La Aemet concluye que el tornado de Córdoba alcanzó rachas de viento de 220 kilómetros por hora

El tornado que en la madrugada del 9 de marzo dejó graves daños en la ciudad de Córdoba alcanzó vientos máximos de 220 kilómetros por hora, según el informe preliminar de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) firmado por los meteorólogos Juan de Dios Soriano y Delia Gutiérrez, que visitaron la ciudad días después para valorar este fenómeno.

“La situación meteorológica, los datos de teledetección y observación disponibles, así como el análisis de los daños  localizados y testimonios no deja lugar a dudas acerca de la ocurrencia de vientos intensos de carácter localizado y origen convectivo en la ciudad de Córdoba”, concluyen, en un documento que han hecho público este viernes.

La Aemet señala que “la noche del 8 al 9 de marzo de 2024, una banda nubosa asociada a una potente borrasca, nombrada Mónica, centrada al noroeste de la Península dejaba a su paso precipitaciones generalizadas y vientos moderados a fuertes del suroeste en amplias zonas. A la mañana siguiente se reciben noticias de importantes daños por viento en la ciudad de Córdoba, atribuidos por diversas fuentes a un tornado. Posteriormente se recibe información de daños por viento en una central termosolar en el término municipal de Posadas, al suroeste de la capital”.

“La estructura lineal de las trazas de daños hace pensar en el paso de vórtices tornádicos o de mayor escala como causantes de los mismos. Daños similares, siguiendo también un patrón lineal, en la central termosolar habrían tenido un origen similar.  Por todo ello, se estima que, durante las primeras horas de la madrugada del día 9 de marzo de 2024 en la ciudad  de Córdoba, vientos de origen convectivo, incluyendo un posible tornado, fueron los causantes de los daños producidos en la ciudad. La intensidad máxima del viento habría alcanzado categoría IF2 (escala International  Fujita), del orden de unos 220 km/h”, concreta el informe, que es oficial y que será usado por los afectados para solicitar los pagos a las correspondientes compañías de seguros.

Durante su visita, los meteorólogos recogieron testimonios, tomaron fotos, cogieron datos y también otro tipo de aportes a través de redes sociales o imágenes captadas por vecinos. Así, señalan que “los daños en la ciudad parecen organizarse en dos trayectorias paralelas que discurren de suroeste a noreste, en principio a ambos lados del río, aunque la trayectoria más al sur lo cruzaría río arriba del meandro que dibuja el curso del Guadalquivir en la ciudad. La primera trayectoria tendría una extensión de más de cuatro kilómetros, y la segunda se acercaría a los 10. Los daños identificados se distribuyen en un ancho máximo del orden de unos 400 metros en la línea al norte, y de unos 800 en la del sur. La distancia entre ambas trayectorias sería del orden de un kilómetro”, concreta. “La primera parece perder intensidad a la entrada del casco antiguo de la ciudad, mientras que la segunda se prolonga hacia las afueras al noreste”, señalan.

“La intensidad de los daños parece encontrarse mayoritariamente en la categoría 1,5 de la escala IF (International Fujita), que corresponde a vientos de unos 180 km/h, aunque algunos de los daños podrían estar incluso en la categoría IF2 que supone vientos del orden de 220 km/h, mientras que otros daños, como el desplazamiento de maquinaria pesada en el tejado del edificio del hospital, o el vuelo durante más de 200 metros de chapas de placas del techado de una nave son difíciles de evaluar”, explican.