Puga y cinco más: el filial sigue surtiendo armas

Unos cimientos donde construir el equipo de la próxima campaña. A pesar de que ha sido catalogada como un auténtico fracaso para todos los estamentos, la temporada del Córdoba deja una nota positiva que hace ilusionar con respecto al siguiente año, seguramente en Segunda RFEF debido a los últimos resultados cosechados en el tramo liguero -aunque aún no es matemático debido a la victoria del Cádiz B ante el Sevilla Atlético en el Estadio Jesús Navas (1-2)-. Y es que el filial ha cuajado un gran final de primera fase y están dando la talla a lo largo de la segunda, logrando imponerse, por el momento, en este nuevo subgrupo. De hecho, y si los resultados del primer equipo fuesen acompañado, los chicos dirigidos por David Ortega estarían peleando por mantener la cuarta categoría del fútbol español. Debido a esto, tanto Juan Sabas como Pablo Alfaro y Germán Crespo han decidido, a lo largo del curso, promocionar a diferentes jugadores del Córdoba B gracias a su potencial demostrado a lo largo del campeonato regular.

El último en llegar fue el jugador más destacado de la pasada jornada. Carlos Puga ha demostrado en el filial blanquiverde que es un futbolista que ofrece muchas posibilidades al entrenador. Además de tener desborde y uno contra uno cuando tiene confianza en ataque, el interior granadino también destacar por tener un gran potencial defensivo, siendo utilizado en el lateral derecho si así fuese necesario, como finalmente fue ante el Tamaraceite. El técnico Germán Crespo confió en el canterano para debutar en un encuentro tan decisivo para las aspiraciones del Córdoba en esta Segunda División B y no se equivocó en absoluto. Puga fue el protagonista en la primera parte, consiguiendo un nivel óptimo en defensa y logrando sumarse a la zona ofensiva con inteligencia. A lo largo de la segunda parte, el entrenador califal decidió que el granadino adelantase su posición y, a pesar de que estuvo más desaparecido, la asociación con Luismi Redondo permitió al cuadro blanquiverde hacer una serie de superioridades por banda donde se pudo crear la mayoría de acercamientos a la portería canaria.

Por otro lado, Puga ha sido el último canterano en debutar con el primer equipo. En primera instancia, el entrenador Juan Sabas fue el que inició esta confianza en el segundo equipo blanquiverde. Y es que el técnico madrileño dio entrada a dos hombres que pueden ser muy importantes de cara a la próxima temporada, siempre y cuando las lesiones respeten a ambos. Luismi Redondo lleva demostrando desde pretemporada que puede ser el protagonista del primer equipo conforme el tiempo vaya pasando. El atacante plasentino cada vez tiene más confianza y ante el Tamaraceite fue otro de los revulsivos utilizados por Germán Crespo, dándole oxígeno y chispa al equipo cuando más lo necesitaba. Mientras tanto, Julio Iglesias también está llamado a comandar el futuro de los blanquiverdes. El gaditano estaba luchando en la pretemporada por un puesto con Alberto del Moral en la medular, pero una lesión le dejó en el dique seco gran parte de la temporada. Sin embargo, el canterano pronto volverá a disputar minutos con el filial, pudiendo ser un jugador importante para el primer equipo a lo largo del próximo año.

Aunque su paso por el Córdoba fue de más a menos, el técnico Pablo Alfaro también tuvo tiempo de apostar por la cantera en gran parte de la primera fase y varios partidos de la segunda. El técnico maño confió en primera instancia en un Meléndez que actualmente tiene una lesión de gran duración y se perderá lo que resta de temporada. Por otro lado, el ex central del Sevilla también hizo debutar tanto a Visus como a Diego Domínguez. El defensor ha sido convocado hasta en tres ocasiones, disputando minutos tanto ante el Tamaraceite en el Estadio Juan Guedes como en el enfrentamiento de los blanquiverdes ante la Balompédica Linense. Por su parte, el máximo goleador del filial tuvo su particular oportunidad frente al Cádiz B, aunque tan solo diez minutos y jugando en una posición mucho más retrasada que de costumbre en el segundo equipo califa. En total, seis canteranos que han dado muchas posibilidades a los diferentes entrenadores del primer plantel califa.