategia de partido. Imagino que una camarilla de asesores se habrá reunido alrededor de una mesa y ha llegado a la conclusión de que van a perder menos votos alejando de la primera línea de batalla al líder, a Mariano Rajoy, que dejando que se bata el cuero con los otros candidatos. Desde mi punto de vista me parece un error. Bueno, no es un error, es un acierto, lo que pasa que es un empobrecimiento democrático. Porque el hecho de que no podamos escuchar  lo que tiene que opinar el presidente y que mande a la vicepresidenta [al debate que mañana emite La Sexta y Antena3], eso es un error. También he de reconocer otra cosa, muchos medios de comunicación están teniendo aproximaciones sesgadas, parciales y puede que hasta tendenciosas a la hora de invitar a unos políticos y no a otros a los debates electorales.

(Que Mariano Rajoy no debata) no es un error, es un acierto, lo que pasa que es un empobrecimiento democrático

P. ¿Crees en el voto útil?

R. Yo no, porque desde mi punto de vista el voto tiene que ser ideológico. La forma de entender la ideología consiste en poner unos valores por encima de otros. En Filosofía hay una parte que se llama la axiología, que se ocupa de los valores. Estos son la justicia, la bondad, la libertad, pero también la maldad, la injusticia, el egoísmo… Todos esos son valores porque producen una reacción en la persona que los detecta que no dejan indiferente. Bueno pues, poseen dos características, la polaridad, son positivos o negativos, y la segunda, la jerarquía. En la jerarquía de valores, que nosotros llamamos escala de valores,  cada persona tiene una. Según la escala de valores, una persona gastará el dinero de una manera o votará  a un partido u otro. Desde mi punto de vista, la democracia necesita de la ideología porque uno tiene que poder emplear sus valores a la hora de relacionarnos unos con otros.

P. Así que es poco honesto el voto útil

R. Es poco honesto, sí. Además, el voto útil es un mito. Si tu dices que medio millón de personas hubiesen votado X y han votado Y porque piensan que votar X  no tiene sentido, pero si ese medio millón de personas hubiesen votado lo que realmente les gustaba, ese partido se hubiese revalorizado. ¿Me estoy explicando? ¿Quieres que use nombres reales de partidos? El voto útil a quien más daño va a hacer es a Izquierda Unida y a UPyD. Este último está condenado a desaparecer prácticamente, algo que es lamentable porque ocupa un papel interesante en el en el arco político español. Muchos profesores de Filosofía están afiliados a UPyD.

Desde mi punto de vista, el voto tiene que ser ideológico

P. ¿Ah, sí?

R. Sí, afiliados, no simpatizantes. Profesores muchos y muchos de Filosofía. Pero UPyD también tenía una cosas… Analizamos un discurso de Rosa Díez y descubrimos que era un discurso similar a otro que hizo Primo de Rivera a final de los años veinte. No sé si le asesoraron mal o qué.

P. El que sabe pensar pero no sabe expresar lo que piensa, está en el mismo nivel del que no sabe pensar, decía Pericles.

R. Hombre claro, yo lo digo de una manera más dura: si uno piensa como habla y habla como un idiota, el resultado del silogismo es que piensa como un idiota. Mis amigos me dicen que no lo diga así porque es contraproducente para algunos auditorios. Hay un vínculo directo entre la organización lingüística del pensamiento y el desarrollo de la inteligencia que ese pensamiento puede proyectar. Se detecta rápidamente que una persona que hable relativamente bien que casi siempre va acompañada de una inteligencia. En el panorama político nuestro, en general, los principales líderes políticos hablan bien, son buenos comunicadores. Son inteligentes.

El voto útil a quien más daño va a hacer es a Izquierda Unida y a UPyD

P. ¿Las palabras nunca deben estar antes que el pensamiento?

R. Quilón de Esparta, uno de los siete sabios de Grecia, decía “no dejes que tu lengua vaya por delante de tu cabeza”, en referencia a la inteligencia. Porque claro, a uno se le supone que antes de decir algo lo tienes que pensar. Pero eso lo hacen los políticos hoy en día, que piden permiso a un pie para mover el otro y son esclavos de lo políticamente correcto. Les pasa también a los nuevos, tal vez a Pablo Iglesias un poquito menos, porque tiene un discurso más iconoclasta, entendiéndolo sensu stricto, como aquel que quiere destruir los iconos. Por ejemplo, Podemos no ha titubeado a la hora de salirse del pacto antityihadista y lo ha hecho a sabiendas de que probablemente le cueste unos cuantos miles de votos, aunque sea por una mala percepción de la gente, de lo que quieren transmitir con ese mensaje. Pero todos lo demás políticos son esclavos tremendos de lo políticamente correcto y eso hace que piensen demasiado a la hora de expresarse con naturalidad. Les falta, iba decir honestidad pero no, les falta sinceridad a todos los políticos en general. Temen perder votos siendo sinceros.

P. Y en la sociedad, como pauta, ¿se habla antes de pensar?

R. Yo en concreto en España veo que el nivel lingüístico general y de capacidad de abstracción de un discurso está bajando considerablemente. No solo partimos de unos niveles pésimos educativos, sino que la gente ya no habla de temas profundos. Esto no es una terraza de un café de Buenos Aires donde puedo encontrar a alguien hablando de Schopenhauer o activamente diseccionando un discurso político. El panorama cultural ya sabemos cuál es. Mira, el libro más vendido del año pasado fue el de Belén Esteban, el disco más vendido el de Kiko Rivera, a Maxim Huerta le han dado un premio por su novela y a Risto Mejide otro por un ensayo. No cuestiono la inteligencia, pero el premio se lo dan porque el panorama cultural en España es un desastre. Son personas que viven vinculada a lo más casposo del mundo el corazón y proyectan su fama a la hora de tratar de vender libros.

La parrilla televisiva española es patética.  Las capas populares de la sociedad viven de espaldas a la política porque están hastiadas y todo lo reducen simplificando el mensaje y diciendo que todos los políticos son unos corruptos, que todos roban. Pero ahí están los dos partidos que parten como favoritos para gobernar, el PSOE y el PP, ambos inmersos en procesos de corrupción hasta el tuétano, que es una cosa patética y, además demoledora contra la democracia. Los mimbres básicos de una democracia, que se supone que son el diálogo y el consenso, necesitan de un panorama político relativamente limpio. Sin embargo, la encuesta del CIS le da a uno 120 diputados y al otro ochenta y tantos. Si esa es la forma que tiene el pueblo español de penalizar a los ladrones… Fíjate, en La política Aristóteles te dice que el buen político tiene que ser un buen retórico y el buen retórico puede ser un buen político. Pero aquel retórico que utiliza mal el poder hay que quitarlo de enmedio de la polis, entendida como sociedad, porque un retórico que utiliza de forma tendenciosa el discurso va a perjudicar al pueblo, que es lo que está pasando.

Si uno piensa como habla y habla como un idiota, el resultado del silogismo es que piensa como un idiota

P. Córdoba es una de las capitales mundiales de debate hispanohablante. El último torneo ganado por un equipo del Aula de Debate de la Universidad de Córdoba ha sido esta misma semana, en el Nacional de Debate Parlamentario celebrado en la universidad Rey Juan Carlos de Madrid, con Cataluña como tema y el equipo cordobés en el rol de la oposición.

R. Sí, Gonzalo Herreros y Álvaro Ortega, dos alumnos brillantísimos. El Aula de Debate tiene ahora mismo unas dimensiones mastodónticas.

P. ¿Y cuál es la clave de su éxito? ¿La energía que emerge del subsuelo de esta ciudad?

R. Lo de Séneca y Averroes debe pesar, digo yo. Lo primero es mi propia experiencia en el mundo del debate. Tengo 15 años de experiencia, primero como orador, después como capitán, juez y ahora como formador. He sido un pionero. Luego, hemos dado con la tecla de la formación y sabemos lo que hay que hacer. De hecho, si me apuras, te digo que en tres meses podemos formar a una persona con mediana inteligencia para convertirlo en un orador formidable. No nos limitamos a formar a charlatanes de feria, porque esa es la antítesis de lo que nosotros perseguimos. Nosotros trabajamos expresión oral y pensamiento crítico, porque ambas disciplinas van de la mano. Si solo trabajas la  expresión oral, lo que hace es eso, que seas como una marioneta que habla muy bien pero no piensa. Lo que nosotros trabajamos más es el pensamiento crítico, por eso hablamos de las partes del discurso, del elemento discursivo y de las falacias. La web que yo diseñé con la lista de falacias usando las fuentes clásicas vale su peso en oro. Me llevó meses pero en todos los discursos hay falacias. Todos los estudiante que tenemos en el aula vienen inicialmente a recoger una espada metafórica, la espada para ser persuasivo, convincente. Pero la gran mayoría no se queda por la espada sino por el escudo, que es el pensamiento crítico, la capacidad de detectar los mensajes falsos, mentirosos, segados y que te defienden contra publicidad, contra la propaganda, contra el marketing falso, contra la política mal llevadas o contra el amigo que te quiere manipular.

El pensamiento crítico (...) te defiende contra publicidad, contra la propaganda, contra el marketing falso

P. En los debates de competición muchas veces se han de defender posturas que nada tienen que ver con los valores u opiniones de quienes debaten.

R. Nosotros hacemos preguntas que se puedan defender en ambas posturas pero que no toquen de verdad la fibra moral de los individuos. De todas maneras, uno siempre puede ser una especie de objetor de conciencia moral . Si un día tocamos un tema tan polémico y controvertido que una de las posturas alguien no querría defender, no tendría que defenderla.

P. Pero debe ser un ejercicio muy sano para conectar con las ideas opuestas a las tuyas y meterte en los zapatos del otro

R. Está claro. Cuando se preparan las posturas a favor y en contra de cualquier tema, lo que hace es que valoras los argumentos del rival, no solo los de tu postura. De modo que paulatinamente se van diluyendo los dogmatismos y todo tipo de adoctrinamiento va perdiendo su vigor. Lo que hacemos es que convertimos a la ciudadanía en crítica bien informada y, sobre todo, en gente capaz de escuchar. Los mimbres de la democracia son el diálogo y el consenso que se consiguen cuando uno está negociando, pero el diálogo también requiere que escuchemos. Y hoy asistimos a un diálogo de sordos.  En cambio, los chicos y chicas del Aula lo primero que aprenden es a escuchar porque tienen que anotar las razones del otro y decir si no están de acuerdo. Y si están de acuerdo lo dicen, porque otro de los elementos que valoramos es la aproximación de posturas para evitar los radicalismos. Nosotros hemos fomentado una mejor ciudadanía. Se dice muy rápidamente pero esto tiene una fuerza enorme.  

Convertimos a la ciudadanía en crítica bien informada y, sobre todo, en gente capaz de escuchar

P. Es el colmo de la empatía

R. Mira, en 2010 Terry Eagleton en un libro llamado On evil (Sobre el mal) da una definición de maldad diciendo que es la ausencia total de empatía. Bueno, pues empatía es la capacidad de escuchar al otro, de ponerte en su pellejo. Un pellejo que ha podido ser el tuyo en el caso del debate porque el sorteo es fortuito y completamente aleatorio y tú no sabes qué postura vas a defender, si a favor o en contra, hasta diez minutos antes de que comience el debate. Creo que tú no puedes tampoco estar odiando a muerte al que defiende la otra postura porque has podido ser tú.

P. ¿Por qué hay más chicos que chicas en los debates universitarios?

R. Ese es el talón de Aquiles. Tengo mi hipótesis que no está verificada y creo que las chicas son más tímidas por una cuestión de presión social y porque en España la igualdad necesita más trabajo. Tienen más pudor a la hora de ponerse delante de un auditorio. Aunque las chicas, en general, son mejores que los chicos, y tienen más habilidades que los chicos, como tener más fluidez. ¿Sabes cómo medimos la fluidez? En la capacidad de soltar un discurso sin tener que pararse a titubear. En clase tengo un 60%-70% de alumnas y en el Aula de Debate un 60 o más de hombres. Esto es algo que tenemos que hacer entre todos.

Tú no sabes qué postura vas a defender, si a favor o en contra, hasta diez minutos antes de que comience el debate

P. 2016 es el año del desafío para vosotros

R. Sí, nuestro Everest es el Campeonato Mundial de Debate. Los éxitos cosechados en los últimos años han puesto a la UCO en un panorama de protagonismo nacional y de brillo internacional. Creo que el Aula de Debate es lo que más proyección le ha dado a la Universidad de Córdoba. La cita será del 24 de julio al 1 de agosto, con la fresquita. Aún no sabemos cuántos equipos vendrán, depende de si ponemos números clausus o no, sobre todo para que no se nos vaya de las manos en cuanto a espacio, presupuesto… Si pasamos de 108 equipos debemos llevarlo a Rabanales. La decisión más dura que hemos tenido que tomar es qué hacer y hemos decidido irnos a Rabanales y que se inscriban todos los equipos que quieran. Solo limitaremos los españoles para que haya equilibrio. Hemos invitado a la Reina para que venga a la clausura y nunca se sabe si vendrá, la fecha es muy mala.

P. Mundial aparte, eres un hombre orquesta.

R. Quiero consolidar el doctorado que hemos creado. Se trata de un doctorado enorme que hemos creado entre cinco universidades sobre lengua y cultura.  Hay un apartado sobre teoría y práctica de los discursos que es donde yo estoy. Hay mucho interés en el análisis de los discursos y ya tenemos tres doctorandos aquí en Córdoba. Estoy a punto de publicar un artículo fruto de un largo trabajo de investigación en el que hemos llegado a la conclusión de que un discurso político puede tener siete estrategias que pueden englobar todos los estilos discursivos. Imagina [lo dibuja en un folio] un eje de coordenadas, en la parte vertical colocamos la estrategia más agresiva en la parte más alta, por ejemplo de terror, y la más baja la estrategia de sublimación. Y en el horizontal el número de veces que aparecen estas estrategias en el discurso. Esto te da un gráfico que te da la tipología del discurso. Hemos hecho ya algunas proyecciones, por ejemplo, comparando el  discurso de Felipe González y el de  Alfonso Guerra. Nos dimos cuenta de que el de Guerra era más agresivo, esto es una obviedad,  y el de Felipe González más basado en las promesas. Esto lo podemos hacer con todos los discursos del mundo, con Salvador Allende, con discursos de la República, de los años 70, 80, 90… aquí hay un montón de tesis doctorales. Tenemos el molinillo de trabajo para producir. ¿A que es bonito esto? Además, ha dado cuatro tesis doctorales susceptibles de recibir fondos. Tengo la ambición de crear un grupo de trabajo con tantos alumnos brillantes como tengo para fomentar y proyectar el análisis de los discursos políticos desde Córdoba al mundo hispanohablante.

Las chicas, en general, son mejores (oradoras) que los chicos, y tienen más habilidades como tener más fluidez

P. A la mayoría le produce terror hablar en público ¿El auditorio es un monstruo con los dientes afilados?

R. Cuando tú entras a una sala, estadísticamente hablando, un tercio de las personas te va a detestar por tu aspecto físico y tu atuendo. Al otro tercio le vas a resultar completamente indiferente y al último le vas a caer bien, en el mejor de los casos, por la misma sinrazón por la que le caes mal al primer tercio. Eso coloca en una posición muy compleja a una persona que vaya a hablar en público. Distinto es un mitin, porque allí está todo el mundo convencido y del lado del líder que provoca un situación acrítica. Hasta Barack Obama, que es uno de los oradores más formidables que tenemos, sufre los condicionamientos fisiológicos de hablar en público. Se ha constatado que cuando tú te pones delante de un grupo de más de 10 ó 15 personas las glándulas salivares se contraen y dejan de segregar la cantidad habitual de saliva, lo que hace que se te seque la boca. La boca debe estar húmeda y llena de agua antes de empezar. Tienes que controlar bien la postura del orador y esto es algo que enseño a mis alumnos.

P. El dominio de la palabra hablada ¿nos hace más libres?

R. Claro, obviamente. Si se habla mejor se piensa mejor y si se piensa mejor ejerces el  pensamiento crítico. Todo está conectado.

P. Tal vez por eso no se enseña oratoria en los colegios.

R. ¿Por eso tampoco se enseña filosofía?  ¿Por eso las Humanidades están en franca decadencia? Aquí hay dos teorías. La teoría ingenua, que es la que yo defiendo, en la que muchos de los políticos que se ocupan del diseño del currículo escolar están errados. Luego está la teoría de la sospecha, que habría que aplicarla al todo el sistema si quieres que funcione y nos volveríamos paranoicos si sospecháramos de todo. Esta teoría apunta a  que el capitalismo liberal lo que quiere no son ciudadanos, sino  trabajadores y consumidores.

Tengo la ambición de crear un grupo de trabajo con tantos alumnos brillantes para fomentar y proyectar el análisis de los discursos políticos

P. ¿Quien domina el silencio, domina la palabra?

R. Sí. De hecho, el último de los elementos que distingue a un orador formidable, el que ya ha pasado a otro nivel, es el manejo de los silencios. Es lo último que aprende. Pero no solo los silencios retóricos, callarse para que el auditorio recupere la atención o para subrayar lo último que has dicho,  sino más bien como aquello de “yo soy esclavo de mis palabras y dueño de mis silencios”. Eso es, justo. Yo soy un bocazas y eso me convierte en una rara avis dentro de la de la política universitaria. Pero mira, yo ya tengo 37 años y no me puedo cambiar así de fácil.

P. ¿Qué crees que dice de ti tu comunicación no verbal?

R. Que tengo muchos tics adquiridos, muchos movimientos estereotipados y que estoy resignado con mis defectos. Ya no soy esclavo de la valoración de que de mí puedan tener unos jueces. Ya no soy un orador, soy un profesor. Quiero transmitir contenidos de la manera más elocuente y precisa, pero mi lenguaje corporal me traiciona.

P. ¿La comunicación no verbal te dice más cosas de tu interlocutor que la verbal?

R. Claro, nosotros tenemos el ojo entrenado para esas cosas, por ejemplo, para ver si te están mintiendo. Eso de mirar hacia arriba significa que están inventando o recordando algo.  Eso ya te dice muchas cosas. Si se toca la cara o la boca significa que está mintiendo directamente. Eso lo dice Flora Davis en su manual Comunicación no verbal. Si alguien se toca continuamente la cara significa que está en un discurso completamente descabalado y que es probablemente mentira, salvo que seas consciente de eso, que simules los gestos y hagas premeditadamente el que el otro crea que estás mintiendo. A el Aula de Debate trajimos el año pasado al director de la Escuela de Arte Dramático porque un orador tiene tres facetas, la de poeta, porque tiene que hablar bien y contar cosas bonitas. La de filósofo, porque tiene que hablar con compresión y, sobre todo, saber de lo que habla. Y por último, la faceta de actor, hay que actuar frente a un auditorio. Estas tres facetas deben converger para ser un buen orador.

P. Hablemos de Filosofía.¿Se pueden hacer debates filosóficos en las redes sociales?

R. Lo primero que me apetece a mí decir es que no, porque las redes sociales están condenadas a la simplificación aunque tú y yo defendamos, en cierto modo el less is more (menos es más) o  el más vale quintaesencia que fárrago de Baltasar Gracián. El tener que circunscribir a 140 caracteres la información reduce mucho el sentido del lenguaje. Entonces, la filosofía no se ha podido quitar de en medio la precisión y que por buscar la precisión caigamos en la prolijidad, pero tampoco por buscar simplificación no podemos caer en el laconismo. ¿Se puede hacer una filosofía lacónica que sería prácticamente lo que pugna internet o Twitter? Pues se puede ¿Es igual válida? Pues buf… Y mira que Filosoqué contradice lo que te estoy diciendo, porque son píldoras filosóficas en dos minutos. Pero claro, eso nos ha obligado a simplificar de tal manera el discurso filosófico que a lo mejor no gusta a colegas de otras universidades. Pero si tengo que elegir entre divulgar simplificando o no divulgar, elijo divulgar. Y algunos vídeos ya tienen 8.000 visitas. Estamos batallando con las herramientas que nos han tocado para hacerlo lo mejor posible.

Si tengo que elegir entre divulgar simplificando o no divulgar, elijo divulgar

P. Con la llegada del siglo XXI la ciencia está explorando territorios que hace un siglo habrían sido considerados parte de la filosofía. Las grandes preguntas sobre el origen de la conciencia, el origen de la vida o el origen del universo, ya están en el campo de la ciencia ¿La ciencia está reemplazando a la filosofía?

R. No en el sentido teórico. Trabajamos juntos. Cuando hacía mi segunda tesis en Edimburgo, el departamento de física estaba al lado del de filosofía y quedábamos y hablábamos sobre cómo entender la realidad del cosmos, sobre cómo entender la propia presencia humana o el hecho de que haga falta inventarse o crear una figura divina para explicar cómo funciona naturalmente todo.  Si tú me preguntas por el plano educativo, obviamente hay un ataque directo contra el funcionamiento mismo de la disciplina humanística dentro del currículo educativo. Pero es que además, Martha  Nussbaum, reciente Premio Príncipe de Asturias, tiene un libro que es una maravilla Not for profits (Sin ánimo de lucro) y el subtítulo es por qué la democracia necesita de las humanidades, en el que sustenta que la sociedad necesita el fomento de la empatía que dan contenidos como la historia, la filosofía, la literatura y el arte en general. Eso está desapareciendo de los currículos. La LOMCE ha erradicado las disciplinas de arte en la ESO y ha puesto uno que es algo así como fomento de la actitud emprendedora. Un ejecutivo de cualquier empresa te dirá que sin creatividad no hay emprendimiento. Se está disminuyendo la calidad de los futuros ciudadanos. Un buen ejemplo de cómo se está pervirtiendo la escala de valores es ver a Cristiano Ronaldo con quince periodistas detrás y que la agencia EFE solo tenga un corresponsal para toda África.

P. Séneca habla de la verdadera filosofía a su amigo Lucilio y le dice que la filosofía promete comunidad de ideas, sociabilidad y buenos sentimientos

R. ¿Sabes cómo tradujeron al italiano las cartas a Lucilio? Lettera di la felicità (cartas de la felicidad) Cuando uno trabaja mínimamente los contenidos filosóficos, más allá de los autores, y mira lo orgulloso que estoy de las muestras de cariño que me dan mis alumnos [señala los regalos de alumnos que cuelgan en su despacho], creo que se debe a que no enseño filosofía de la forma tradicional. No empezamos por Sócrates y terminamos por Ortega y Gasset.  Nosotros filosofamos a la manera de Kant. Tratamos temas filosóficos, por ejemplo, la identidad. Cuando nos damos cuenta del riesgo que hay detrás de las construcciones identitarias demasiado poderosas, primero sacas una enseñanza para ti pero luego sacas una enseñanza para la democracia. Te das cuenta del peligro del discurso de los nacionalismos radicales, que se basan en el soy mejor que tú.  Pues eso vale su peso en oro porque mejora la vida de las personas, que se dice pronto, porque que tiene mucho alcance. Sócrates decía que una vida no reflexionada no merece ser vivida, pues lamentablemente es lo que está ocurriendo. Tenemos  una sociedad plana, superficial, casi irreflexiva. Grandes capas de la sociedad que se niegan a pensar y eso hay que combatirlo. Los nuevos bárbaros son los que hacen alarde de su incultura y nos van a acabar invadiendo. La cualidad racional nos hace seres humanos.

No enseño filosofía de la forma tradicional. No empezamos por Sócrates y terminamos por Ortega y Gasset.  Nosotros filosofamos a la manera de Kant

P. Organizáis rutas filosóficas por Córdoba

R. Esa es de las cosas más bonitas que he hecho. Es gratis y abierto, siempre en primavera. Un día especial de abril o  mayo, al atardecer. Solemos quedar en alguna parte del casco antiguo porque siempre gusta mucho ir a la parte del Puente Romano. Cuando se pone el sol el cielo se vuelve tornasolado, rosa y morado, con una belleza… hay bandadas de pájaros con su danza especial. Es impactante. En las rutas hablamos, leemos algún fragmento de un poema, alguien declama... una de las mujeres del Aula de debate ha sido finalista en el Certamen Nacional de Declamación, tiene una memoria prodigiosa y recita que parece un ángel.

P. ¿A Córdoba qué se le ha pegado de sus filósofos?

R. (Silencio) Niego el famoso senequismo cordobés. Si lo aceptamos estaríamos aceptando una cualidad peyorativa. Cuando viene alguien de fuera y le explico la ciudad, siempre empiezo diciendo que los expertos dicen que Córdoba tenía un millón de habitantes en el siglo X y que ahora tiene trescientos mil. Por lo tanto, un milenio después estamos en una ciudad que tiene un milenio de decadencia, uno de las más radicales de la historia. Hubo filósofos y médicos, operaciones de cirugía de primera. Es una de las ciudades más importantes de la historia que hablaba de tú a tú con el imperio bizantino o con Carlomagno. Y luego, en el siglo XVI, hubo en Córdoba unos de los autos de fe más sanguinarios por parte de la Inquisición en los quemaderos del Marrubial, donde el olor a carne quemada duró varios días.

Estamos en una ciudad que tiene un milenio de decadencia

P. Y aún pesa mucho en esta ciudad el miedo a señalarse.

R. Córdoba es muy peculiar en ese sentido. Existe una foto de 1957 que pone la piel de gallina. La foto trata de plasmar cómo era la Córdoba de entonces y se ven a diez señoritos con capa y sombrero cordobés y a diez limpiabotas agachados limpiándoles las botas en la plaza de las Tendillas. El fotógrafo trata de representar a la ciudad y pone el dedo en la llaga en una característica de esta ciudad dividida en dos partes irreconciliables, los ricos y los pobres, la burguesía y el proletariado, los oligarcas y las clases populares… La clase media siempre ha sido muy pobre aquí y se sigue viendo en la democracia, que gobernaba o Izquierda Unida o el Partido Popular. Aquí no ha habido un ascenso social. La clase media alta tiene aquí muy estrechamente cogidas las riendas del poder.

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