Luz verde de Patrimonio al proyecto de restauración del Palacio Ducal de Fernán Núñez

La Comisión Provincial de Patrimonio de la Delegación de Turismo, Cultura y Deporte de la Junta en Córdoba, que preside el delegado territorial, Eduardo Lucena, ha informado favorablemente acerca del proyecto modificado de restauración, consolidación y puesta en valor del Palacio Ducal de Fernán Núñez para uso museístico.

Las actuaciones cierran las intervenciones previas realizadas en los últimos años por el Ayuntamiento de dicha localidad cordobesa, según ha informado este jueves la Junta en una nota.

En este proyecto se parte de un levantamiento gráfico completo del edificio mediante escaneado láser 3D y se incorpora un anexo de restauración, así como un proyecto de actividad arqueológica, objeto de tramitación independiente, según ha precisado la Junta.

Las actuaciones estructurales y de consolidación afectan fundamentalmente a las cubiertas, sustituyendo los faldones de fibrocemento y la estructura del sector noreste y del cuerpo noroeste, con lo que se completa la renovación total de estos elementos.

Manteniendo el trazado y las pendientes existentes, se sigue el criterio de anteriores proyectos de emplear pórticos de perfiles de acero apoyados en zunchos perimetrales de hormigón armado.

Los techos de vigas de madera de la planta primera del sector noreste se refuerzan con forjado de chapa colaborante. En el resto del bajo cubierta se dispondrán pasarelas metálicas para registro de las instalaciones.

Además, se contempla la consolidación y el cosido de fisuras en los muros, así como del suelo de la sala del administrador, y en la escalera de caracol se ejecuta una losa de hormigón armado sobre la rosca de ladrillo.

En los suelos de planta baja y semisótano se ejecutarán soleras de hormigón sobre encachado de bolos para aislarse de la humedad y se instalará una nueva escalera de emergencia.

La distribución interior se adapta a la estructura del edificio y a las intervenciones previamente realizadas. Se mantiene el acceso principal por la plaza, el zaguán y la escalera palatina, así como la escalera secundaria de caracol. Se proyecta un acceso sin barreras por el patio de calle Barroseco.

Para cumplir la normativa de evacuación, se introduce una escalera de emergencia en la esquina noreste, conectando las plantas baja, primera y bajo cubierta de instalaciones.

En la baja y primera se habilita un recorrido de circulación alrededor del núcleo central del edificio conectado con las distintas salas, se eliminan los aseos existentes, disponiendo nuevos núcleos en planta baja junto a la salida al jardín y en la crujía este de planta primera. Igualmente, se abrirá una salida al jardín mediante rampa en la planta semisótano.

El edificio se dota de nuevas instalaciones de saneamiento, fontanería, electricidad, ventilación, climatización, antiincendios y pararrayos, así como de un sistema centralizado de ventilación y climatización.

Las solerías se atienen a los materiales existentes, como ladrillo colocado en espina de pez en la mayor parte de las dependencias, piedra en el zaguán y distribuidor, baldosa hidráulica en la capilla y archivo y gres en los aseos. El anexo de obras incluye la restauración pétrea, de pinturas murales y de carpinterías de madera.

El Palacio Ducal de Fernán Núñez está protegido como Conjunto Histórico por Real Decreto y es Bien de Interés Cultural (BIC) en base a la Ley de Patrimonio Histórico Español, e inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz (Cgpha) por la Ley de Patrimonio Histórico de Andalucía.

Tuvo su origen en una torre medieval fortificada, que todavía subsiste en la torre sur, donada en el momento de la reconquista a don Fernán Núñez de Témez y transformada posteriormente en castillo.

Tras la conquista de Granada, perdido su carácter defensivo, el edificio se adaptaría a residencia señorial en torno a un patio porticado mudéjar, del que todavía se conservan restos.

El tercer conde de Fernán Núñez, Francisco Gutiérrez de los Ríos, realizó importantes obras en el siglo XVII, configurando un palacio barroco.

En su estado actual, el edificio responde sobre todo a las obras acometidas a partir de 1783 por el sexto conde, Carlos José Gutiérrez de los Ríos, que actuó también como proyectista.

El edificio principal, de planta rectangular, preside la plaza y abre su fachada trasera a un gran jardín. Tiene una planta compleja, organizada en diversas crujías alrededor de un núcleo que alberga la escalera principal y el patio central, otro patio se abre hacia la calle Barroseco. El palacio se desarrolla en dos plantas, con un semisótano y se completa con otros edificios en torno a una plaza como símbolo de poder.