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Sumar pregunta al Gobierno qué subvenciones dará a los olivares de montaña y tradicional

Enrique Santiago.

Redacción Cordópolis

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El diputado de Sumar por Córdoba, Enrique Santiago, ha defendido que “los servicios eco sociales que aporta el olivar de montaña”, en cuanto a “la protección del paisaje, el cuidado de la biodiversidad y el mantenimiento de los pueblos vivos y activos, son imprescindibles para la mejora del entorno ambiental y del mundo rural, en general, y no pueden ser sustituidos por otros modelos de producción”, de ahí que haya preguntado al Gobierno de la Nación qué ayudas dará al olivar de montaña y al olivar tradicional.

En concreto y según recoge la pregunta escrita, a la que ha accedido Europa Press y que ha registrado en el Congreso de los Diputados, dirigida al Gobierno de España “para su respuesta escrita”, Santiago quiere saber “qué medidas de asesoramiento, subvención o cofinanciación tiene previsto poner en marcha el Gobierno en este próximo periodo para el sector del olivar de montaña y olivar tradicional”.

Junto a ello, también pregunta Santiago si “valora el Gobierno establecer una línea de actuación específica para el olivar de montaña”, también si “va a incluirse en las actuaciones previstas un criterio diferencial por tamaño y titularidad de la explotación”, y si “se está trabajando en el diseño y aplicación de políticas de ayuda al olivar de montaña, en el marco de la nueva Política Agraria Común (PAC), que reconozcan los servicios ambientales proporcionados a toda la sociedad”.

Igualmente, el también portavoz de IU en el Congreso de los Diputados pretende conocer si “valora el Gobierno establecer líneas de trabajo que permitan la diferenciación del producto y su valor agregado mediante una Denominación de Origen Protegida (DOP)”.

Por último, y “dado el papel fundamental que el cooperativismo agrario tiene en el sector primario”, Santiago quiere saber “cómo valora el Gobierno la necesidad de impulsar medidas de democratización de sus estructuras, así como la necesidad de avanzar en materia de igualdad e incorporación de jóvenes en la dirección y otras estructuras de gobierno”, y también “qué medidas de asesoramiento, subvención o cofinanciación tiene previsto poner en marcha el Gobierno en este próximo periodo para las cooperativas olivareras de primer grado”.

En la exposición de motivos que justifican estas preguntas, el también portavoz adjunto de Sumar en el Congreso de los Diputados, ha recordado, en primer término, que las fuertes subidas experimentadas en el precio del aceite de oliva, según han indicado desde el propio sector, son “fruto de presiones especulativas ante la falta de aceite en el mercado y la mala cosecha de aceituna recogida en la campaña 23/24”.

Sin embargo, según ha aclarado Santiago, “las rentas percibidas por las personas productoras no se corresponden con la subida en el mercado” y, dado que “los gastos fijos de mantenimiento del olivar son constantes, por razones evidentes, es fácil suponer que una mala cosecha lleva a una situación de insostenibilidad financiera”.

En el caso del olivar de montaña, además, “esta situación se agrava por problemas estructurales del modelo, lo que ha llevado a una crisis de subsistencia en los últimos años, con costes de producción elevados, de alrededor de 3,40 euros por kilo de aceite en olivares tradicionales de campiña, y de seis euros por litro en olivares de bajo rendimiento en montaña, según datos del estudio de costes de producción del olivar de la Consejería De Agricultura de la Junta de Andalucía”.

Estos precios, además, “van creciendo si las malas cosechas se repiten año a año, dado que los costes por kilo se multiplican por el efecto sumatorio de los costes fijos de mantenimiento”, según ha precisado el diputado de Sumar por Córdoba.

“Frente a esta realidad --ha proseguido--, los olivares intensivos de regadío pueden producir a costes de 1,7 euros litro. Una diferencia notable que permite comprender el abandono de cultivos, como el olivar de montaña, mucho más complejos y menos rentables”.

Pero es que, según ha argumentado Santiago, “los servicios eco sociales que aporta el olivar de montaña”, en cuanto a “la protección del paisaje, el cuidado de la biodiversidad y el mantenimiento de los pueblos vivos y activos, son imprescindibles para la mejora del entorno ambiental y del mundo rural, en general, y no pueden ser sustituidos por otros modelos de producción”, de ahí que haya preguntado al Gobierno de la Nación qué ayudas dará, en concreto, al olivar de montaña y al olivar tradicional.

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