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El Córdoba, un rompecabezas semanal

Once del Córdoba en Tarragona en la última jornada | LOF

Paco Merino

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Entre las bajas por lesión, las sanciones -especialmente virulentas en el último mes y medio, con un aluvión de expulsiones- y la obligación de remover el grupo para cambiar una dinámica descendente en 2017, el Córdoba no ha repetido equipo en los doce partidos de Liga que llega con Luis Carrión al frente. En los cuatro de Copa del Rey también se alteró de manera considerable la formación. La continuidad parece imposible. Aunque el hecho de no calcar el once jornada a jornada puede considerarse normal, sí llama la atención en el caso cordobesista que ni siquiera se puede identificar un armazón clave, una columna vertebral sobre la que construir el resto. Apenas hay intocables para Carrión, que ha pulsado todas las teclas posibles desde la puerta hasta la punta.

En su debut en Liga, en el campo del Reus, Carrión alineó a Pawel, Antoñito, Héctor Rodas, Bijimine, Cisma, Borja Domínguez, Edu Ramos, Guille Donoso, Javi Galán, Juli y Rodri. Fue el 4 de diciembre y el Córdoba ganó por 1-2 al que por entonces era uno de los equipos revelación de la temporada. Entre ese once y el que dispuso el domingo pasado en Tarragona hay un mundo. Ante el Nástic jugaron Razak, Caro, Héctor Rodas, Luso, Pedro Ríos, Bíttolo, Edu Ramos, Aguza, Alfaro, Javi Lara y Rodri. Sólo tres repitieron. La defensa fue cambiada por completo a excepción del central Héctor Rodas, al que le partieron los huesos de la nariz y tuvo que salir del campo. Este fin de semana podría actuar con una máscara. En Tarragona tuvieron que jugar Luso y Edu Ramos como centrales.

El cambio de sistema, con Pedro Ríos y Tano Bíttolo de carrileros y tres atrás, se podría repetir ante el Zaragoza pero con nombres distintos. El jerezano estará fuera ante los manos y frente al Numancia, pues ha sido castigado con dos partidos de sanción por su expulsión en Tarragona. Sí podrá estar Domingo Cisma, que cumplió su castigo el fin de semana pasado, y seguramente Antoñito, reincorporado a los entrenamientos del grupo, esté en la lista de convocados. Está por ver qué sucede con Jonathan Bijimine, físicamente apto para regresar a un equipo del que salió tras sufrir fuertes contusiones en un accidente de tráfico.

En el centro del campo, Edu Ramos ha sido una de las piezas más fiables para Carrión, que sólo le dejó fuera cuando no tuvo más remedio: al malagueño le cayeron dos partidos de sanción por su expulsión ante el UCAM Murcia. Arriba permanece Rodri, aunque el soriano también tuvo en su día un banquillazo para darle el sitio a Piovaccari. El Córdoba ha jugado con Rodri, con el italiano, con los dos juntos y con ninguno en la punta. Sigue siendo uno de los equipos menos goleadores del campeonato, con una media inferior a un tanto por partido. De la fuerte apuesta inicial por los productos del filial se ha pasado a las llamadas a en las últimas semanas de Esteve Monterde, que ha ayudado saliendo del banquillo. Javi Galán retornó el B después del mercado invernal, en el que llegaron Javi Lara, Sergio Aguza y Mariano Bíttolo. Todos ellos se han hecho con un sitio en el equipo.

El cambio en la portería ha sido una de las determinaciones más controvertidas de Carrión, que dejó a Pawel en el banquillo después de la derrota casera ante el Huesca (0-2) para dar la titularidad a Razak Brimah, que no había jugado un solo minuto en Liga hasta la visita al líder Levante. Allí el Córdoba perdió por 3-1 y el africano no tuvo una actuación especialmente brillante. De hecho, el primer gol nació de una salida suya fuera del área en la que le sacaron tarjeta, señalaron falta y en la misma acción llegó el gol granota. El internacional ghanés siguió bajo el marco en el partido en casa ante el Alcorcón (1-0), en el que los blanquiverdes rompieron en el tiempo añadido una racha de cinco meses y medio sin ganar en El Arcángel. En Tarragona, Razak volvió a protagonizar una jugada desgraciada en el primer gol local. El Córdoba volvió de vacío tras encajar un gol en el tiempo añadido. Ahora le aguardan dos partidos seguidos en El Arcángel y el equipo volverá a cambiar con total seguridad. Carrión tendrá su habitual rompecabezas semanal.

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