Sasa, la respuesta
Corrió como un loco, riéndose y mirando hacia la grada de fondo en la que los seguidores desfogaban toda su frustración contenida. “Era tan feliz que no sabía ni dónde estaba mi camiseta”, confesaba Sasa Markovic (Brus, Serbia, 1991), que se convirtió en el héroe del partido ante el Real Zaragoza y en el fabricante de una dosis de la mejor medicina que existe en el fútbol. Su gol en el descuento -“traté de marcar a lo Sergi Roberto, me acordé de la remontada del Barça”, dijo- significó un alivio para su club y algo muy especial para él. Después de recibir abrazos de todos, se agachó y se señaló la rodilla, donde una cicatriz atestigua un pasado de dolor. “Han sido casi ocho meses trabajando y esperando este momento. Ahora quiero jugar”, indicó en la zona mixta, donde le aguardaban muchos micrófonos. El serbio y su perenne sonrisa vuelven a ser noticia. Otra vez está ahí. Sasa, su fútbol y su espíritu de superación pueden ser la respuesta para un Córdoba que está obligado a rehacerse cada semana, destruido por lesiones, sanciones y una necesidad de cambiar para salir de su particular atolladero.
Sasa Markovic, que este lunes festeja su 26 cumpleaños -“lo celebraré, pero poquito”, dijo tras el partido-, se rompió los ligamentos de la rodilla en las vísperas del partido que el Córdoba tenía que jugar la pasada temporada ante el Girona. Era el play off de ascenso a Primera. Ha vuelto en enero y se ha encontrado con un panorama inesperado. Ahora los blanquiverdes pelean por alejarse de los puestos de descenso y el polivalente jugador serbio ha echado una buena mano. Su gol culminó una remontada en el añadido y provocó una explosión de entusiasmo que el grupo tendrá que usar para neutralizar la avalancha de problemas, que continúan sin freno. La ola de positividad tendrá su test muy pronto: este próximo sábado, el Córdoba vuelve a casa. Ahí ha ganado, con goles en la prolongación, los seis últimos puntos frente al Alcorcón y el Zaragoza. Llega el Numancia. Enlazar un tercer triunfo sería, además de una estadística que no se ve desde hace años, un impulso para que los cordobesistas levanten el vuelo.
“Espero jugar mucho más después de la lesión, ahora me encuentro muy bien físicamente’”, declaró Markovic. Hasta ahora no ha disputado un solo partido completo. Regresó durante unos minutos en la Copa ante el Alcorcón. Luego apareció en el Anxo Carro de Lugo durante media parte y la semana siguiente se estrenó en casa con seis minutos ante el Huesca. Esos tres partidos terminaron con derrota. Sasa no dispuso de ningún minuto más hasta este sábado. El Arcángel hervía en un intenso partido ante el Zaragoza. Salió al campo en el minuto 69, con 0-1 en el marcador. Al minuto siguiente, Rodri firmó el empate. Luego, en el descuento, el propio Markovic hacía el 2-1.
“Me alegro por mí, por mi equipo y por la afición, que se lo merece”, explicó en su más que decente castellano un jugador que el próximo sábado puede tener grandes opciones de disfrutar de su primera titularidad. Carrión no podrá utilizar a Sergio Aguza ni a Edu Ramos, que cumplirán un partido de sanción por sus tarjetas ante el Zaragoza. También le faltan Juli y Caballero, lesionados, y Pedro Ríos, que cumplirá su segundo partido de castigo por la roja ante el Nástic. Está por ver si Héctor Rodas sale a jugar con máscara o Bijimine culmina su vuelta. En cualquier caso, Sasa ha ganado posiciones para convertirse en uno de los elementos revulsivos de un Córdoba que aspira a encauzar la solución de sus problemas con un talante que simboliza a la perfección el serbio.
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