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Jorge Cubero brilla en su tierra

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Cristian López

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La octava etapa de La Vuelta España 2018 quedará durante mucho tiempo grabada en la retina de muchos cordobeses, aunque, sobre todo, de uno en especial. El último tramo del recorrido por tierras andaluzas volvió a estar liderado durante la mayor parte del mismo por el baenense Jorge Cubero Gálvez, que se erigió de nuevo -al igual que en la sexta etapa- como el ciclista más combativo de la ronda. Pese a las temperaturas extremas, el deportista cordobés encabezó una escapada, junto a Héctor Sáez (Euskadi-Murias) y el portugués Tiago Machado (Katusha), en la cual se metió entre pecho y espalda un total de 190 kilómetros a más de 40 grados, lo que acentúa el valor de su aventura en su debut en la competición nacional. Su sueño se cumplió el día de la puesta en marcha de la prueba, aunque está demostrando que no está para ser un mero testigo.

El paso estuvo dominado casi desde el inicio por Machado, Cubero Gálvez y Sáez Benito, los cuales ya en el kilómetro 75 rodaban en cabeza a más de 8 minutos del pelotón. De hecho, al paso por el Alto de Españares (3ª categoría, kilómetro 82), el punto más alto del trazado, el corredor de Baena llegó en segunda posición, lo que daba más emoción aún a su entrada en Los Pedroches. Pese al calor, multitud de aficionados cordobeses no quisieron perderse el paso de la competición nacional por la provincia, teniendo además a un paisano a la cabeza de la misma.

Cubero se cargó de energía en aquel momento, ya que en el paso por el sprint de Villanueva de Córdoba (kilómetro 123.6) era líder en solitario. El circuito continuó por Pedroche -tramo de pavés-, El Guijo y Santa Eufemia, donde los corredores estuvieron constantemente animados por el público presente. Hasta 12 minutos de renta llegó a tener el mencionado trío, los cuales fueron reduciéndose a medida que los velocistas del resto de equipos comenzaron a controlar las distancias. Eso sí, el sueño estaba cada vez más cerca.

No obstante, el cansancio provocó que en los últimos 5 kilómetros el resto del pelotón les diera caza. El corredor del Burgos BH nadó aplicando un enorme esfuerzo, aunque finalmente se vio obligado a claudicar muy cerca de la orilla. Un último tramo que dio paso a otro de los momentos de la jornada, ya que fue entonces cuando apareció la figura de Alejandro Valverde, que incluso llegó a someter a Peter Sagan en un emocionante sprint final en ligera subida, situación idílica para el murciano. De esta forma, el español consiguió firmar su segunda etapa de La Vuelta, manteniéndose en la segunda posición, justo por detrás del francés Rudy Molard, líder de la general.

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