El valor de la experiencia

Desde que se consumó el descenso a Segunda RFEF, con una victoria estéril de por medio ante el Cádiz B en El Arcángel, en la directiva del Córdoba CF siempre ha existido el objetivo de volver a la tercera categoría cuanto antes mejor. Eso sí, con una espera que se ha hecho larga para la aprobación de los presupuestos y personal por parte de Baréin. Confirmados los que están, se atisba una rara avis dentro de las planificaciones de plantilla, pues está prácticamente cerrada a falta de que se cierren algunas incorporaciones en posiciones concretas. Con todo ello, González Calvo, en la presentación de unos abonos a la baja, aseguró que el Córdoba debe plantearse el objetivo ineludible de regresar a la tercera categoría por la vía rápida; es decir, por ser campeón de grupo. Si ya se sabía que la meta blanquiverde era la de estar en Primera RFEF la próxima campaña, la cabeza visible en la entidad califa se encargó de confirmarlo. De los nueve refuerzos que han sido anunciados hasta la fecha, sólo uno acumula un ascenso de categoría: Ekaitz Jiménez, que consiguió subir el curso pasado a Segunda División de la mano de la Real Sociedad B de Xabi Alonso.

El resto, ya sea por corta edad o por circunstancias deportivas, no lo ha hecho. Aunque no es extraño el mundo de los ascensos para algunos de los que ya continúan. Los 'reyes' en ello tienen nombres apellidos y ambos son cordobeses. Bernardo Cruz (con el Córdoba, Sevilla Atlético y Granada) y Javi Flores (uno con el Córdoba y dos con el Elche) son los más expertos en la tarea en la plantilla cordobesista para la 2021-22. Por detrás está Miguel De las Cuevas, que hizo lo propio con Hércules y Osasuna, y Willy Ledesma, que ascendió con el equipo de su tierra, el Extremadura UD, en la 2017-18 a la categoría de plata.

Retornando al pasado, como en la 1984-85, el Córdoba quiere y debe volver, como mínimo, al tercer escalón del sistema de divisiones. El hecho de haber nombres gruesos no es sinónimo de éxito -véase mismamente la temporada pasada-. El trabajo anticipado tampoco lo será, aunque es sinónimo de haber una línea de acción clara. Con varios jugadores curtidos en la tarea de ascender y otros no tanto, el equipo califa se encomienda a ellos para acceder a la Primera RFEF como campeón.