El Córdoba CF vence con solvencia al Granada CF e ilusiona a El Arcángel

El Córdoba CF consigue un triunfo capital en el Bahrain Victorious Nuevo Arcángel ante un Granada CF que se mostró sin argumentos durante gran parte del choque. Y es que este duelo era crucial para una escuadra blanquiverde que tenía una oportunidad de oro para no pensar en el descenso de aquí a final de temporada, acumulando así tres victorias de manera consecutiva. Sin embargo, enfrente estaba un Granada CF diseñado para ascender de manera directa. Por tanto, se preveía un duelo muy igualado, aunque nada más lejos de la realidad.
Era primordial comenzar con electricidad, dinamismo y concentración. El Granada CF, pese a sus bajas, es un equipo muy peligroso, sobre todo en la zona ofensiva y ahí tenía que estar atento un Córdoba CF que, desde el minuto uno, dominó el centro del campo a su merced. Y eso trae como consecuencia que esté cómodo sobre el terreno de juego. Los de Iván Ania llevaron la batuta del esférico en los primeros compases del partido y, de manera sorprendente, no necesitaron generar demasiado para materializar sus ocasiones. Tras una serie de rebotes en un saque de esquina, Álex Sala, que es el mismo que ejecutó el córner, aprovechó un balón suelto para fusilar a Luca Zidane y subir el primero al marcador de El Arcángel.

Ahora, el Córdoba CF tenía que saber jugar con el marcador a favor, cosa que no había ocurrido en las últimas derrotas en casa frente a Racing de Santander y SD Huesca. De hecho, esa buena puesta en escena se nubló parcialmente, sobre todo por un arreón del Granada CF que dio un paso al frente cuando más lo necesitaba. La escuadra nazarí comenzó a pisar campo contrario con relativo peligro y tuvo una acción que pudo haber cambiado el devenir del partido. Abdé Rebbach se plantó solo ante un Carlos Marín que le ganó la partida y despejó a saque de esquina.
Y esto no quedó aquí. El guardameta almeriense tuvo que reaccionar a una falta directa ejecutada por Lucas Boyé. Ahí, El Arcángel sabía qué estaba pasando por problemas, pero este vendaval ofensivo por parte del Granada CF duró unos instantes, el rato en el que el Córdoba CF volvió a coger el dominio del esférico. A partir de aquí, los blanquiverdes retornaron a su filosofía, crecer con la posesión y arrinconar a un rival que se quedó sin apenas argumentos. Los nazaríes estaban desapareciendo del partido y eso los califas lo aprovecharon para inquietar nuevamente el arco de Luca Zidane gracias a sendos disparos exteriores de Jacobo y Adilson.

Pero, finalmente, el Córdoba CF pudo incrementar la distancia en el marcador y lo hizo de la forma más inesperada. Álex Sala probó con un chut lejano y el bote despistó a un Luca Zidane que no pudo atajar el esférico. Por tanto, la entidad blanquiverde se encontraba en una situación muy favorable, con dos goles de diferencia e incluso encerrando a un Granada CF que pidió el descanso para tratar de ajustar demasiadas cosas imprescindibles. Y es que los de Iván Ania encararon el túnel de vestuarios con un marcador merecido, aunque con el susto en el cuerpo tras un larguero de Hongla en los minutos finales. Un aviso de que esto no estaba ni mucho menos hecho.
En la reanudación, el técnico ovetense dio entrada a Carracedo por un lesionado Adilson que se quejó de una entrada de Luca Zidane en el tramo final de la primera mitad. Por tanto, el extremo catalán volvía al césped después de sus dos suplencias en el once inicial y aprovechó cada segundo que estuvo sobre el terreno de juego. De hecho, cogió un esférico por banda derecha y no se pensó dos veces a la hora de ejecutar un disparo que se coló por la escuadra de la portería defendida por Luca Zidane. 3-0. Merecido a más no poder y que calentó los ánimos de la afición granadina desplaza que exigía cambios tanto en el campo como en la directiva cuanto antes.

Por su parte, el cordobesismo se lo estaba pasando en grande. En ninguno de los escenarios pensados estaba el que el Córdoba CF fuese en el minuto 60 ganando 3-0 a todo un candidato al ascenso directo. Eso le hizo sentir que eran capaces de cualquier cosa, aunque hubo momentos para el Granada CF. El cuadro nazarí buscaba un tanto lo más rápido posible para los nervios se instaurasen en los de Iván Ania. Aun así, no sabían que enfrente estaba un Carlos Marín que se convirtió en un auténtico muro. El guardameta almeriense salvó con la cara un disparo a bocajarro de Lucas Boyé para mantener la portería a cero.
Sin embargo, hoy no era su día. Y el del Córdoba CF sí. Le salía todo. Estaban siendo muy superiores ante una blanda defensa nazarí. Era cuestión de tiempo que el árbitro certificase la victoria blanquiverde, pero antes le dio tiempo a aumentar el marcador. Pedro Ortiz y Luca Zidane, en propia puerta, finiquitaron al Granada CF con una manita de libro. Y es que este triunfo permite que los de Iván Ania estén virtualmente salvados y puedan ser más ambiciosos. Virtual no significa que sea matemático, pero es cierto que la institución cordobesa tiene licencia para soñar. Se fleta sitios para el barco.
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