Fátima Gálvez, campeona del mundo de Tiro
La baenense alcanza el oro en la modalidad de Trap en el Mundial que se celebra en la localidad de Lonato tras sueprar en la final a la rusa Elena Tkach a falta de dos disparos
Por si todavía pudiera haber quien albergara la más mínima duda, este viernes ella y sólo ella se encargó de despejarla. Es una de las figuras más sobresalientes del deporte cordobés, pero también español. Y lo es aún más después de alcanzar la mayor de las glorias en Lonato (Italia). Se llama Fátima Gálvez y a partir de hoy es la vigente campeona del mundo de Tiro Olímpico en su modalidad de Foso (Trap). La baenense se alzó con la medalla de oro en un campeonato muy discutido y en el que incluso necesitó más trabajo del esperado para alcanzar las semifinales. Distinto fue en la final, en la que la tiradora superó con relativa facilidad a la rusa Elena Tkach, al terminar con once aciertos de quince por los nueve de su rival. En realidad, los dos últimos disparos ya eran un trámite para una deportista que no conoce límite.
Fátima Gálvez viajó a Lonato con la calma de tener sellado su pasaporte para Río de Janeiro desde hace casi un año exacto. Sucedió el 12 de septiembre del pasado año cuando la tiradora obtuvo su plaza para los Juegos Olímpicos de 2016 y fue en una cita como la de este viernes. Entonces, la baenense alcanzó el oro en Las Gabias, una medalla que pretendía mejorar en Lonato. Porque la cordobesa acudió al Campeonato del Mundo de Tiro Olímpico, que se desarrolla en la mencionada localidad de Italia desde este jueves, con la intención de obtener un éxito todavía mayor. A su imponente registro de logros, sumó esta vez nada más y nada menos que el título mundial en su modalidad de Tiro. Este oro sabe mejor aún después de que Gálvez regresara a una cita de primer orden internacional tras dos ausencias con la selección española: el Europeo celebrado en Maribor (Eslovenia) en julio y la Copa del Mundo disputada en Gabala (Azerbaiyán) en agosto. Precisamente en este último país subió también al primer cajón del podio allá por el mes de junio, cuando se proclamó campeona de Trap en la primera edición de los Juegos Europeos (que tuvieron lugar en Bakú).
Con todo, el camino hacia su magnífico triunfo en Lonato no fue sencillo para Fátima Gálvez, que en la ronda clasificatoria hubo de realizar un esfuerzo mayor al esperado inicialmente. La tiradora cordobesa completó su primera serie con 24 aciertos, un gran registro que sólo pudieron superar la egipcia Maggy Ashmawy y la británica Abbey Ling -fueron las únicas en conseguir un pleno-. Comenzaba bien la senda hacia la lucha final por las medallas y no continuó mal tras la segunda tirada, en la que la baenense sólo erró dos disparos. Así las cosas, con 47 platos rotos en total, apenas terminaron por delante Natalie Ellen Rooney (Nueva Zelanda), la rusa Elena Tkach -a la postre su rival en la final- y la coreana Yong Hui Pak. Sin embargo, igualaban sus guarismos otras seis deportistas, por lo que el pase a semifinales se presentaba duro.
Así las cosas, se hacía necesaria una tercera serie cuasi impecable para asegurar su lugar en la siguiente ronda. Esta vez, Gálvez sólo sumó 22 tiros acertados, lo que la dejaba con 69 en total e igualada con otras cinco tiradoras. Es decir, tuvo que acudir a un desempate en el que se impuso con absoluta claridad: sólo la portuguesa Ana Rita Rogrigues pudo seguirle el ritmo hasta el cuarto plato. En el quinto, decidió la baenense.
Superado el peor trance de la jornada, la cordobesa mantuvo una total seguridad en el resto del campeonato. En semifinales, realizó un concurso serio y firme que acabó con la clasificación para la lucha definitiva por el oro. Sin embargo, al paso por el décimo plato existía un quíntuple empate a ocho platos rotos. Fátima Gálvez rompió entonces cuatro seguidos y estableció un registro de doce aciertos que resultaba inalcanzable para todas sus rivales, de entre las cuales tres tuvieron que acudir a desempate. Fue la rusa Elena Tkach quien se llevó el gato al agua y entró en la final, en la que poco pudo hacer para discutir el dominio, por fases abrumador, de la baenense: a falta de dos disparos ya era campeona del mundo. El resultado definitivo fue de once tiros correctos por parte de Gálvez y nueve por parte de su adversaria.
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