Ambiente de locura para recibir al Real Madrid
Unos tres mil aficionados vitorean al equipo en su llegada a Córdoba, donde se enfrentará 43 años después en Liga al equipo blanquiverde | Marea en la estación y a las puertas del hotel
Gritos, llantos, vítores y hasta desmayos. Ni el frío, ni el dispositivo de seguridad, ni las dificultades para hacerse un sitio desde donde poder ver -y no digamos tocar- disuadieron a los centenares de seguidores que acudieron a la llegada del Real Madrid a Córdoba, donde disputará (sábado, 16:00, Canal + Liga y GolT) su partido correspondiente a la primera jornada de la segunda vuelta frente al conjunto blanquiverde. Cuarenta y tres años después, el Real Madrid vuelve para disputar un partido de Liga. La mayoría de quienes se apiñaban en la Estación Central eran jóvenes que no habían nacido entonces. También se detectaban algunos veteranos, especialmente padres acompañando a sus retoños, todos ataviados con las camisetas de rigor. Banderas madridistas, bufandas, alguna enseña nacional de Colombia -en honor a James Rodríguez, piropeado por las chicas- y un ambiente de pasión desmedida. Para muchos, el partido del Real Madrid era éste. Y se entregaron a fondo.
A las 19:42 en punto llegó el tren desde Madrid y ya se escucharon los gritos. En medio de una algarabía descomunal fueron apareciendo las estrellas del conjunto blanco. Iker Casillas, Sergio Ramos, Álvaro Arbeloa y Ancelotti fueron los primeros en subir a la rampa. Por detrás, Cristiano Ronaldo. El astro portugués, con cascos, no paraba de sonreír. Muchos aficionados le animaban con el grito clásico del Balón de Oro cuando consigue algún gol. Al salir de la estación, el delirio. La oscuridad de la explanada de Renfe se iluminaba con los flashes de las cámaras y los móviles, que funcionaban a tope. Con toda la zona acordonada y los seguidores apretándose para poder tocar a algún futbolista, la comitiva pasó hacia el bus y la estación, en unos minutos, recuperó la normalidad. Entonces el caos se trasladó al hotel Eurostar Palace.
Desde dos horas antes de su llegada, cientos de seguidores se apostaban en los alrededores del hotel para recibir a los jugadores del Real Madrid. Cuando estos llegaron, los cánticos se multiplicaron. En el estreno pasillo que separaba el autocar de la puerta del establcimiento había seguidores de todas las edades que buscaron, algunos con éxito, la firma en la camiseta o el 'selfie' rápido. Es el clásico ritual del conjunto blanco en su visita a la mayoría de las ciudades. En Córdoba, donde los aficionados al Real Madrid son legión -como ha quedado demostrado en las celebraciones de los éxitos del club del Bernabéu-, el interés por ver en carne y hueso a los ídolos que sólo están en la televisión y los cromos se tradujo en un episodio de histeria colectiva. Unos pocos afortunados, socios del Real Madrid, podrán estar más cerca de sus ídolos en una sesión de firmas. Para el resto sólo quedará el recuerdo.
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