Banquillos extranjeros con acento cordobés
Hay veces que triunfar lejos de la comodidad de tu tierra puede resultar más sencillo que convertirte en profeta autóctono. Las pocas oportunidades que ofrece en la actualidad el deporte español, y sobre todo, la dificultad de alcanzar la élite o mantenerse en ella, obliga a muchos talentos nacionales a emigrar para tener la oportunidad de llevar a cabo su profesión. En este sentido, son varios los entrenadores cordobeses de baloncesto que durante las últimas temporadas han puesto su talento y su conocimiento al servicio de conjuntos del extranjero. Hacer las maletas movidos por una pasión, y con un objetivo común: ganarse la vida haciendo lo que más les gusta.
Uno de los más destacados sin lugar a dudas es Trifón Poch López. Hijo de padre catalán y de madre cordobesa, desde muy temprana edad se mudó al norte de España donde comenzó a jugar en el Joventut de Badalona. Muy pronto colgaría las botas como jugador, y comenzaría su andadura en los banquillos al frente del júnior del Sant Josep de Badalona. Posteriormente iría escalando en las distintas competiciones, de la mano del Baloncesto Gijón hasta alcanzar la ACB con el Tenerife Amigos del Baloncesto. Una liga en la se mantendría dirigiendo a clubes como el CB Girona, Alicante, CB Granada o Estudiantes. Sin duda, un bagaje que le ha valido para labrarse un nombre en la máxima categoría nacional, pero que sin embargo no le ha permitido mantenerse en la crisis que ha sufrido el baloncesto español. Su experiencia exótica arrancó en la campaña 14/15 al frente del Nagoya Diamond Dolphins de la Primera División de Japón. Y desde el 2015 pasó a sentarse al frente del Club Atlético Obras Sanitarias de la Nación, uno de los conjuntos más destacados de la LNB de Argentina, y en el cual militan clásicos conocidos por la afición española como Walter Herrmann o Martín Leiva.
A unos kilómetros de allí se encuentra Manuel Povea Molinero. El pontanés aterrizó hace escasos meses en la Liga Profesional de Baloncesto de Venezuela, concretamente en el Panteras de Miranda. Allí llegó después de un pequeño retorno a España con el Gestibérica Vigo de LEB Plata, tras hacer historia en Portugal, puesto que el cordobés logró alzar la liga con el Ovarense, destronando a equipos de la talla del Benfica o el Oporto, y la Copa de Portugal con el Lusitania, al que dirigió desde 2004 hasta 2007. Asimismo, Povea también cuenta con experiencia en ACB, ya que formó parte del cuerpo técnico del Unicaja (95/03) con técnicos como Bozidar Maljkovic o Javier Imbroda, y viviendo una de las etapas más gloriosas del club malagueño.
Finalmente, otro de los productos autóctonos que también se están labrando un nombre fuera de las fronteras nacionales es Pedro Calles. El técnico, formado como jugador en clubes como el Maristas, Villanueva, Pozoblanco, Las Gabias o Baloncesto Córdoba, inició su aventura como técnico en el equipo cervantino, y luego pasaría a ser ayudante de Manuel Jiménez en el Baloncesto Córdoba, y de Rafa Gomáriz en el Plasencia de LEB Plata. Tras terminar sus estudios en Ciencias de la Actividad Física y el Deporte, dio el salto a la Basketball Bundesliga, como preparador físico y ayudante en la mejora individual del Artland Dragons de Quakenbrueck. Desde el año 2012 ha conseguido asentarse en tierras centroeuropeas, y actualmente figura como ayudante de Douglas Spradley en el Vechta Rasta, también de la máxima división de Alemania.
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