Mario Ortiz: “El ascender o no no cambiará ni un ápice lo orgulloso que estoy de ellas”
Las competiciones regulares de clubes van tocando a su fin. Unos afrontarán el verano con la mente tranquila del deber cumplido; otros, con claros pensamientos de recobrar la potencia perdida o no mostrada. Eso sí, el mes de junio también pertenece a fases de ascenso: al fin al cabo, el broche para una gran temporada que puede acabar en éxito rotundo o en una oportunidad de redimirse y llegar al mismo punto la próxima campaña. En esta situación está el Deza Córdoba de Balonmano, que afronta la fase de ascenso a División de Honor Plata Femenina en su casa, el pabellón de Fátima, del 4 al 6 de junio.
Tras sólo dos años de existencia de este equipo sénior del club granate, ya aspira a llegar a la segunda categoría del balonmano nacional. Su técnico, Mario Ortiz, habla con CORDÓPOLIS para analizar una etapa ilusionante en toda la institución cajista. En una temporada “más que positiva y muy destacable”, las cordobesas han llegado a esta etapa del curso con “un conjunto muy cortito en cuanto a número de jugadoras en edad sénior, con la mitad de las participantes en edad juvenil y con importantes bajas en forma de lesión a lo largo de la temporada”. Proclamándose en el mismo curso campeonas de la fase regular, las correspondientes eliminatorias y además el Campeonato de Andalucía, también les dio tiempo para meterse de sorpresa en la fase de ascenso. “La clave ha sido precisamente el grupo creado desde principio de temporada entre los conjuntos sénior y juvenil, el trabajo y la ambición”, asegura.
“De una manera muy relevante, este grupo empezó a trabajar el primero y va a dejar de hacerlo el último, no es casualidad. Al final la suerte hay que buscarla y como dice el dicho deportivo ”cuánto más entreno, más suerte tengo“. Nos hemos sobrepuesto a cada circunstancia adversa, como el deficiente formato de competición debido a la pandemia y, sobre todo, a las bajas en forma de lesiones importantes que hemos sufrido durante toda la temporada”, explica Mario Ortiz sobre la difícil temporada que se ha gestionado en las divisiones inferiores de deportes como el balonmano, aunque se queda con la capacidad de resiliencia de todo el colectivo. Él señala que “la gestión del grupo y la organización de ambas categorías durante todo el año han sido claves para el rendimiento de ambos equipos en sus competiciones, a pesar de la complejidad y dificultad del asunto”.
La fase de ascenso se celebrará íntegramente en Córdoba, en el habitual hogar del Córdoba de Balonmano: el pabellón de Fátima. Eso sí, será un formato exprés de tres días contra el Asociación Abaranera murciano (viernes a las 20:30), el EMD Aceuchal pacense (sábado a las 18:00) y el BM Torrevieja alicantino (domingo a las 12:30). Mario Ortiz quita el peso de la responsabilidad obligada de ascender aunque cree en la motivación de sus jugadoras ante su papel de no ser las principales candidatas para ascender. “La fase de ascenso va a ser una competición muy complicada, pero de las que gustan jugar y de la que tenemos que disfrutar. No somos las favoritas, somos el equipo más joven del torneo, para la mayoría de las chicas es su primer acontecimiento a este nivel, pero pobre de aquel que nos dé por muertas. Si algo tiene este grupo es la capacidad de competir, de transmitir y de dar su máximo, por lo que seguro tendremos nuestras opciones”, asevera con sinceridad el técnico cordobés. “Nos enfrentamos a tres equipos que han dominado en sus comunidades autónomas, que tienen jugadoras veteranas con experiencia en estos niveles y algunas de ellas acompañadas de jugadoras jóvenes que marcan la diferencia a nivel nacional. Pero ahí estará el Deza CBM, el Córdoba de Balonmano y su Pabellón de Fátima, para al menos hacer que cada persona que sienta un poco esto, que se sienta orgullosa de lo que somos y cómo lo hacemos”, añade con ilusión Ortiz.
Si bien en muchos otros casos el no ascender significaría un fracaso, no es así para el entrenador del Deza CBM, cuya evaluación del curso ya la tiene clara pase lo que pase a partir del 4 de junio. “La nota que le pondría a las chicas es de 10. Sólo los que estamos en el día a día sabemos la de horas y esfuerzo que le hemos echado esta temporada a todo esto; creo, y no me equivoco, que en muchas ocasiones incluso rindiendo por encima de nuestras posibilidades. El intentar llegar lejos, ganar el título, conseguir la clasificación para la fase de ascenso y ahora el intentar ascender, era y es, un reto personal mío”, explica detalladamente el preparador granate, que afirma que, a pesar de que pudiera parecer algo pronto dada la edad de la plantilla, sabía de la capacidad de sus jugadoras desde el primer momento. “Desde el primer entrenamiento pedí a la plantilla disfrutar de la máxima exigencia propia. El ascender o no no cambiará ni un ápice lo orgulloso que estoy de ellas y lo que han hecho este año, pero sí que lo hará con mi propio objetivo personal, no entiendo esto de otra manera”, agrega.
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