¿Vinieron para quedarse?

La victoria sobre el Oviedo supone un gran paso hacia la permanencia. Tanto es así que apenas es necesario un punto para convertirla en matemática. La situación del Córdoba antes de las dos últimas jornadas es totalmente diferente a la que viviera a lo largo de las anteriores. La salvación sólo requiere una rúbrica que, salvo hecatombe, será un hecho sí o sí. De ahí que el club haya iniciado la planificación de la próxima temporada con la renovación de Sasa Markovic. El serbio prolongó el lunes su vínculo con el conjunto blanquiverde hasta 2020 y abrió un capítulo que esta vez se hizo de rogar bastante. Ése no es otro que el de la firma de la continuidad de los futbolistas que cumplen contrato a final de campaña. Son doce los que acaban su relación con la entidad califal el 30 de junio y entre ellos se encuentran tres nombres destacados. Son los de Javi Lara, Sergio Aguza y Mariano Bíttolo, los refuerzos del mercado invernal, que hoy por hoy pasan por contar con un papel notable dentro del equipo.

A otros jugadores como Piovaccari o Alfaro, cuyo final de curso es significativo, se unen precisamente los tres que llegaran en el mercado invernal. Los tres recalaron en el Córdoba con el objetivo del ascenso aún en mente. Sin embargo, se toparon con un conjunto en el inicio de una profunda crisis. En medio de ese proceso de declive, los últimos en llegar fueron requeridos para tratar de impedir mayores problemas de los que comenzaba a tener, cada vez más, el cuadro califal. A todos les costó ofrecer sus mejores prestaciones dentro de la tónica de discreto juego y malos resultados de los blanquiverdes, pero Javi Lara y Aguza terminaron por dar poco a poco todo lo que se esperaba de ellos. Un buen ejemplo existió, sin ir más lejos, el pasado domingo. Los dos fueron piezas fundamentales en el triunfo sobre el Oviedo. El montoreño incluso logró estrenarse como goleador después de varios intentos desde su incorporación.

Fue Mariano Bíttolo el que más tiempo necesitó para entrar en la dinámica de juego del conjunto blanquiverde. De hecho, tardó casi un mes desde su fichaje en entrar en el once. Lo hizo en la jornada 26, con la visita de los de Carrión al Levante. Entonces Cisma actuaba en el centro de la zaga y después su lesión acabó por asegurar, dada la falta de confianza del técnico en Samu de los Reyes, un lugar en la alineación. Tras su debut en el Ciutat de Valencia apenas se perdió un encuentro. Es decir, fue fijo para el preparador barcelonés, al igual que Javi Lara y Aguza. El montoreño no pudo entrar de inicio recién llegado, pero una vez que lo hizo nunca volvió a salir. El catalán, por su parte, apenas desapareció del equipo en dos partidos. Y no fue por decisión técnica sino por sendas sanciones.

En definitiva, los tres futbolistas son parte esencial en el actual Córdoba. Así, en esta ocasión quedó claro que los fichajes no fueron eso. Se convirtieron en refuerzos reales en una diferenciación que siempre aparece cuando es abierto un mercado. Dicho de otro modo, su aportación resultó claramente significativa e importante para que el cuadro califal lograra, no sin dificultad, su nuevo objetivo, el de la permanencia -si bien éste todavía no es matemático, está casi hecho-. Pero los tres firmaron hasta el 30 de junio, de forma que sus nombres se engloban en la lista de jugadores que finalizan contrato. A buen seguro, muchos estarán atentos a los próximos movimientos del club en relación a las renovaciones y a la espera de que algunos de los siguientes anuncios correspondan a Javi Lara, Sergio Aguza y Mariano Bíttolo.