Alfonso Morales: “Las peñas quieren que sea su presidente. Es lo que hay”
Acude con puntualidad militar –se le supone, como el valor– el comandante en la reserva del Ejército de Tierra y flamante presidente de la Federación de Peñas de Córdoba, Alfonso Morales Padilla (Córdoba, 1955), a su cita con CORDÓPOLIS. Es la víspera del día de San Rafael y estamos en la terraza de una céntrica cafetería. Café con leche, media tostada con aceite de oliva –sin tomate– y zumo de naranja. Alfonso Morales, durante el desayuno y la charla posterior, atiende a saludos y felicitaciones de algunos viandantes que le han reconocido.
No nos cabe duda de que ser la cabeza visible de un colectivo como las peñas en Córdoba es algo importante o, al menos, popular –en el sentido estricto de la palabra– en el tejido social de la ciudad. Guste más o guste menos. Se entienda o no se comprenda ni se comparta. Alfonso lo sospechaba, lo veía y lo asume. Pero sabe que acaba de aterrizar y que su discurso presuntamente nuevo, presuntamente aperturista, va a tener que zafarse de una larga y pesada carga anterior. ¿Lo conseguirá? ¿Es eso lo que realmente quiere?... Habrá que darle el beneficio de la duda y un poco de tiempo.
PREGUNTA. Después de veinte años con el mismo nombre al frente de la Federación de Peñas, con esa imagen casi de inmovilismo. ¿Cómo y cuándo se te ocurre presentarte a las elecciones?
RESPUESTA. La decisión no la tomo yo. Yo presenté mi dimisión en abril. Una vez de hecho esto, hubo una serie de presidentes de peñas muy arra¡gadas que me hablaron de presentar una lista alternativa porque ya se sabía que el anterior presidente se iba a presentar a la reelección. Después de hablarlo con mi señora, la gente quería que yo la encabezase… pues decidimos presentarnos con una candidatura alternativa, para el siglo XXI, adecuada a la vida actual y a la situación del momento.
P. Has hablado, desde el primer momento, de “apertura”, de “nuevo siglo”, ¿qué significa eso: ruptura, nuevos caminos?
R. Un modelo nuevo de federación. Lógicamente caminos nuevos, siempre respetando todo lo que, hasta ahora, se ha estado haciendo, pero aumentando actividades. Siempre desde un proyecto cultural , juvenil –esa es una de las grandes misiones: la entrada de nuevas generaciones en las peñas– y un proyecto deportivo y de actividad física tanto para los mayores como para nuestros hijos y nietos.
P. ¿Y eso será fácil? Lo digo porque tenemos la sensación de que el colectivo peñista tiene una media de edad alta, por su arraigo, por sus tradiciones…
R. Pensamos que sí, que habrá renovación. Claro que no será a corto plazo, pero yo creo que sí, que la juventud puede ir entrando cada vez más. Yo le llamo juventud a personas de treinta años en adelante, porque, es lógico, los chavales de deiciocho o veinte años están estudiando o buscándose su futuro. A partir de treinta años ya la vida se ve de otra forma y tenemos actividades, programación para entusiasmarlos, para que se ilusionen… De hecho van entrando personas de esa edad, entre los treinta y los cuarenta años en muchas peñas… queremos que vayan conociendo nuestras tradiciones, queremos ir a las facultades, a los institutos para explicarles a nuestros hijos, a nuestros jóvenes lo que son las peñas; porque, aparte del perol y del dominó, las peñas somos mucho más.
Pensamos que sí, que habrá renovación; claro, que no será a corto plazo
P. ¿Y la mujer? Porque da la sensación de que las mujeres en las peñas son “la mujer del peñista”.
R. No, no. La mujer no es “la mujer del peñista”; porque también se puede dar el caso de “el hombre de la peñista”. Se puede decir que estamos en igualdad; es más, hay peñas que son, casi en su totalidad, femeninas.
P. Y en la junta directiva que se tendrá que conformar en apenas un mes, ¿eso se notará? ¿será una junta directiva paritaria?
R. Todo dependerá de la disposición de las personas. Los que formemos la junta directiva será porque nos guste, porque tengamos ganas de trabajar por Córdoba, por altruismo. Pienso que habrá mujeres en la junta, lo que no te puedo decir es si será paritaria o no; todo dependerá de la motivación de cada persona y el que quieran estar o no.
P. Supongo que estarás barajando nombres para esa junta, personas afines que te han apoyado en estas elecciones, o en la campaña a las elecciones…
R. Sí, hombre; precampaña más que campaña, te diría. La gente que decidimos hace tiempo que era necesario presentar una candidatura alternativa… sí estamos un grupo que de manera individual o colectiva de algunas peñas que ya mostraron su afinidad a la candidatura que yo representaba, su confianza en lo que podíamos hacer en estos próximos cuatro años. No de “legislatura” (sonríe), sino cuatro años representando al colectivo.
P. En fin, que hay un “equipo de confianza” para esa inminente junta.
R. Claro, claro. Hay gente dispuesta. Te puedo decir que el vicepresidente será Antonio Espino, de la Casa de Aguilar; tengo al secretario que será Jesús Espejo Reyes, socio de la Asociación Cultural Santos Patronos de Córdoba; también la persona que se encargará de las relaciones públicas e institucionales, socio de la Peña Fátima 92 y se llama Rafael Cañete y también tengo otra persona que se llama Francisco Pérez Lara que se encargará de la relación con los medios de comunicación y que es presidente de la Peña Los amigos de Fátima… ah, y también tengo ya tesorero: es Antonio Santos, de la peña Amigos de la Marcha.
P. ¿Amigos de qué?
R. De la marcha. Un enamorado del senderismo que se conoce la geografía cordobesa de norte a sur y de este a oeste… programaremos excursiones por la Subbética, por Los Pedroches…
Entiendo que la relación entre colectivos debería haber sido más fluida. Y con los medios de comunicación también
P. Ah, vale, vale. Hablabas de las relaciones con los medios de comunicación, ¿crees que las peñas necesitan cierto cambio de imagen?
R. Por supuesto. Es otro de los puntos del programa. No solo con los medios sino con otros colectivos de la ciudad. Cofradías, patios, federación de asociaciones de vecinos asociación carnavalesca. El cordobés es peñista, es cofrade es vecino. Yo soy socio de la Peña las Ovejas Negras, soy hermano de una hermandad de gloria, la de San Álvaro y también pertenezco a la asociación de vecinos de mi barrio. Hay que mantener una buena relación entre unos y otros.
P. ¿Y eso faltaba antes?
R. Sí; yo entiendo que esa relación entre colectivos debería haber sido más fluida. Y con los medios, también. ¿Nos acordamos de Nixon y el caso Watergate? Fueron dos periodistas. Con los medios hay que llevarse bien, hay que tener cuidado.
P. No te preocupes, la gente de los medios también son vecinos, pueden ser cofrades, peñistas…
R. Claro, claro… todos estamos en Córdoba, no nos vamos a bajar del barco; estamos en alta mar.
P. Suele pensarse que el fenómeno peñístico es muy cordobés, pero en otros sitios también existe, aunque se denomine de otra manera, ¿habéis pensado en tener relaciones exteriores, en “importar” o “exportar” experiencias?
R. Lo tenemos en mente. Hay que recordar que Córdoba es una ciudad Patrimonio de la Humanidad, y creo que hay quince ciudades patrimonio en España. Lógicamente nos gustaría contactar con grupos de esas ciudades, ya se llamen peñas o cofradías, para eso buscaríamos el apoyo de las concejalías correspondientes. Ya veremos. En Málaga, por ejemplo hay una Federación de Peñas y Casas Autonómicas, con mucha participación y, desde hace veinte años, con los presidentes anteriores, Juan Pablo Serrano y Francisco Castillero, se han mantenido encuentros y convivencias con ella.
P. Ahora que lo nombrabas, ¿cómo ha sido tu relación con el anterior presidente que, tras dos décadas, se presentaba a la reelección? ¿Se iba degradando, de alguna manera, en los últimos tiempos?
R. Yo estuve en su junta directiva ocho años, cuatro o cinco vicesecretario, a partir de 2012, secretario. La relación era cordial; pero a partir de cierto momento surge una incompatibilidad de caracteres, caracteres distintos, hasta que, a partir del pasado mes de mayo, el día uno de mayo, concretamente, después de la Batalla de las Flores, presenté mi dimisión. Y a partir de ese momento, se desencadenan una serie de circunstancias que me hacen presentar una candidatura porque yo tengo otras ideas para la federación.
La relación era cordial (con el anterior presidente); pero a partir de cierto momento surge una incompatibilidad de caracteres
P. ¿Cómo han sido y cómo quieres que sean las relaciones con las instituciones?
R. Bueno, han sido muy estrechas, sobre todo con el Ayuntamiento, que es nuestro mayor patrocinador para los eventos que organizamos. En mi etapa de secretario, siempre ha estado ahí, con cualquier partido político que lo gobernase. De hecho yo me reunido con los distintos grupos políticos que formaban la anterior corporación, y quiero pedir una reunión con los que conforman la de ahora. Algunos concejales ya me han llamado para felicitarme y les estoy muy agradecido. Y con la Diputación también me quiero reunir. Pero me gustaría decir algo que no quiero que se olvide…
P. Adelante, adelante.
R. La noche electoral del otro día fue un triunfo de las peñas; en primer lugar, por la cantidad tan enorme que asistieron a ejercer su derecho al voto; en segundo lugar, por el civismo y el respeto que mostraron; y en tercer lugar quiero decir que aquí no hay ningún derrotado, aquí hay lo que han querido: quieren que yo sea presidente: pues eso es lo que hay.
P. Esa noche, en el discurso que pronunció antes de la votación el que luego conoceríamos como presidente saliente, agradeció al antiguo presidente de Cajasur, Miguel Castillejo, su apoyo incondicional a la federación. Muchos cordobeses han visto en las peñas un ejemplo clarísimo de la política clientelista que mantuvo la extinta Cajasur, ¿tú cómo lo ves?
R. Cuando yo entro en la junta directiva, Miguel Castillejo ya no era presidente de Cajasur. Sobre eso poco te puedo decir. Desconozco exactamente la relación. Sí es verdad que la sede de la federación pertenecía a la antigua Obra Social de Cajasur, hoy pertenece a la Fundación Cajasur. Así que supongo que la relación sería intensa; pero desde que yo entro, no. Ahora, como con todas las instituciones, también quiero reunirme con la Fundación Cajasur, con Ángel Cañadillas y retomar relaciones.
P. ¿Que sigáis en la sede está atado y bien atado? A ver si vais a sufrir un desahucio…
R. (Ríe) No, hombre. Hay un documento de la antigua obra social que nos cede el inmueble. Pero, vamos, que yo quiero presentarme al presidente de la fundación porque, de momento, solo lo conozco por los medios. Espero que me reciba y que charlemos un rato.
P. Pero aquel grifo de Cajasur se adelgazó…
R. Se secó, se secó. Bueno, no del todo, ahí tenemos la sede. Una casa magnífica en la Judería. Algunas personas se quejan de su difícil accesibilidad porque no hay autobús, no se puede ir en coche…
P. Hombre, es que está en un casco histórico Patrimonio de la Humanidad.
R. Ya; pero hay personas mayores que les cuesta trabajo, que se quejan… pero, vamos, que todo se soluciona. En esta vida todo tiene solución, menos una cosa.
P. Hablando de grifos que se secan: en el imaginario queda la imagen de que el colectivo de las peñas está muy subvencionado para no hacer más que peroles y campeonatos de dominó.
R. Eso es un tópico. Una idea falsa. Mañana (por ayer) es San Rafael, muchos cordobeses se irán al campo, en familia, entre amigos, con la peña, con la cofradía, con la asociación… el perol es convivir, es hermandad. El perol no es de las peñas; es de Córdoba. Ha existido y existirá siempre. Es tradición.
P. Que sí, que sí; pero yo hablaba de las subvenciones.
R. A principio de los años dos mil colaboraban con nosotros muchas empresas; pero, después, muchas de esas empresas ya no podían hacerlo. Nuestro patrocinador es el Ayuntamiento a través de convenios que se renuevan para que podamos organizar nuestros grandes eventos. El próximo, por ejemplo, la Cabalgata de los Reyes Magos de la ciudad de la que la Federación junto con el Ayuntamiento es su organizadora.
El perol es convivir, es hermandad. No es de las peñas, es de Córdoba
P. Pero se os achaca que, mientras se os subvenciona, vosotros no sois demasiado solidarios con la gente que, como tú decías, desde mediados de los años dos mil, lo está pasando mal.
R. Esa obra social la llevamos también en el programa. Por ejemplo la recogida de alimentos que hacen algunas peñas en los barrios. Pero te puedo decir que hemos aprovechado los últimos dos años, cuando se ha celebrado el Concurso Nacional de Copla Ciudad de Córdoba -que forma parte de la subvención conveniada con el Ayuntamiento y, por lo tanto, la entrada es gratuita-, hemos hecho que al presentar la entrada, se haga aportando uno o dos kilos o litros de productos no perecederos para entregar al Banco de Alimentos. En los años 2013 y 2014 recogimos unos dos mil kilos aproximadamente. El año pasado también entregamos alimentos al comedor social de los Trinitarios, la Federación de Peñas es hermano mayor de honor del Cristo de Gracia. Seguiremos haciéndolo, pero queremos organizar más acciones sociales.
P. Por cierto, ya que tu discurso se ha centrado mucho en el concepto de “renovación”, ¿queda espacio para el rock and roll entre tanta copla?
R. Lo hay, claro que lo hay. Esa es otra de las acciones para atraer a la juventud: organizar conciertos. Yo tengo un hijo rockero, tengo el rock en casa. Es cultura, y toda la cultura cabe en la federación de peñas.
P. Que no todo va a ser copla…
R. No todo. La copla no se va a olvidar, pero impulsaremos otras cosas, el flamenco, por ejemplo, patrimonio inmaterial. Hay muchas peñas flamencas en nuestra federación.
P. ¿Y el deporte? No hay muchas peñas deportivas en la federación.
R. No; no las hay. Hay peñas del Córdoba C.F., pero no peñas que practiquen o promocionen el deporte.
P. Pues hay instalaciones y posibilidades en todos los barrios…
R. Sí, queremos incentivarlo. Estoy en contacto con un técnico deportivo y queremos organizar actividad física para nuestros mayores y deporte para los jóvenes y la infancia. Queremos organizar campeonatos de fútbol-sala o pádel, suscribir convenios con gimnasios o asociaciones deportivas, nos gustaría la posibilidad de utilizar las instalaciones que tiene la Diputación en Cerro Muriano para organizar campus en verano…
P. ¿Se “cuela” la política en las peñas?
R. No, no. Ya te he dicho que nosotros tenemos buena relación con todos, sean del color que sean.
P. No me refiero a eso. Pregunto, si en la peña, como lugar de convivencia, se habla de política, se discute.
R. Igual que se habla de cine, de deporte, de toros… no le ponemos un bozal a nadie para que no hable de política. Igual que habla el del Barça con el del Madrid, el del Sevilla con el del Betis, se puede hablar de las opciones políticas de cada uno; siempre en buena armonía.
P. Por cierto, ahora que has nombrado los toros, me cuentan que el día de las elecciones se demostró que las peñas taurinas son las más conservadoras, las más continuistas, que ahí no agarraste mucho voto, diríamos, ¿tú lo percibiste así?
R. (sonríe) Puede ser, puede ser. Pero yo soy, porque las peñas lo han querido así, el presidente de todas, por grandes o pequeñas que sean, se dediquen a lo que se dediquen. Son todas iguales para mí. De hecho, estoy en contacto con una persona para que se encargue de esa área taurina que es padre de un banderillero.
P. Bueno, te estrenas como presidente en San Rafael, vaya aterrizaje. ¿Eso es casualidad o es que forma parte del calendario de las elecciones en la federación?
R. Es casualidad. Cuando se disuelve una junta, una comisión gestora durante un mes se encarga de organizar unas elecciones que se celebran cuarenta días después. Y cumplió el día veinte.
P. Justo para celebrar el patrón.
R. San Rafael es el patrón de las peñas desde el 24 de octubre de 1957, cuando se declaró así en una misa en la iglesia del Juramento que ofreció el –creo que era canónigo de la Catedral– Antonio Laguna, ante más de doscientos miembros de diferentes peñas de Córdoba (en esa época aún no había federación). Eso está escrito.
P. Así que pregón, misa, perol… un fin de semana intenso para toda la federación y su nuevo presidente.
R. Intenso y muy bonito. Iremos esta noche (por el viernes) al pregón que pronunciará Rafael A. Butelo y luego, en honor del pregonero, se brindará con una copa de vino español, como se dice. Asistiré acompañando a la Reina de las Peñas actual.
Podemos presumir de la belleza de la mujer cordobesa ¿o no? Y no solo los cordobeses, sino en toda España
P. Por cierto, esto de la Reina de las Peñas, ¿no tiene cierto aire machista, tú que hablas de apertura?
R. Bueno, antes el presidente iba del brazo de la Reina al pregón. Yo la acompañaré, le dejaré su sitio.
P. Vale, vale, pero yo hablo del tinte machista de que haya una Reina de las Peñas. En el carnaval hay sultán y sultana, por ejemplo.
R. Es verdad. Podríamos cambiarlo por “madrina” en vez de reina.
P. ¿Y “padrino”? Va a sonar a Corleone…
R. (Risas) Es verdad, va a sonar raro. Habrá que verlo. Pero sí, es algo, que me han comentado. Pero es una tradición del siglo pasado.
P. Pero esos símbolos son, digamos, muy inmovilistas, poco acordes con estos tiempos. Tú hablas de apertura, de renovación ¿no es una contradicción?
R. Mira, podemos presumir de la belleza de la mujer cordobesa, ¿o no? Y no solo los cordobeses, sino en toda España. La que plasmara nuestro mejor pintor. Asumo que acabo de aterrizar; pero ya te digo que seré yo el que acompañe a la reina, cediéndole el sitio, no al revés.
P. Pues igual me lo pones, en fin. Otra pregunta pertinente en el debate ciudadano: al principal monumento de Córdoba, ¿le llamas Mezquita o Catedral?
R. Yo Mezquita-Catedral, desde que era chiquitillo siempre lo he escuchado así. Otras veces he oído Catedral, otras Mezquita… aquí no te puedo decir otra cosa… fuera le dicen Mezquita.
P. Y su gestión, ¿te parece la más adecuada?
R. Hombre… siempre la ha gestionado la Iglesia, desde que se creó, ¿no?
P. Hombre… siempre, siempre no.
R. Es verdad, es verdad…, en siglo X, no. Mira… yo, como con todo, lo que sea mejor para los cordobeses.
La noche electoral del otro día fue un triunfo de las peñas
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