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Sergio Dalma: “La industria no ha sabido estar a la altura”

Sergio Dalma

Juan Velasco

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Josep Sergi Capdevila Querol nació en Sabadell en 1964. Sergio Dalma, sin embargo, cumplirá 30 años el próximo curso, cuando se conmemoren tres décadas de la publicación de un disco y particularmente de una canción, Esa Chica es mía, cuya letra en boca de un Maluma actual haría correr ríos de tinta. En la voz de Sergio Dalma, sin embargo, suena a un tiempo, finales de los 80, en el que el pop español era el que se exportaba a Latinoamérica -fue un éxito instantáneo al otro lado del Atlántico- y no viceversa.

Los 30 años que separan a aquel Sergio Dalma del actual se notan, sin embargo, en mucho más que su impacto popular. Aquel cantante melódico de corte mediterráneo que provocaba desmayos y que podría haberse quedado encapsulado en una canción eurovisiva, cogió el camino de en medio y en los últimos años dirige su carrera a su aire, lejos de una industria que puso muchos anhelos en él.

Un ejemplo es la empresa que le trae el próximo 22 de septiembre al Palacio de La Axerquía de Córdoba: una trilogía de discos en los que bucea en la canción italiana y que es, al mismo tiempo, un viaje personal a sus raíces y una partitura refinada desde donde mostrar la madurez de su estilo vocal.

PREGUNTA. ¿Qué sensaciones sientes cuando pisas Córdoba?

RESPUESTA. Pues fíjate que venimos casi siempre con gira y es un espacio, el del Teatro de La Axerquía, donde nos sentimos a gusto. Y siempre con el público ha habido buena reacción y buena comunicación. Con lo cual estoy con ganas de volver. Además, con un espectáculo con el que estamos ofreciendo un poco un repaso por los discos Vía Dalma, y por canciones mías de siempre.

P. ¿Eres de los que prefiere los espacios íntimos o te van más los grandes conciertos?

R. Pues si te digo la verdad, cada vez me gustan más los espacios íntimos y los teatros. Pero bueno, todavía se respira calorcito, y siempre un teatro como el de La Axerquía es perfecto, porque reúne las dos cosas: puedes tener la intimidad con la gente y, al mismo tiempo, es un espacio abierto.

P. Vienes con un disco que es parte de una trilogía inspirada en la música italiana.

R. Sí. Es un poco el cierre de ese homenaje de la música italiana que provocamos en 2010 con aquel Vía Dalma. No pensé nunca que podríamos llegar a esta trilogía, la verdad. Pero satisfecho porque al final era un homenaje a esa música y a la generación que nos la dio a conocer y ahora, gracias al disco, pues mucha gente joven también ha podido conocer estas canciones.

P. ¿Qué has descubierto a lo largo de este proceso? ¿Qué similitudes y diferencias ves entre la música italiana y española de la época?

R. Bueno, siempre hemos sido muy consumidores en España de la música italiana. Quizá esas melodías que siempre se han cuidado tanto en Italia pues han llegado aquí, y se han aceptado muy bien. Esa forma de escribir, de hablar y de cantar siempre nos ha gustado. Yo es la música que escuchaba de pequeño. Porque sonaba en la radio y porque mis padres siempre han sido muy seguidores de esa música. Y quizá es eso lo que nos ha gustado. Ahora, quizá incluso en Italia, se tiende a copiar un poco a músicos americanos y a perder la esencia que es lo que siempre ha predominado.

P. Sí, además en Italia siempre han gustado las voces diferentes, como la tuya. Pienso en Paolo Conte o Battiato.

R. Claro. Son voces muy particulares, muy rasgadas, muy rotas, muy pasionales. Y mi forma de cantar y de interpretar siempre ha sido muy cercana a ellos.

P. En algún sitio leí que cuando empezabas hacías unas muy buenas imitaciones de James Brown, y tengo que confesar que es algo que me gustaría ver.

R. (Se ríe) A mí siempre me ha gustado mucho el soul y me gustaba sobre todo el personaje. Creo que era un tipo que se subía al escenario y se transformaba. Y es lo que al final los músicos somos. Los músicos somos dos personas totalmente distintas: a uno le gusta pasar totalmente desapercibido, y luego subirte al escenario y transformarte. No obstante, de ahí a que imitara a James Brown, bueno... Lo seguía y había hecho spots y cosas... En general he sido muy seguidor de la música soul. Y ahora, fíjate, ahora que se ha ido Aretha Franklin, pues creo que nos hemos quedado ya un poco huérfanos.

P. Claro, yo por tus cualidades vocales, te ubico más cercano al soul blanco de un Joe Cocker, por ejemplo.

R. Sí. Sí, efectivamente. Si a lo mejor hubiera cantado en otro idioma, si hubiera cantado en inglés, no habría tenido la comparación de la música italiana, pero sí, siempre ha habido voces como muy rotas. En el fondo, como un poco negras.

P. ¿Nunca te tentó cantar en inglés?

R. No. Porque yo creo que hay que cantar en un idioma cuando lo sientes y lo dominas. Yo siempre he sido más mediterráneo en ese aspecto. Yo empecé la carrera de filología románica, francés e italiano. Y tuve una beca para ir a estudiar a Siena y al final me pudo más la música. Pero al final uno canta en idiomas que domina. En mi caso el catalán, el castellano y el italiano. Y el inglés siempre ha sido un idioma que he sentido más lejano.

P. Lo cual no ha evitado que tengas una buena base de fans en EE. UU.

R. Bueno, al final, yo creo que lo importante es llegar a la gente. Es más importante el idioma de la música que el idioma que uno habla.

P. Se cumplen 25 años del disco Solo para tí, que es un disco que personalmente recuerdo de mi infancia y que, visto en perspectiva, debió de ser importante por el momento en el que llegó.

R. Pues tú lo has dicho. Es que Bailar pegados me marcó demasiado en el aspecto de que hasta me daba miedo de que la gente no te dejara crecer. Pero afortunadamente vinieron otros discos y, entre ellos, Solo para tí. Yo creo que cada disco tiene su historia, pero mi obsesión siempre ha sido la de crecer y la de buscar nuevos autores, nuevos productores. Fíjate, el año que viene voy a cumplir 30 años de Esa chica es mía. A veces me preguntan que con qué canción me quedaría. Y es difícil porque cada disco tiene una canción que represente tu estado de ánimo emocional en cada momento. Y ese disco concreto, pues sí, me marcó mucho.

P. Yo no te voy a preguntar que con qué canción te quedarías de estos 30 años, pero sí a lo mejor de qué etapa de Sergio Dalma te queda un recuerdo más poderoso.

R. Pues fíjate, de cada etapa guardo muy buen recuerdo. Aquellos inicios con Esa chica es mía era hacer realidad aquel sueño de grabar tu propia música. Con Bailar pegados qué te voy a contar. Eso fue un antes y un después. Y cada disco después afortunadamente ha marcado una etapa, y eso lo intento resumir cuando hago un concierto. Con los años vas cambiando de repertorio, pero siempre hay unas que son como la columna vertebral de tu carrera que no pueden fallar nunca.

P. ¿Recomendarías a los artistas jóvenes acudir a festivales, como fue tu caso en Eurovisión?

R. Mira, cualquier plataforma que sirva para llegar a la gente es importante. Hoy en día, hay otro tipo de festivales, pero lo importante es que la gente te vea, darte a conocer. A mí lo que me da mucha rabia es que la gente con talento se quede en el anonimato. Hay que asomar la cabeza siempre.

P. La industria musical ha cambiado mucho desde entonces. Ahora, el artista interactúa con los fans casi directamente con las redes sociales.

R. La industria no ha sabido estar a la altura, porque lo que ha hecho es ver simplemente el negocio y olvidarse a veces del desarrollo de la carrera de los artistas. Y es una pena. Pero los tiempos han cambiado y afortunadamente, hoy hay herramientas suficientes como para tener al público muy cercano e informarles absolutamente de todo. Por suerte, la gente acude a los conciertos, paga su entrada... La gente consume la música de otra forma, pero consume más música que nunca, con lo cual, eso te hace sentir de alguna forma, optimista.

P. Hemos hablado de Córdoba, de EE. UU. y de Italia... Te tengo que preguntar por tu tierra, por Cataluña, que este martes vivió su día grande. ¿Cómo estás viviendo los últimos movimientos en Cataluña?

R. Bueno, ayer -el martes- viví La Diada aquí en mi tierra. Porque hacía mucho tiempo que no la vivía y siempre es un día especial. Y tengo que decir que a veces son los mismos medios los que amplifican y agrandan un poco lo que puede ser una situación. Está claro que hay un desentendimiento y un desencanto, pero en el día a día te das cuenta de que la convivencia sigue estando ahí. Lo que ocurre es que hay que buscar otra vez ese diálogo, y la posibilidad de entenderse. A veces se produce, como es lógico, un cierto desánimo. Pero yo quiero pensar, como optimista que soy, que ojalá se llegue a un punto de entendimiento. De momento, estamos todos a ver qué pasa.

P. ¿La música podría ser un buen instrumento para el entendimiento en estos momentos?

R. Buff. No lo sé. Está la situación tan crítica, que no sabría decirte. Ojalá. Lo que sea para poder volver a lograr esa armonía es lo que todos esperamos. Yo creo que ha llegado el momento en que hemos de saber convivir todos con la diferencia de ideas. Eso es a veces lo que resulta más complicado.

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