Muere Manuel Mart, cantante de la banda cordobesa Estirpe
El músico y compositor cordobés Manuel Ángel Mart ha muerto. El que fuera líder de la banda Estirpe no ha logrado superar el cáncer que padece desde hace más de siete años y ha fallecido en las últimas horas, rodeado de su familia.
Los conocidos y amigos del cantante, hijo del líder de Medina Azahara, Manolo Martínez, conocían desde hace semanas su delicado estado de salud, provocado por una enfermedad que creyó hacer superado en el año 2015, poco después de que en el año 2014 le encontraran un tumor maligno en el aparato digestivo.
El músico, que tenía 45 años, publicó hace 11 días su última canción, A pesar, que sirve como primer adelanto del que será su primer álbum en solitario (y póstumo), que saldrá en unas semanas. Concretamente, el disco verá la luz en diciembre, se llama Tierra y Fe, y el cantante y compositor lo ha estado grabando en el último año entre Córdoba y varias ciudades.
El comunicado con el que presentaba su nueva canción ya hacía sospechar que su delicado estado de salud le iba a impedir presentar el disco debidamente. “Me veo en unas circunstancias en las que siento que debo dar el relevo a personas de mi plena confianza para que puedan llevar a la luz el resultado. Mi sello y hermanos, Infarto Producciones, serán los que afronten todo este proceso con todo el cariño del mundo y bajo mi total y absoluta confianza para hacerlo todo, en cuanto a la comunicación, promoción, edición y futuras publicaciones de lo que deseo presentaros, mi último trabajo, al que he llamado Tierra y Fe”, explicaba en la nota.
Su muerte llega, además, apenas unos días después del fallecimiento de José Miguel Panadero, conocido en los círculos rockeros de Córdoba como Chino, y uno de los miembros originales de Estirpe, junto a Mart.
El grito cordobés a contracorriente
La muerte de Manuel Mart ha provocado una cascada de homenajes de la escena rockera al músico, que era tan querido en su faceta profesional como fuera de los escenarios. En esta última faceta, en la vida a la que tanto le ha cantado, deja un hijo pequeño y una mujer, Esther, así como multitud de amigos que tratan de buscar el consuelo al vacío dejado por el músico.
Sobre los escenarios, Mart logró el reconocimiento con la banda Estirpe, que fundó junto al baterista Javier Estévez, el guitarrista Loren Gómez, el teclista Daniel Puig y el bajista José Miguel Panadero a mediados de los 90. Juntos publicaron un primer trabajo Ídolos de papel que sorprende en el panorama rockero nacional por el estilo experimental e incalificable con el que la banda conjugaba sus influencias.
Para empezar, el disco ve la luz en un momento, en la segunda mitad de los noventa, en los que el rock español está absolutamente monopolizado por grupos que cantan en inglés (Sexy Sadie o Dover, por poner un ejemplo). Y de repente, aparecieron ellos, con un catálogo de registros que iba del hard rock a al rock andaluz, con un sentido operístico de la música que no tenía comparación en aquel momento, y en cuyo brillo destacaba el cantante, un Manuel Mart que dejó de ser “el hijo del cantante de Medina Azahara” para convertirse en “Manolo el de Estirpe”.
Su segundo trabajo, Víctimas de un mismo sol, vio la luz a principios del año 2000, y expandía el universo de su predecesor, incorporando nuevos rangos e influencias, con algunas canciones, como Vida, en las que la banda demostraba ser un proyecto que trascendía el género de rock duro. El tercer disco, Ciencia, es una de las piedras de toque del nu metal español: eran como si korn hubieran pasado la noche borrachos de finos en La Corredera y hubieran grabado un disco de resaca en Valdeolleros.
Convertidos en referente de ese sonido en España, no tardaron en llenar salas de toda España y de triunfar en festivales, lo que no les impidió darle la vuelta a su propia leyenda con discos como el acústico El sentido de la calma, grabar un DVD en directo en el Gran Teatro de Córdoba, o trufar de nuevos sonidos de inspiración latina discos como Neurasia. En la segunda década de los 2000, Estirpe ralentiza su ritmo, entre otras cosas, porque en 2014 a Mart le detectan un tumor y tiene que someterse a tratamiento para recuperarse.
Lo logra y en 2015 sale el último disco de la banda, Jam Fuzzion Klan, un trabajo que sirve como despedida de la banda, que anuncia su separación en 2016. Y, tras unos cuantos años de silencio, Mart reaparece en plena pandemia con una canción en solitario, De paso, que muestra a un cantante enfrascado en territorio folk rock y mostrando muchas claves personales. Aquel tema tiene continuación con A pesar, el primer adelanto de su primer disco en solitario.
Será un disco póstumo. Mart se ha ido habiendo pulido cada nota del mismo, con la tranquilidad del artesano que sabe que, una vez que el disco se mete en una lata, ya nunca es suyo, sino de los otros. Tierra y Fe verá la luz en diciembre. Mart va a sonar más fuerte que nunca hasta entonces.
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