Pasolini y la mirada que no se conforma
Cuenta el poeta y traductor Andrés Catalán que los poemas de Pier Paolo Pasolini sobre Roma son pura cinematografía, del mismo modo que el cine del controvertido pensador italiano es pura poesía en movimiento. La traductora María Bastianes considera que en esta ambivalencia radica parte del encanto del artista, que hizo de la contradicción un mapa con muchas salidas, ninguna de ellas fácil.
Catalán y Bastianes han estado este viernes en Córdoba para hablar de Maravillosa y mísera ciudad, Poemas romanos (Editorial Ultramarinos, 2022), un libro traducido por ambos en el que recopilan todos los poemas del artista, dramaturgo, cineasta, columnista y poeta Pier Paolo Pasolini, protagonista este viernes del festival Cosmopoética, Poetas del Mundo en Córdoba.
De una ciudad milenaria a otra. El libro del que ambos han presentado en una charla junto al periodista Jesús Cabrera muestra la otra cara de la capital romana, siempre a través de la mirada de un inconformista. “Roma es la ciudad que posibilita el Pasolini que conocemos”, explicaba Andrés Catalán a este periódico minutos antes del acto.
Catalán contaba que los poemas romanos muestran a un poeta que pasea por la ciudad por esos sobborgo del proletariado en los que encuentra “una cultura diferente a la cultura burguesa, sagrada en su miseria”.
Los mismos que el cineasta retrató en Accatone, Mamma Roma o Pajaritos y pajarracos, y a los que aplica una lírica muy descriptiva, acercando la lupa a detalles que casi recorre como una cámara. “Hay un director de cine en su mirada poética”, afirma Catalán, que comenzó a trabajar en el libro junto a Bastianes durante la pandemia.
Era una forma de viajar a Roma sin salir de casa, señala la pareja de traductores. “La idea era hacer una antología poética pero también una guía poética por la Roma de Pasolini”, señala Bastianes, que cuenta que, para ello, exploraron todos los textos en los que el poeta, cineasta y pensador hablaba de la ciudad romana, a la que llegó en 1950 acompañado de su madre al tener que huir de su Friuli natal.
Una ciudad que, como el poeta, es pura contradicción. “Esa contradicción de ser católico pero comunista, ser comunista pero homosexual, ser homosexual y defender la cultura del subproletariado y, a la vez reivindicar que la situación tiene que cambiar. Surfear esa contradicción constante es la inteligencia de Pasolini”, explica Catalán.
Bastianes por su parte apunta que lo que hace atractivo al artista italiano es su mirada. “Tiene una mirada que nunca se conforma, que siempre intenta decir una cosa y también lo contrario. Y, en esa dialéctica, siempre trata de encontrar una salida. Difícil, pero salida”, resume la traductora, que destaca que Pasolini está viviendo un momento de mucho fervor, particularmente en España, reivindicado por creadores como Angelica Lidell.
También desde posturas de tinte más conservador, que suelen hacer bandera de su oposición al aborto y de su rechazo contra el progresismo burgués. Catalán considera que esto se debe a que Pasolini “es una figura incómoda para todo el mundo”. “Y es justo por eso por lo que se lo puede apropiar todo el mundo”, concluye.
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