Inician el expediente para declarar BIC el espectacular yacimiento romano por el que hubo que desviar una carretera

La Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Córdoba ha iniciado el expediente para declarar Bien de Interés Cultural (BIC) el yacimiento arqueológico descubierto en Priego de Córdoba, en el Cortijo de Los Cipreses, y que obligó a modificar el trazado de la Variante de Las Angosturas. Este es el primer paso para la futura musealización del espacio, considerado como una de las almazaras romanas mejor conservadas de la Bética.
Durante estos días, la empresa Gespad Al Andalus SL está trabajando en la consolidación de los restos arqueológicos excavados, actualmente al descubierto. El objetivo es consolidarlos, evitar su deterioro y dejarlos preparados para su futura conservación y explotación cultural. De esta forma, los trabajos tratan de evitar derrumbes, de proteger las construcciones y todas las solerías y calzadas halladas.
El Cortijo de los Cipreses
Los hallazgos arqueológicos parecen corresponder, según las investigaciones, con un centro de producción y distribución de excedentes de aceite de oliva de origen romano de toda la comarca. El yacimiento, denominado Cortijo de los Cipreses, se trataría de un lugar estratégico dentro de la Bética y vinculado con las redes de distribución de la época, por lo que se ha considerado de gran interés cultural conservar y continuar con la realización de futuras investigaciones más en detalle.
Este complejo no estaba vinculado a una villa o un núcleo poblacional, sino que funcionaba de manera autónoma en torno a una calzada romana principal, un hecho sin precedentes en la región. La almazara destaca por su sistema hidráulico, con canalizaciones y depósitos que aseguraban el suministro de agua, esencial para el funcionamiento del complejo. Este diseño permitió optimizar los procesos de producción, desde el lavado de las aceitunas hasta la limpieza de las instalaciones.
Un modelo único en la Bética romana
En la provincia de Córdoba se han documentado múltiples almazaras romanas, pero el caso del Cortijo de los Cipreses destaca por su localización estratégica junto a una calzada principal. Esto sugiere que el complejo no solo servía como centro de producción, sino también como un nodo logístico clave para el transporte de aceite hacia mercados más amplios. La anchura de la calzada sugiere que podría tratarse de un vial principal, de la conexión entre Córdoba (Corduba) y Antequera (Antikaria), o quizás de uno de los accesos a las dos grandes ciudades romanas de la zona de la que se tiene constancia: Carcabuey (Ipolcobulcola) y Fuente Tójar (Iliturgicola).
Los expertos apuntan que la conexión con la red viaria romana podría haber permitido su integración en el sistema comercial del aceite bético, un producto que gozó de gran prestigio en todo el Imperio Romano. La Bética era conocida como una de las principales regiones productoras de aceite en el Imperio. Las ánforas encontradas en Roma y otras ciudades importantes del Mediterráneo evidencian la magnitud de las exportaciones de aceite bético. Este hallazgo en Priego de Córdoba refuerza la idea de que el aceite no solo era un producto esencial en la economía romana, sino también un símbolo del desarrollo tecnológico de la época.
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