Un concurso de méritos que termina con sabor agrio
El Córdoba desperdicia un penalti y oportunidades de gol ante una UD Las Palmas que supo sacar partido de la situación para ganar
Acabó el partido frecuentando con rabia el campo de un rival que utilizaba todas las argucias clásicas de los finales apretados. El meta local, Barbosa, fue de lo mejorcito de la tarde. Le detuvo un penalti a Xisco y le sacó un cabezazo a Uli Dávila que iba para adentro. Se dejó el pellejo en el campo. Perdió por dos a cero. El Córdoba volverá de Las Palmas con una sensación irritante: la que producen las ocasiones perdidas cuando se sabe, con certeza, que el desenlace pudo ser distinto. La UD no es, hoy por hoy, mejor equipo que el Córdoba. Tiene jugadores con más nombre, con más sueldo, más pintureros. Pero hizo dos goles, el último cuando el duelo expiraba, y se quedó con tres puntos que le acercan al Córdoba y dejan a los blanquiverdes con el sueño frustrado de ser líderes de Segunda.
Con Iago Bouzón en el lateral derecho en lugar de Janse, el Córdoba afronta el duelo en el estadio Gran Canaria con su orden clásico, pero con un plus de fogosidad en el arranque que contrarrestó el ímpetu de los amarillos. Los anfitriones, alejados de las expectativas creadas por la inversión el fichajes, necesitaban dar un golpe en la mesa y el Córdoba mostró su perfil más respondón. No se dejó hacer y no sólo dio la réplica, sino que llevó la voz cantante durante muchas fases de una primera parte trepidante.
Al Córdoba, muy ordenado, le iban bien las cosas sobre el deteriorado césped insular. Y mejor se le pudieron poner en el minuto once, cuando una hábil internada de López Silva fue abortada en falta por Galán, quien viéndose desbordado no encontró mejor opción que trabar al onubense. El árbitro decretó penalti y se dirigió hacia el balón el goleador de cabecera, Xisco Jiménez. El lanzamiento se lo adivinó perfectamente el meta argentino Barbosa, que se lanzó a la derecha para detener el tiro del ariete de Santa Ponsa. La gran oportunidad se fue al limbo.
Como suele suceder ante circunstancias de este tipo, el Córdoba padeció un ligero desvanecimiento y a Las Palmas se le reactivaron los bríos. El canterano Asdrúbal, una de las sensaciones del curso, dejó temblando el larguero de la meta de Saizar tras conectar un potente trallazo. En la misma acción, Masoud se dejó caer tras un forcejeo con Bernardo y hubo tibias protestas por parte del equipo local. El Córdoba se repuso tras la ocasión perdida y siguió generando situaciones de inquietud en el área de Barbosa. Un saque de banda de Samu en largo lo peinó Xisco y el balón cayó a los pies de Caballero, que lanzó un disparo ligeramente desviado. Después le tocó a Masoud, que envió un poco por encima del larguero un balón franco desde el pico del área, y la respuesta en blanquiverde la puso Pedro con un intento de vaselina. El pleito era dinámico, de ida y vuelta, con dos equipos que iban a por todas.
Masoud y Asdrúbal sembraban el susto en la defensa cordobesista, muy exigida además por el fútbol pendenciero de Aranda. Los de Villa despacharon un primer tiempo notable, sin acierto arriba -ni de penalti- pero dejando la sensación de que aún les quedaba algo que decir en el Gran Canaria.
Tras el intermedio, la UD sacó al campo a Nauzet Alemán por Valerón, que estuvo desaprecido, pero el Córdoba siguió haciendo más. Pedro la volvió a tener ante Barbosa, que añadía capítulos a su festival de intervenciones acertadas. Los locales apretaron y el veterano Aranda, un auténtico incordio siempre, se llevó un balón largo superando a los centrales para batir a Saizar y hacer el 1-0. Pablo Villa decidió que lo mejor era irse arriba con todo y sustituyó a Bouzón y Bernardo, dos defensas, por Pelayo y Uli Dávila, hombres de ataque. Las Palmas, consciente del valor de la victoria en tiempos de depresión, se dedicó a conservar lo que tenía. Y el Córdoba, buscando fortuna, encontró la desgracia. En una contra, ya en el descuento, y rumiando todavía la ocasion de Uli que pudo ser el 1-1, encajó el 2-0 tras una acción de Tana. Y se acabó. El Córdoba, con su actual productividad ofensiva, queda a expensas de la excelencia en la faceta defensiva. Demasiado riesgo.
FICHA TÉCNICA
UD LAS PALMAS, 2: Barbosa, Galán, Deivid, David García, Xabi Castillo, Vicente Gómez, Apoño, Asdrúbal (Tana, 83'), Valerón (Nauzet Alemán, 46'), Masoud y Aranda (Máyor, 85').
CÓRDOBA CF, 0: Saizar, Iago Bouzón (Pelayo Novo, 76'), Fran Cruz, Bernardo (Uli Dávila, 66'), Samu de los Reyes, Luso, Abel, Pedro (Pacheco, 66'), Caballero, López Silva y Xisco.
ÁRBITRO: Muñoz Mayordomo (Comité Castellano-Manchego). Amonestó a los locales Galán y Nauzet, y a los visitantes López Silva, Luso, Iago Bouzón y Uli Dávila.
GOLES: 1-0 (61') Aranda. 2-0 (93') Tana.
INCIDENCIAS: Partido correspondiene a la octava jornada de la Liga Adelante, disputado en el Estadio Gran Canaria, ante unos 10.000 espectadores. Hubo seguidores cordobesistas en las gradas.
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