Bebé y Solano dicen adiós al sueño del Mundial

Muere de pie en el Mundial de Lituania la selección española de fútbol sala. El combinado nacional, en cuyo plantel se encuentran los cordobeses Bebé y Solano, se fue deshaciendo poco a poco ante Portugal en el cruce de cuartos de final. De hecho, los de Fede Vidal llegaron a mandar por 2-0, aunque la reacción lusa les permitió remontar y llevarse finalmente el triunfo y la clasificación en la prórroga por 2-4. 

El choque comenzó con la intensidad que merecía un duelo de tal trascendencia. Dos de las mejores plantillas del fútbol sala mundial se veían las caras en un choque lleno de emoción y que se decantó primero para el combinado de Fede Vidal. Eso sí, tuvo que ser tras el descanso, pues la igualdad primó durante todo el primer acto. En concreto, a los 21 minutos fue Adolfo el que abrió la lata al picar con mucha elegancia un balón en largo ante la salida del guardameta luso. Y más de cara fue la corriente dos minutos después, cuando Adri hizo el segundo al resolver con contundencia un balón parado. 

Sin embargo, en el lado contrario estaba nada menos que la actual campeona de Europa, lo que hacía indicar que la renta de 2-0 no ofrecía ningún panorama de seguridad. De hecho, superada la media hora de partido, André Coelho recortó distancias y poco después era Zicky el que hacía de nuevo el empate. Por tanto, al igual que antes le había favorecido a España, ahora eran los portugueses los que habían conseguido neutralizar la renta en apenas cinco minutos.

Ninguno pudo dar otro golpe definitivo antes del final de los minutos reglamentarios, por lo que el choque se encaminó hacia a la prórroga, donde fue mejor la selección lusa. Un despeje fallido de los españoles acabó con el balón dentro de la portería defendida por Jesús Herrero. Fue entonces cuando se dio paso al juego de cinco, aunque la primera acción española acabó en otro balón franco para los portugueses que, a puerta vacía, hicieron el 2-4. España lo intentó, aunque ya no pudo batir más a su adversario. Aquí termina el sueño del Mundial para los cordobeses Bebé y Solano.