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El reflejo de la inestabilidad: 203 jugadores en diez años

Jugadores del Córdoba tras un partido en El Arcángel

Jesús Ventura

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La falta de regularidad en un proyecto casi inexistente en los últimos años. El potencial que tiene la ciudad de Córdoba para tener un equipo en la categoría profesional del fútbol español es altísimo. Tanto por población como por afición, la entidad blanquiverde podría ser un club puntero dentro de este deporte a nivel nacional, pero la falta de proyecto deportivo ha hecho que el primer equipo haya pasado de la Primera División hasta la Segunda RFEF en apenas siete años. Una catástrofe que ha llegado debido a multitud de motivos, aunque uno de ellos es la falta de regularidad en la plantilla. Y es que 203 jugadores han vestido la elástica ribereña desde el 2011, una cantidad desmesurada de futbolistas que deja en evidencia la carencia de planificación deportiva por parte de las tres propiedades que han pasado por la directiva califal en este tiempo. Además, tan solo siete profesionales han durado más de cuatro temporadas defendiendo el escudo de la capital andaluza, bagaje también bastante pobre.

Y es que desde el inicio de la anterior década, más de 200 futbolistas se han enfundado la equipación del Córdoba CF y al menos 199 han defendido la blanquiverde sobre el césped. A pesar de tener contrato con el club califal, los 203 profesionales no lograron vestirse de corto, aunque todos ellos estuvieron en varias convocatorias. Por ejemplo, Juanje, Benja, Bruno Montelongo y Jordi Tur no consiguieron debutar en la entidad cordobesa. Entretanto, los dos centenares de jugadores han contribuido, cada uno en su medida, a que el primer equipo ribereño haya hecho una de las peores gestas históricas de toda la historia del fútbol español. El Córdoba ha bajado desde la Primera División hasta la Segunda RFEF, cuarta categoría del fútbol español, en apenas siete años, siendo el equipo que más rápido lo ha hecho, adelantando a un Real Mallorca que hizo lo propio en nueve años. Una caída que hace dejar en evidencia la mala gestión que se ha hecho al frente del club tanto en lo deportivo como en lo administrativo.

Por otro lado, la cantera ha sido protagonista en los últimos años del Córdoba CF en las categorías más modestas del fútbol español o incluso en la Segunda División de la mano de Luis Carrión. Y es que el entrenador catalán contribuyó a que la lista de jugadores que han vestido la elástica blanquiverde en los últimos diez años subiera, ya que promocionó a futbolistas del segundo equipo cordobés para conseguir la salvación en la división de plata. Carrión contó con jugadores como Javi Galán -que en la actualidad ha descendido a Segunda División tras una temporada magistral en la SD Huesca-, Esteve Monterde, Moha Traoré o Víctor Mena, entre otros. Además y con el paso de los años, otros jugadores recién llegados de Segunda B, defendiendo la elástica del filial cordobés, también pudieron llegar al primer equipo, es el caso de Waldo -actualmente en el Real Valladolid, también recién descendido a Segunda-, Jordi Ortega, Pablo Vázquez, Fran Gómez -jugando actualmente en el equipo juvenil de División de Honor- o Borja Estepa.

Mientras tanto, y en los más de 200 futbolistas que han pasado, tan solo siete jugadores han estado más de cuatro temporadas en la disciplina blanquiverde. Uno de ellos, a día de hoy, sigue en el club califal, aunque su futuro pende de un hilo. Y es que Federico Piovaccari ha conseguido su cuarta campaña como jugador del Córdoba CF. El ariete italiano ha encadenado tres etapas diferentes en el equipo ribereño y parece que ésta ha terminado después de la debacle lograda con el posterior descenso a Segunda RFEF. Por otro lado, existen otros nombres como Sebas Moyano, Luso Delgado, Xisco y López Garai que también han acumulado cuatro temporadas en los últimos diez años, pero hay dos futbolistas que aglutinan más que el resto. José María López Silva, con cinco, y Carlos Caballero, con siete, son los profesionales que más cursos regulares cosechan en la pasada década e incluso han vivido la época más gloriosa del equipo blanquiverde con el ascenso a Primera División en el año 2014. Una de cal y otra de arena diez años después.

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