Aguza, un motor silencioso

Es uno de esos futbolistas que puede pasar desapercibido a simple vista. Con motivo de las funciones que desempeña en el terreno de juego su trabajo quizá luce poco. Pero resulta esencial. De ahí que sea una de las piezas fijas para Carrión desde que llegara en el mercado de invierno y de ahí que poco a poco aparezca entre la afición como un jugador notable. Destacado es gracias al equilibrio que aporta a la línea de medios del Córdoba, que además facilita la labor de creación de Javi Lara. Es Sergio Aguza, un motor silencioso para el conjunto blanquiverde en la actualidad. Y eso que su comienzo en El Arcángel no fue precisamente positivo. Pero entonces mandaban las circunstancias y ni siquiera su acompañante más habitual, el montoreño, lograba deslumbrar como es sencillo que lo haga dada su calidad.

Los malos tiempos terminaron para el Córdoba, sobre todo en El Arcángel. En feudo ajeno la historia es diferente, pues aún se le resiste al equipo la victoria en su rol de visitante. La reacción del cuadro califal se produce en gran medida, además de por Kieszek y otros jugadores como el propio Javi Lara, gracias a la aportación de Sergio Aguza. El centrocampista natural de Sant Boi de Llobregat mejoró sus prestaciones a lo largo de las jornadas para ser hoy por hoy uno de los puntales de los blanquiverdes. Principalmente por la labor callada, que puede recordar a otros como Juan Navarro o López Garai, que también se ganaron a pulso la valoración de los seguidores. El canterano del Real Madrid, que recaló en la cuadro que dirige Luis Miguel Carrión en el último día del mercado de invierno, se ganó enseguida un lugar en el once. Sin embargo, en su segundo duelo fue expulsado.

A pesar de esa entrada complicada en el equipo, Aguza no perdió lo más mínimo la confianza del técnico, que en cuanto cumplió la sanción le volvió a incluir en el equipo. Sólo esa roja y un ciclo de amarillas le impidieron no disputar todos los partidos desde que debutara con la elástica blanquiverde en Lugo (1-0). Lo cierto es que fue conforme avanzó la segunda vuelta cuando el centrocampista, al igual que Javi Lara, se hizo con galones en el cuadro califal. Aporta equilibrio a la medular con su trabajo de robo y asistencia al montoreño, al cual permite actuar en el terreno de juego con mayor libertad y comodidad. En definitiva, es el complemento perfecto para el generador del fútbol del Córdoba. Uno de esos jugadores que en un principio pueden parecer no estar pero que finalmente se destapan como esenciales.