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Una Copa indigesta

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Cristian López

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Por mucho que fuese entre semana. Por más que se jugara a puerta cerrada y ante un equipo de Segunda División. Aun siendo un cruce de dieciseisavos de final de la Copa del Rey RFEF Futsal, a nadie se le escapa que la visita un curso más del Córdoba Patrimonio de la Humanidad al Sebastián Moya Lorca de Mengíbar aguardaba un aura especial. Así volvía a ser en esta ocasión, y probablemente así será para siempre, dado que allí se produjo el hito más importante del club blanquiverde hasta la fecha. No obstante, ese episodio sigue grabado a fuego en los anales del club, aunque lo cierto es que del pasado no se alimenta nadie, por lo que la mente debía estar puesta única y exclusivamente en el presente. Tocaba iniciar una andadura en el torneo del KO. Aunque sería breve. 

El hándicap del Córdoba Patrimonio en lo que va de curso, y que no iba a ser menos en el choque copero, es que la autoexigencia aparece en los momentos delicados. Hay que vivir en el alambre para sacar el potencial del equipo, lo cual ya les ha hecho perder numerosos puntos en la competición doméstica. Y esa puesta en escena al ralentí pudo comprobarse ya desde los primeros compases del duelo. Apenas necesitó el cuadro de Javier Garrido un par de minutos para inaugurar su casillero. Así es, un error en la salida de balón de Boyos, cuyo pase acabó topándose con el pie de Ezequiel en la presión, y el impacto hizo virar la dirección del balón, que con cierta fortuna se fue hacia la meta defendida Víctor, que al estar adelantado no pudo alcanzar la trayectoria. Caía el primero. 

Inicio a contracorriente. Andaba espeso el conjunto califa, que no terminaba de hilvanar ninguna acción con peligro real. De hecho, la primera oportunidad la firmó Cordero con un disparo lejano que atajó sin problemas Marco. Y es que ni el gol en contra propició que el choque subiera una marcha más en intensidad, al menos por parte de los cordobeses. Minutos en los que el partido se jugó a un estilo completamente plano, con muchas imprecisiones de ambos equipos y muy pocas oportunidades de gol. Pero lo cierto es que a Mengíbar le bastaba mientras no sufriera en demasía, y tampoco lo hizo, pues el Córdoba Patrimonio se limitaba prácticamente a abusar del tiro lejano, principalmente con Boyos y Shimizu. 

Eso sí, el paso de los minutos fue evidenciando, en cierta manera, que uno de los dos clubes era de Primera. Y si no era raíz del juego colectivo, sí que sería por medio de alguna chispa individual. Fue precisamente eso lo que salió de los pies de Joaqui, que logró sacarse de la chistera un pase espectacular para habilitar a Koseky en la ocasión más clara de los cordobeses. Sin embargo, el mano a mano del prieguense se topó con el cuerpo del meta, aunque el rechace acabó impactando en la mano de su compañero, con lo que el árbitro decretó penalti. Y ahí tampoco gozó de suerte el conjunto de Josan, ya que de nuevo Marco adivinó la intención de su adversario, consiguiendo atajar el disparo de pena máxima de Manu Leal. Nada andaba de cara para los visitantes. 

Con todo, esos acercamientos sí que propiciaron una mejoría en la imagen de los califas, que se hicieron cada vez más dueños del balon. Tenían en sus botas la posesión, pero sin llegar a generar peligro. Por contra, seguía picando más la mordedura del Mengíbar, que a través de acciones individuales no cesaba de sumar acercamientos. El choque se rompería en el tramo final del primer tiempo, con los cordobeses yendo a por el empate a pecho descubierto y el Mengíbar sumándose a esos minutos de locura. Boyos hizo temblar la portería jienense con un potente disparo que se estrelló en el poste. Y el que no perdonó fue Dani Colorado a escasos segundos del descanso. El jugador rojillo logró ganarle la posición a Cordero en un cuerpo a cuerpo, para acto seguido picarla de forma extraordinaria por encima de Víctor y convertir el segundo. Un auténtico mazazo de agua fría para el Córdoba Patrimonio, que se iba a vestuarios con una desaventajada de dos goles y con una sensación de desequilibrio quizá todavía más amplia.

El paso por vestuarios sirvió para recobrar la serenidad y aportar aire fresco. Y es que como mandaba la situación, el Córdoba Patrimonio salió desvivido a recortar distancias, en un reinicio absolutamente efervescente. Pero no era el día. En una, en dos y hasta en tres ocasiones se demostró que el panorama era completamente adverso. Un punto de tope común tuvo esta nueva puesta en escena, y ese no fue otro que el guardameta local. Marco se erigió -aún más- en protagonista de los suyos, atajando los disparos de Pablo del Moral o Cordero. Y para más inri, un desajuste defensivo acabó en penalti en contra de los califas, ante el Aitor no erró en la transformación. La cuesta cogía cada vez mayor pendiente. Víctor se hizo grande en un mano a mano con Colacha en un nuevo error en los primeros metros de los de Josan, aunque de la parada pasó a cometer una salida en falso, cuyo rechace lo aprovecharía el de Doña Mencía para anotar el cuarto a puerta vacía. La herida se hacía todavía más grande.

El tramo final del encuentro se jugó sin mayor trascendencia que la que pudo aportar el juego de cinco de los visitantes. En efecto, dando entrada por vez primera a Saura y Jesulito, el técnico pontano introdujo el portero-jugador a falta de cinco minutos, con el fin, al menos, de maquillar una abultada diferencia. Pero es que bajo palos andaba un guardameta que completó una actuación memorable. La última la firmó mediante una parada a bocajarro ante Boyos. Y por contra, al Mengíbar le daría tiempo a ampliar un poco más su renta, puesto que Dani Colorado aprovechó que el Córdoba Patrimonio andaba sin portero para firmar su particular doblete. Y ahí murió la contienda, así como la vida de los blanquiverdes en el torneo. Un estreno (y despedida) en Copa que sienta fatal. Esperemos que la resaca no sea tan grave.

FICHA TÉCNICA

SOFTWARE DELSOL MENGÍBAR, 5: Marco, Ureña, Tortu, Colacha, Oriola, Flores, Ramírez, Puerma, Aitor, Pablo Ordoñez, Montes, Míguela y Dani Colorado. 

CÓRDOBA PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD, 0: Víctor, Boyos, Manu Leal, Pablo del Moral, Shimizu, Pedro, Koseky, Cordero, Ricardo, Zequi, Jesulito, Saura y Joaqui. 

ÁRBITROS: Barrilero Mohedano y Bustos Caparrós. Mostraron cartulina amarilla al visitante Shimizu. 

GOLES: 1-0 (2’) Ezequiel. 2-0 (19’) Dani Colorado. 3-0 (24’) Aitor. 4-0 (26’) Colacha. 5-0 (38’) Dani Colorado.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la ronda de dieciseisavos de final de la Copa del Rey RFEF Futsal celebrado en el Pabellón Sebastián Moya Lorca de Mengíbar a puerta cerrada. 

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