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San Juan de Palomares, 8: el árbol del Pacífico de San Lorenzo

Patio de la calle San Juan de Palomares,8 | MADERO CUBERO

Alejandra Luque

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En la pequeña prolongación de la calle San Juan de Palomares,8, a la espalda del colegio Trinitarios, Gabriel Castillo abre las puertas de su casa otro año más. Y ya van 11. Desde que en 2006 finalizara la restauración de la vivienda, Gabriel y su pareja decidieron participar en el concurso, “una cita a la que no hemos faltado nunca”. Tampoco lo ha hecho su árbol del Pacífico, que ha sido catalogado como el mayor de Córdoba y que ha superado, incluso, la altura de la vivienda.

Al igual que muchas viviendas del barrio de San Lorenzo, la de Gabriel Castillo fue también una antigua casa de vecinos. Concretamente, el propietario explica que la casa “data del 1800” y fue “a partir de los años 30 cuando se superpobló por la necesidad de la gente”. “Muchas familias del campo se vinieron a vivir a la ciudad y esta casa llegó a albergar a varias familias con seis u ochos hijos”, explica Castillo, quien sonríe cuando cuenta que “son muchas personas las que vienen y nos dicen: 'Pues yo no he nacido aquí' o algunos de sus familiares”.

Gracias a estas voces ajenas, Castillo y su mujer conocen historias de una casa que su dueño adquirió en los años 80 junto con el escultor cordobés Antonio Castilla. Por aquella época, la vivienda aún estaba habitada. “Cuando las personas mayores fueron falleciendo y los hijos marchándose, finalmente nos vinimos aquí”. Y fue en ese momento cuando empezó toda la remodelación de la casa, proyecto que se alargó durante todo un año.

La puerta de la entrada a la vivienda, restaurada por Castillo -quien tiene su taller en la parte baja de la casa- da la bienvenida a un zaguán realmente especial. “Mientras que estábamos remodelando la casa, un día vi en el contenedor unos restos. Eran de la antigua solería de la iglesia de San Agustín”. Y no se lo pensó. Directamente, “estos restos” pasaron a formar parte del pavimento de la casa de Gabriel.

Hoy, en el suelo luce el tradicional chino cordobés que estaba oculto bajo lozas de cemento. Buena parte del patio estaba ocupada “por las antiguas cocinas de las casas de vecinos pero las quitamos. En su lugar pusimos una pila de agua bendita”. Sobre ella, la imagen de San Rafael, obra también del escultor Antonio Castilla. En la segunda planta de la vivienda, una enorme cristalera da luz a esta casa patio que entre sus múltiples macetas aparecen piezas antiguas y arqueológicas.

A diferencia de otros patios, el de San Juan de Palomares, 8 no está abierto únicamente durante el Concurso. Y es que también puede visitarse los fines de semana y festivos gracias a las rutas Patios para disfrutar y Patios de la Axerquía Norte.

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