TERESA JIMÉNEZ
La tocaora que triunfa en 'Instagram': “La forma de llegar al público ha cambiado y el flamenco ha tenido que amoldarse”
¿Puede el arte flamenco impactar a través de Instagram? Seguro que hay respuestas para todo y, también, que ninguna puede regatear lo obvio: en un mundo hiperconectado, las redes sociales han cambiado la forma en la que la música se difunde. En Córdoba, pocos artistas flamencos saben mejor de esto que la guitarrista Teresa Jiménez, que suma -en el momento de escribir estas líneas-, 114.000 seguidores en Instagram.
Para hacerse una idea, nuestro guitarrista más universal, probablemente el mejor guitarrista vivo, suma una tercera parte de seguidores en esta red social. Más allá de algoritmos, Jiménez es una joven que intenta abrirse paso en un mundo altamente masculinizado como es el de la guitarra flamenca, y que para ello se ha formado estudiando en el Conservatorio Superior Rafael Orozco, compaginándolo con sus estudios de Administración y Dirección de Empresas.
Una combinación que, visto lo visto, le ha funcionado.
PREGUNTA. ¿Cuándo y cómo empezaste a tocar la guitarra flamenca?
RESPUESTA. Empecé a tocar la guitarra flamenca con 8 años de casualidad. En mi familia no había ningún músico y la profesora de mi colegio animó a mis padres a que estudiara música. Ellos decidieron apuntarme al Conservatorio y antes de elegir qué instrumento tocar fui a un concierto en el que sonaba cada uno de los instrumentos que ofertaba el Conservatorio. A mí me gustó la canción que tocó el niño de guitarra flamenca, ¡y así hasta hoy!
P. ¿Y cuándo empezaste a pensar en dedicarte a ello de manera más seria?
R. Hubo varios momentos en mi vida que me hicieron darme cuenta de que quería ser guitarrista. El primero ocurrió en Eslovenia cuando tenía 14 años. Fui allí formando parte de una escolanía y en uno de los teatros donde actuábamos, unos niños italianos que sabían que yo era guitarrista, se acercaron a mí con este instrumento. Me pidieron que la tocara y cuando yo me vi en aquel teatro, con todos esos niños mirándome, pensé: ¡buah, yo quiero seguir haciendo esto!
P. ¿En qué se parece estudiar administración de empresas con el Conservatorio?
R. ¡En nada! (Risas). He estudiado ambas carreras y el primer día que pisé la universidad tuve un gran choque cultural, e incluso pensé en quitarme. Si bien, a pesar de todo, saqué horas de donde no tenía para terminar mi grado. Además de la guitarra, me apasiona el marketing y la publicidad y esa carrera era la única forma que tenía de acercarme a esos aspectos en aquel entonces. Al final ha resultado que he conseguido mezclar ambas facetas a través de las redes sociales y no puedo estar más feliz por ello.
Poseo una gran comunidad que procede de todos los rincones del mundo
P. ¿Qué te ha dado y qué te ha quitado dedicarle tanto tiempo a la guitarra?
R. Ufff… Me ha dado muchísimo. La primera y más importante diría que ha sido la disciplina. Pero aparte de eso, me ha abierto muchísimas puertas, como cuando me concedieron una de las 10 becas que daban en toda España para poder irme a vivir a Bélgica. La música me ha hecho subirme en muchos escenarios de muy diferente índole y enfrentarme a muchos miedos que he ido superando. Me ha hecho sacrificarme y madurar en muchos aspectos de mi vida. Lo único que me ha quitado ha sido tiempo, pero sin duda alguna lo estaba aprovechando para hacer algo que ha valido la pena.
P. ¿En qué momento diste el salto a las redes sociales?
R. Hace un año. ¡Eso fue otra casualidad! Yo estaba viviendo en Bélgica y mis padres se quejaban de que no estaba estudiando guitarra como antes (y era verdad, risas). Entonces, empecé a enviarle vídeos a mi familia en mi cuarto, (para que me dejaran un poco tranquila con ese tema, risas) y un día subí uno de esos vídeos. Esa misma noche mi cuenta de Instagram ya empezó a temblar (de miedo, de curiosidad ¡pero también de alegría!). A día de hoy cuento con millones de visualizaciones y poseo una gran comunidad que procede de todos los rincones del mundo.
P. Siendo el flamenco un arte de tradición oral, ¿cómo encaja escuchar un toque por soleá o una seguiriya en una pantalla de teléfono?
R. Diría que encaja bastante bien (risas), al menos he encontrado que hay muchísimos aficionados que quieren escuchar la guitarra flamenca, no sólo en España, sino también en Sudamérica y Asia.
P. ¿Cuál dirías que es el secreto de tu éxito en Instagram? ¿Qué te distingue de otros guitarristas con menos impacto en redes?
R. A mi parecer doy una imagen completamente diferente a lo que se ha venido haciendo hasta ahora. A veces le he preguntado a mis fans más fieles porqué les gusta tanto lo que hago y me han dicho que además de porque les encanta lo que toco, mi sonrisa y mi cercanía les cautiva.
P. ¿Has podido traducir este impacto en conciertos o es la asignatura pendiente?
R. Desde luego, gracias a las redes sociales estoy teniendo muchísimas más oportunidades que antes. Hace dos semanas estuve tocando en Córdoba, próximamente iré a Madrid y dentro de unos meses nos vamos para ¡Hamburgo, en Alemania! La forma de acercarse al público ha cambiado y el flamenco ha tenido que amoldarse a ello.
Mi mayor pretensión no es acompañar a cantaores ni bailaores
P. ¿Y los concursos? ¿Te planteas presentarte al Concurso Nacional de Córdoba en algún momento?
R. Los concursos son algo en lo que he pensado de vez en cuando pero no lo he practicado demasiado. A día de hoy siguen sin estar entre mis prioridades y diría que en el futuro próximo no me presentaré al Concurso Nacional de Córdoba.
P. ¿A qué cantaor o cantaora te gustaría acompañar?
R. Hay muchos cantaores y cantaoras a los que admiro, algunos de ellos son: Israel Fernández, Alfredo Tejada, Rafael de Utrera, Sandra Carrasco… Pero mi mayor pretensión no es acompañar a cantaores ni bailaores. Disfruto haciéndolo aunque cuando me subo al escenario lo que más me gusta es ser yo la que interacciona con el público contándoles las historias que hay detrás de la música que toco.
P. Si tuvieses que elegir entre Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar, ¿por quién te decantarías?
R. Ambos son unos grandes guitarristas que han aportado muchísimo al flamenco pero me decantaría por Paco de Lucía. Él fue quien consiguió atraer al gran público tocando temas que no eran flamencos como el Tico Tico o usando música más comercial como las rumbas Entre dos aguas. Sin duda alguna es un gran referente para mí.
P. Como hay pocas mujeres en el toque flamenco, te invito a que cites a compañeras a las que hay que seguir y conocer.
R. ¡Nada más que cordobesas ya somos unas cuántas! Algunas de mis compañeras son Laura González, Yolanda Mozos o Laura Calderón. Y otras guitarristas que son de Andalucía y que residen en Córdoba son Inma Morales y Alba Espert.
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