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Pellízquense, ¡claro que se puede!

Victoria del Córdoba en el Municipal de Reus | LOF

Rafael Ávalos

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Del infierno a la gloria sin paso por el purgatorio. El fútbol es un carrusel de emociones a veces, incluso, perjudicial para la salud. Pero también un vivero de alegrías que son tan grandes que apenas pueden explicarse con palabras. Y el Córdoba es experto en estas lides. El conjunto blanquiverde respira fuera de la zona de descenso después de siete meses y medio y depende de sí mismo para obtener una permanencia otrora vista como imposible. Lo hace tras vencer al Reus en un partido en el que de repente se viera asaltado por viejos fantasmas. Los más tenebrosos, los de aquel Valladolid de la 2004-05. La afición, tanto como el club y la plantilla, no merece ese final. Y por el momento no lo va a tener, porque apura sus opciones de continuar en Segunda A hasta el último choque. Un gol de Aythami es lo que concede esta ocasión de ser feliz unos días más y mantener vivo el sueño para los califales. Pellízquense, ¡claro que se puede!

El camino a la felicidad arrancó un día antes del partido. Fue el sábado cuando Sergi Guardiola tuvo que abandonar la concentración del equipo en Cataluña debido al parto de su pareja. Saltaban ligeramente las alarmas, pero existía la confianza en que el balear pudiera estar en Reus. Y así fue finalmente. Tras un viaje relámpago de ida y vuelta, el pichichi del Córdoba no sólo estuvo a disposición de Sandoval sino que entró en el once. Faltaba aquello de que la recién nacida viniera con un triunfo, como si de una barra de pan se tratara, debajo del brazo. El presagio era positivo de cara al duelo en tierras tarraconenses, para el que el técnico califal descartó a Javi Lara, Loureiro y Caro. Era el momento en que el madrileño ya no podía esconder más sus cartas, que en la alineación fueron las mismas que la anterior jornada a excepción de Álex Vallejo. El vitoriano recuperó la titularidad en detrimento de Álvaro Aguado.

La afición conocía cada detalle en la grada del Estadio Municipal de Reus bajo una tensa calma. Pero a la vez con un innegable aire de optimismo. Confiaban en que esta vez el sueño se hiciera realidad. Lo cierto es que la contienda arrancó con una primera acometida del Córdoba, si bien ésta apenas generó sensación de peligro para Edgar Badía. Álex Vallejo cabeceó débilmente un lanzamiento de falta de Reyes y el balón se marchó desviado. El acercamiento inicial quedó olvidado enseguida gracias al buen hacer de un Reus que para nada parecía estar tan tranquilo como la inmensa mayoría quería creer. El cuadro rojiblanco comenzó a hacerse dueño del esférico y salía bien en jugadas en largo. De esta forma, tras una pase de Álex Menéndez a Carbià por la banda izquierda terminó con un susto para la parroquia blanquiverde. Un mal despeje de la zaga visitante permitió a Juan Domínguez cazar la bola. Su remate impactó en un defensa.

Con el paso de los minutos el conjunto califal no conseguía romper el dominio, poco llamativo eso sí, del Reus. Los de Sandoval entendieron que habían de dar un paso al frente de alguna manera, y lo hicieron. En el 12, Álex Vallejo buscó de nuevo el gol. No tuvo fortuna en su tiro, como tampoco Sergi Guardiola segundos después. Su disparo lo atrapó Edgar Badía. Los blanquiverdes aparecían ya con asiduidad en área rival, lo cual era un buen síntoma. Edu Ramos desde la frontal lo intentó sin encontrar puerta. El Córdoba estaba, ahora sí, en el encuentro, que puso a su favor en el 24. Tras un saque de esquina en corto, Aguza colgó el balón y Aythami tocó. El pichichi blanquiverde no pudo conectar, pero sí lo hizo en segunda instancia Álex Quintanilla. El bilbaíno abrió el marcador y llevó la euforia a la afición desplazada. El choque entró entonces en otra dimensión, con los cordobesistas metidos en un fútbol control del que sólo se liberó Juan Domínguez con un golpeo desde la media luna que obligó a Kieszek a intervenir.

Al filo del descanso, Sergi Guardiola procuró que el Córdoba incrementara su renta. Su pase de la muerte tras varios regates en el interior del área se paseó por boca de gol sin encontrar rematador. Miramón mandó a córner para evitar disgustos a los de López Garai. Así, el conjunto blanquiverde tomó la bocana de vestuarios con el 0-1 en el electrónico. En ese momento, estaba fuera del descenso después de siete meses y medio. Pero no había que lanzar las campanas al vuelo. Restaba una segunda parte que prometía ser intensa, pues el Reus no estaba dispuesto a regalar el triunfo. Lo demostraron los catalanes con una fuerte salida en la reanudación, con unos primeros minutos en los que se aproximaron al área blanquiverde con excesiva frecuencia. Fue en el 55 cuando Aguza puso la alternativa con un disparo desde la frontal. Aunque el catalán no intimidó demasiado a Edgar Badía, que atajó sin complicaciones.

Si bien no resultaba especialmente vistoso, el partido estaba vivo. Y eso no acababa de beneficiar al Córdoba, que necesitaba liquidar la victoria para no sufrir o, aún peor, ver desdibujarse lo que empezaba a ser una hermosa realidad. En el 64 lo intentó por mediación de Jovanovic, con un fuerte disparo que detuvo Edgar Badía de forma no poco meritoria. De la oportunidad de rematar la faena se pasó a recibir un descomunal mazazo. En un lanzamiento de falta, Atienza apareció en el interior del área visitante para remachar y establecer el empate en el marcador. Un cordobés tuvo que ser quien dañara al cuadro califal. El jarro de agua fría significaba además regresar a la zona que conduce a Segunda B. El tanto del Reus llevó a Sandoval a mover piezas e introdujo a Narváez. Había que ir a por todas, pero sin perder la cabeza. Sin embargo, el panorama se ennegrecía con otros resultados. Pudo ser peor si no hubiera actuado Kieszek providencialmente ante Edgar Hernández en lo que tenía todo el aspecto de convertirse en el 2-1.

El Córdoba respondió en el 74 con un remate desacertado de Jovanovic. El serbio lo tenía todo a su favor para anotar, pero mandó el esférico por encima del marco de Edgar Badía. Esta ocasión fue un espejismo de una reacción de los blanquiverdes que no terminó de llegar. Es más, los de Sandoval se descompusieron ante un Reus que quería la victoria. Carbià estuvo a punto de hacer el 2-1 en la oportunidad más clara de los diversos acercamientos de los catalanes. El preparador califal trató de quemar las naves con la entrada de Alfaro, que volvía al campo después de casi dos meses. Pero su equipo seguía sin rehacerse. Mientras, los tarraconenses mantenían la intención de romper las esperanzas de su rival. Pero la historia del cuadro califal está escrita a base de imposibles tanto como de frustraciones. En éstas apareció Aythami para conectar de cabeza y elevar el 1-2 en el tanteador. Los nervios crecían entre los expedicionarios cordobesistas. Tocaba aguantar y se hizo. Después vino la fiesta incontenible antes de la última final.

FICHA TÉCNICA

CF REUS DEPORTIU, 1: Edgar Badía, Jorge Miramón, Atienza, Tito, Alex Menéndez, Carbià, Juan Domínguez, Gus Ledes (Edgar Hernández, 57´), Yoda (David Haro, 75´), Lekic (Máyor, 65´) y Vitor Silva.

CÓRDOBA CF, 2: Kieszek, Fernández, Álex Quintanilla, Aythami, Jesús Valentín (Alfaro, 79´), Javi Galán, Reyes (Jovanovic, 58´), Edu Ramos, Álex Vallejo (Narváez, 69´), Aguza y Sergi Guardiola.

ÁRBITRO: Cuadra Fernández (Comité Balear). Mostró cartulina amarilla a los locales Gus Ledes y Juan Domínguez; y al visitante Narváez.

GOLES: 0-1 (24´) Álex Quintanilla. 1-1 (66´) Atienza. 1-2 (88´) Aythami.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la jornada 41 del campeonato de Liga en Segunda A, disputado en el Estadio Municipal de Reus ante 3.820 espectadores, de los cuales más de 200 eran blanquiverdes.

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