La primera alegría de Carlos Marín
Una nueva experiencia tras un mar de dudas y de problemas. La vida de un deportista cambia de la noche a la mañana, ya sea por una lesión o por un posible contratiempo familiar. Por eso, estos profesionales saben que un día pueden estar en un sitio y de repente esfumarse toda posibilidad de conseguir una trayectoria acorde al potencial en cuestión. Aun así, el esfuerzo no se negocia y si quieres alcanzar todas tus metas debes trabajar diariamente a pesar de todos los condicionantes externos, como ha realizado Carlos Marín desde su llegada al Córdoba. El guardameta almeriense debutó de manera oficial con la elástica blanquiverde después de superar una lesión que le dejó fuera de los terrenos de juego durante gran parte de su pretemporada e incluso no pudo estar con el resto de sus compañeros en el tramo inicial de la Segunda RFEF.
Desde que aterrizó en la capital califal, Carlos Marín no ha tenido una estancia cómoda. A pesar de que ha sido bien recibido y es un pilar fundamental en el vestuario, el arquero andaluz no ha tenido la continuidad esperada a lo largo de las sesiones diarias por un contratiempo físico que le ha tenido apartado durante gran parte de la pretemporada, siendo relegado obligatoriamente al puesto de portero suplente y más aún cuando Felipe Ramos está mostrando un nivel sobresaliente bajo los palos. Además, Marín también ha tenido una serie de problemas en su vida personal, ya que tuvo que sufrir el fallecimiento de su madre justo antes del encuentro ante el Coria donde el resto de sus compañeros portaron una camiseta en su honor para mandarle todos los ánimos posibles, siendo un apoyo crucial para que el profesional se recuperase y debutase oficialmente en la Copa RFEF -después de hacerlo en la primera contienda del tramo de preparación ante el Linares Deportivo-.
El técnico Germán Crespo dio entrada tanto a Carlos Marín como a Ale Marín, haciendo así debutar a un total de 24 futbolistas en competición oficial. Después de una temporada donde el fondo de armario era escaso o casi inexistente, la dirección deportiva blanquiverde ha conseguido planificar un equipo compensado, a la altura de las exigencias impuestas y ahora cualquier jugador tiene la oportunidad de llegar al once titular, desempeñando un papel importante y que no desentone el nivel en conjunto del club. Por ello y hasta la actualidad, el técnico granadino no está sufriendo el exceso por la problemática de lesiones que está ocurriendo en los últimos encuentros y, gracias a esto, ha podido vestir con la elástica del primer equipo a Christian Delgado ante el San Fernando y después a Ále Marín y a Carlos Marín en Copa RFEF frente al Juventud Torremolinos.
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