En las manos de Pawel
La excepcional actuación del portero en Zaragoza refrenda la remontada blanquiverde en la Liga | El polaco ha subido sus niveles de fiabilidad tras un irregular comienzo
Si hay que decir que Pawel salvó al Córdoba en La Romareda, se dice y no pasa nada. Aunque sería injusto colocar en la excepcional actuación del polaco toda la explicación sobre el punto que arrancaron los de Oltra ante el Zaragoza, un adversario con empaque y enrachado. Hubo más argumentos en el conjunto cordobés, que compensa su déficit en ciertos aspectos -la pegada arriba, fundamentalmente- con un formidable control emocional y capacidad para rehacerse en escenarios convulsos. En La Romareda, un recinto intimidante por su aforo -es el más concurrido en la Liga- y por la línea que llevaban los anfitriones -habían ganado todo allí-, el Córdoba mostró personalidad y confirmó la fiabilidad de su portería. Pawel Kieszek protagonizó alguna de esas paradas que al final del curso se ofrecerán en los vídeos de resumen dentro de las acciones más espectaculares.
Entre los minutos 58 y 61 del partido, con 1-1 en el marcador, el Zaragoza asedió el marco de Pawel de modo inmisericorde. El polaco impidió hasta el cuatro ocasiones que los maños desequilibraran el marcador, con intervenciones vitales ante Juan Muñoz, Ángel, Lanzarote y Morán. Todos los hombres de vanguardia del Zaragoza lo intentaron y terminaron frustrados ante el desempeño de Pawel, que evitó el gol y expandió entre sus compañeros una sensación de invulnerabilidad que les sirvió para acometer con mayor brío el tramo final de un exigente encuentro.
Kieszek, nacido hace 32 años en Varsovia, llegó para competir con Razak por la titularidad y ganó la partida en verano. Oltra le ha colocado bajo en marco en los siete partidos de Liga. Los inicios no resultaron especialmente brillantes. Unas cuantas pifias -en Murcia ante el UCAM, el día de la debacle en Huesca...- llegaron a colocarle en el disparadero. Con Razak marchándose cada dos por tres para sus compromisos internacionales con Ghana -en los dos próximos partidos no estará tampoco-, el polaco quedó como referente único.
Después de encajar media docena de goles en una semana -ante Lugo (3-3) y Huesca (3-0)-, consiguió echar el cerrojo a la portería. En los últimos cuatro partidos solamente recibió un tanto. Fue precisamente en Zaragoza y en la acción no se le puede reprochar nada: Cabrera le remató de cabeza a bocajarro tras una acción de córner ensayada. Ese único gol en 360 minutos de juego es una de las razones principales del despegue del Córdoba, que ha sumado 10 de 12 puntos y se ha atornillado a los puestos altos de Segunda.
Kieszek ha elevado su nivel de eficacia precisamente en un momento en el que la retaguardia cordobesista ha ido sufriendo modificaciones. Se cayó por lesión el lateral derecho Antoñito y le sustituyó Caro. En el centro de la zaga, Jonathan Bijimine sustituyó a Héctor Rodas tras el desastre de El Alcoraz, pero el valenciano no ha tardado el regresar porque Deivid se lesionó y lleva un par de partidos fuera de las convocatorias. En el lateral izquierdo, el único puesto intocable hasta ahora, podría haber novedades. Domingo Cisma se retiró en La Romareda con molestias y debutó el sevillano Samu de los Reyes. Para el próximo partido, el domingo en Soria ante el Numancia, se especulará con movimientos de entradas y salidas en la parte de atrás. Pero un puesto está más que claro: a Pawel no lo mueve nadie.
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