El Arcángel vuelve a soñar
Se respiraba fútbol desde primera hora de la tarde en los aledaños de El Arcángel. La competición oficial hacía escena un curso más en el feudo ribereño y el Córdoba era, como suele ser habitual en los últimos tiempos, uno de los favoritos para el premio más preciado. Pero todo eso está en un plano secundario, de momento, pues lo importante ahora era que el balón volvía a rodar sobre el césped y que un buen número de aficionados regresaban al estadio con un protocolo cada vez más cercano a la ansiada normalidad. Sea como sea, era fútbol, la excusa perfecta para que la ilusión brotara de nuevo. Y vaya sí lo hizo.
No defraudó en absoluto el inicio del partido, con un cuadro blanquiverde eléctrico y aupado por el sentir de una grada que de nuevo volvía a hacer resonar cada costado del estadio a viva voz con el himno a capela. La emoción se hacía partícipe y ese sentir se contagió rápidamente a los jugadores. Se notaba en cada acción el peso de la grada. Y de hecho, no tardaron mucho en brotar los primeros aplausos, pues De las Cuevas estuvo a punto de protagonizar la primera clara para el Córdoba, con un balón filtrado que cerca estuvo de acabar en un mano a mano ante el meta gaditano, aunque un defensa rival se cruzó por el camino en un encontronazo que parecía fuera de lo legal. No obstante, el árbitro no vio nada.
Con todo, los mejores argumentos de los de Germán Crespo pasaban por su verticalidad en bandas. Luismi y Simo eran recursos constantes y verdaderos quebraderos de cabeza para la zaga amarilla. En este sentido, precisamente de los pies del extremo salió un centro medido para que rematara Willy prácticamente a placer y convertir el primero de la tarde. Abrazos, gritos de rabia e intercambio de emociones en pocos segundos. El Córdoba lleva tiempo herido y solo con goles podrá sanarse.
Sin embargo, para desdicha de los locales, enfrente lo que había era un filial y es de sobra conocido la inexplicable vulnerabilidad cordobesa ante los equipos dependientes. En esta ocasión, las costuras surgieron por la banda derecha, donde se produjeron numerosos desajustes durante todo el primer tiempo, y uno de ellos lo acabó aprovechando el Cádiz B ocho minutos después del tanto califa. Desde ahí brotó un balón que dejó solo a Pedro Benito frente a Felipe Ramos, y que el delantero visitante culminó con un sutil golpeo de vaselina ante el que nada pudo hacer el guardameta cordobesista.
Otra vez tocaba empezar a rematar. Y la corriente ahora ya no parecía tan favorable. Con todo y con eso, De las Cuevas intentó una acción similar a la del tanto amarillo, pero en su caso en una situación mucho menos favorable, con lo que el balón se fue por alto. Las bandas, como se ha dicho, eran absolutas protagonistas de todo el peligro, ya fuese en uno u otro bando. Eso sí, la intensidad iba decreciendo con el paso de los minutos. El fútbol ahora dio paso a un juego menos efectivo y más al límite del reglamento. Y en esas, un chispazo de Álex Bernal lo remató de manera aparatosa De las Cuevas que cerca estuvo de hacer el segundo, pues solo una gran estirada de Juan Flere evitó el gol. Poco más que eso aconteció un primer tiempo que finalizó con tablas en el luminoso (1-1).
La arenga en el vestuario pareció surtir efecto y el segundo acto arrancó de la mejor forma posible, pues otra vez en una internada por banda, el desequilibrio blanquiverde depararía ahora en una acción favorable de pena máxima. No obstante, De las Cuevas no consiguió mantener su efectividad ya que Flere adivinó la intención del alicantino. Con todo, la imagen ya era más similar a la de los primeros compases del encuentro, y de hecho, la afición también fue partícipe de esa reacción. A balón parado sumaron los de Crespo varias acciones de mucho peligro, pero en cada caso sin la fortuna del gol. Pero esa mordiente sí que tuvo su premio minutos después para el extremo cordobesista, que pudo desquitarse del fallo anterior en la pena máxima al convertir con un preciso remate un pase al hueco de Willy. Otra vez con la ventaja, la cual ya no iban a permitir que se les escapase. Y es que tendría hambre de más el Córdoba, que sumó otro estreno goleador de la mano de Fuentes, que hizo el primero en su cuenta particular y que sirvió para que se confirmaran los tres puntos en el botín califa. El resto de los minutos fueron de intentos fallidos del Cádiz B y de acercamientos con cabeza del Córdoba. Sin duda, El Arcángel vuelve a soñar.
0