Cómo se gestó el adiós de TBA21 del C3A: “Queremos seguir en Córdoba, aunque sea con otra fórmula”
Rosa Ferré se toma casi cinco segundos para responder a la pregunta de si le sorprendió leer en la prensa que tanto la directora del Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (CAAC), Jimena Blázquez, como el alcalde de Córdoba, José María Bellido, habían puesto en duda la continuidad de la fundación TBA21 Thyssen-Bornemisza Art Contemporary en el Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A), ubicado en Córdoba.
Pero responde. Y lo hace con franqueza. Ferré es la codirectora de TBA21, un puesto al que llegó hace apenas unos meses, tras acumular más de veinte años de experiencia en la concepción y dirección de proyectos expositivos y de divulgación cultural, algunos de ellos en espacios como el CCCB de Barcelona o Matadero Madrid. Su testimonio llega a falta de unos días para que arranque la fase activación de Ecologías de la paz, la muestra vigente de la Fundación Thyssen en Córdoba, y poco después de que se confirmara que esta gran apuesta cultural ha llegado a su fin.
Su testimonio es de vital importancia, en tanto a que muchos cordobeses, especialmente aquellos vinculados al mundo de la cultura, se están preguntando todavía cómo es posible que el “pelotazo” para Andalucía -como lo describió el presidente andaluz, Juanma Moreno- se haya cerrado con un par de entrevistas en prensa, y no con una comunicación conjunta. A clarificar posturas se presta Ferré, en una charla en la que acaba pidiendo una mirada larga para un espacio, el C3A, que no podrá sobrevivir a las suspicacias si no es con una apuesta a largo plazo.
En ningún momento defenderíamos que una fundación privada suplantara el papel de las instituciones
PREGUNTA. Me gustaría empezar hablando de esta segunda fase de Ecologías de la Paz, que se reactiva, como todos los años, ahora en otoño.
RESPUESTA. La verdad es que hemos planteado casi una exposición nueva, porque hemos incorporado 14 piezas nuevas. Hemos hecho un gran esfuerzo para que sea otra exposición, y para que realmente merezca la pena revisitar y descubrir nuevas cosas. Además, hemos puesto mucho empeño en el programa público, porque es la última inauguración de la trilogía. Vamos a tener tres días de actividades. Algo muy relevante para nosotros es que, a raíz de todo lo que ha salido en prensa y estas cuestiones, hemos hecho un gran esfuerzo con Jimena Blázquez para que el programa se vea como un verdadero trabajo conjunto. Así que aprovechamosque se inauguran las exposiciones de Mercedes Azpilicueta y de Alegría y Piñeiro. Es decir, será un programa para todas las inauguraciones.
Esto también es una manera de mostrar que todo lo que hemos hecho en el C3A ha sido un trabajo conjunto, primero con Juan Antonio (Álvarez Reyes, exdirector del CAAC y responsable de la llegada de TBA21 a Córdoba) y luego con Jimena. Nosotros, al final, somos el partner privado que ha estado en medio de esa polémica. Y muchas veces nos han involucrado sin mucho sentido desde nuestra perspectiva.
P. Lo cierto es que, aunque los que seguimos la vida cultural hemos notado una coexistencia pacífica entre las exposiciones del CAC y TBA21, sorprende que en la prensa se aireara como si TBA21 estuviera usurpando un espacio mediático o físico.
R. Sí, nosotros también creemos que responde más a cuestiones políticas. Estamos en medio, pero tienes razón. Creo que, para construir una nueva línea de trabajo como la de Jimena, por supuesto, ella defiende lo que ha empezado a hacer. Pero eso a veces da la sensación de que se está cuestionando el acuerdo. Creo que desde el principio se planteó como algo temporal porque, como fundación, tenemos una misión, y nuestra misión no es estar siempre en un museo público, que tiene su propia dirección y programación.
P. ¿O sea, el acuerdo siempre tuvo un horizonte de tres años, y adiós?
R. El acuerdo se planteó primero como un aniversario de la fundación, con tres capítulos. Apostamos por la ciudad, también. Es una coproducción, algo que nunca se deja del todo claro en la prensa. El ayuntamiento apostó por dar visibilidad a la ciudad a través del arte contemporáneo, más allá de su imagen patrimonial, y nos pareció una oportunidad increíble para mostrar nuestra colección a gran escala, ya que el museo es maravilloso y teníamos buena relación con el comisario y el director del C3A. Pero tiene una fecha de caducidad; no tiene sentido seguir haciendo exposiciones que, al final, son tres, pero muy parecidas. Para nosotros, todo este viaje es una sola exposición.
En ningún momento defenderíamos que una fundación privada suplantara el papel de las instituciones. Esto siempre fue una colaboración público-privada en la que todos apostábamos e invertíamos. Nosotros hemos invertido mucho, y a veces en la prensa se malinterpretan las cifras, como cuando se menciona “un millón y medio” de euros -en referencia a la aportación del Ayuntamiento-.
No hemos abordado cómo continuar nuestro trabajo en Córdoba, pero nadie ha decidido que no vamos a hacerlo
P. ¿En qué sentido?
R. Pues que nosotros también hemos puesto esa cantidad. Además, la Junta ha hecho una gran aportación que no siempre se detalla: gastos corrientes, logística, etcétera. Las exposiciones, especialmente después de la crisis del Covid, son increíblemente caras. Nuestra aportación ha sido igual de importante. Hemos tenido un equipo de prensa internacional continuo y hemos realizado programas de proximidad mucho más allá de lo que exigía el convenio. Hemos trabajado con comunidades locales, creando una red de trabajo que, para nosotros, es lo importante. Queremos seguir en Córdoba porque hemos establecido una relación muy importante con la comunidad local. Involucramos a artistas en otros proyectos, y nuestra misión ha sido conectar lo internacional con lo local y viceversa.
P. De hecho, fue un paso ambicioso dar el salto a Córdoba, es una manera de descentralizar y poner el foco en la periferia.
R. Muy ambicioso, sí. Y, nosotros, como sabes, tenemos también un espacio en Venecia, y teníamos muy claro que ese es un lugar que nos conecta mucho con lo internacional de manera automática, porque allí están todas las bienales. Lo que queríamos hacer en Córdoba era un trabajo mucho más localizado. Por eso, lo que hemos hecho no ha sido simplemente traer una exposición a Córdoba, sino trabajar con Córdoba de manera profunda. De verdad, hemos querido integrarnos en el contexto local. Para nosotros, aunque estas exposiciones terminen, el trabajo con los colectivos que ya forman parte de nuestra red continua. TBA21 es, en esencia, una gran red de prácticas, de personas e instituciones con los mismos intereses.
P. Entiendo que había un convenio cerrado por tres años y, como dices, vais a seguir trabajando con Córdoba de alguna manera. Pero también me pregunto si, en algún momento, considerasteis continuar dentro del mismo espacio de C3A.
R. Sí, lo contemplamos. De hecho, cuando inauguramos la segunda exposición ya abordamos cuál sería la continuidad del proyecto. Con la anterior dirección sí hablamos sobre la posibilidad de continuar, aunque nosotros, como fundación, no podíamos seguir invirtiendo una parte tan grande de nuestro presupuesto y esfuerzo en Córdoba indefinidamente. Estaba consensuado que serían tres exposiciones. Nadie nos ha echado ni nada por el estilo, pero sí se habló de la posibilidad de trabajar en un futuro en programas más centrados en residencias artísticas y en la internacionalización. Tal vez organizar anualmente algunos programas públicos relacionados con las exposiciones, pero siempre en menor escala y en función de lo que la comunidad local considerara útil.
P. ¿Y eso sigue sobre la mesa?
R. Por ahora, ni Jimena ni nosotros hemos abordado en detalle cómo continuar nuestro trabajo en Córdoba, pero nadie ha decidido que no vamos a hacerlo. Lo único claro es que las exposiciones de gran envergadura no continuarán, lo cual ha sido acordado por todas las partes. Tiene sentido que el museo quiera desarrollar una programación propia, algo que apoyamos y ya habíamos discutido con Juan Antonio. Es normal y saludable que el museo tenga su propia dirección y que los planes de futuro no se basen en una única colección. Por tanto, entendemos que el museo, que es una institución de la Junta, tiene sus propios planes, y estos deben ser autónomos, no heredados. En ese sentido, estamos de acuerdo.
P. ¿Fue desconcertante enterarse por la prensa de que el proyecto no estaba siendo valorado de forma positiva?
R. Ahí discrepo. La valoración no ha sido negativa. Lo que se ha comunicado es que no tiene sentido continuar con estas exposiciones en las mismas condiciones, pero eso no debe interpretarse como que la colaboración no ha sido positiva. Cada reunión que hemos tenido con el Ayuntamiento y con la Junta ha reflejado -y ahí están las actas- el impacto que hemos logrado a nivel internacional para este museo. Hemos trabajado para situarlo en un contexto global. Creemos que este esfuerzo ha abonado el terreno para lo que el museo quiera hacer en el futuro, sin nuestra intervención directa. Seguiremos dispuestos a colaborar cuando se nos necesite, especialmente en producciones de gran escala. Muchísimas instituciones y personas del contexto del arte contemporáneo que antes no conocían el museo ahora están preguntando: “¿Qué va a pasar en Córdoba? ¿Cuáles serán las próximas exposiciones?”. En resumen, creemos que hemos allanado el camino para que el museo tenga una repercusión importante en el futuro, y estamos muy orgullosos de nuestro trabajo.
Queremos seguir en Córdoba porque hemos establecido una relación muy importante con la comunidad local
En cuanto a las críticas sobre la afluencia de público, cuando los medios dicen que ha bajado un 4%, lo que no se destaca es que las visitas han aumentado significativamente desde que empezamos. Las exposiciones que hemos presentado son muy grandes y presentan a artistas internacionales de renombre junto con proyectos locales. Ha venido gente de Madrid, Sevilla y otros lugares a ver el museo por primera vez gracias a este proyecto. Así que, aunque cada uno tenga sus propios intereses de cara al futuro, no queremos que eso empañe lo que ha sido una colaboración positiva para todas las partes. Especialmente por parte del Ayuntamiento. No sé qué valoración ha hecho la Junta, pero nosotros, conjuntamente, hemos hecho valoraciones de todos estos tres años que indicaban un crecimiento de público increíble, no porque sea por nosotros, no porque esté la Fundación Thyssen, sino porque hay una programación continua activada. Nosotros hemos hecho un recorrido y ahora se entiende que quien lo asume directamente es la Junta, con el acuerdo al que haya llegado con el ayuntamiento.
P. ¿Crees que el Ayuntamiento va a seguir sufragando las exposiciones en el C3A sin TBA21?
R. A lo mejor han llegado a algún acuerdo. Lo desconozco, lo desconozco. Pero creo que el ayuntamiento y la Junta querían seguir trabajando juntos para que todo lo que hemos conseguido en estos tres años —posicionar un museo que tenga sentido dentro de su propia comunidad— continúe. Es un trabajo de mucho tiempo, en un lugar en el que el arte contemporáneo nunca se ha apoyado institucionalmente, ni se sigue apoyando. De eso hablo. Entendemos la reflexión que hizo Jimena perfectamente.
P. ¿Te sorprendió esa entrevista?
R. ¿Me sorprendió esa entrevista? (Se lo piensa durante cinco segundos) Sí, sí. Bueno, me sorprendió. Pero nosotros, sinceramente, para ponértelo claro, no nos hemos sentido nunca cuestionados por el Ayuntamiento porque no hemos tenido ninguna conversación, ni con Jimena.
P. ¿Entiendo, por tanto, que la manera de comunicarlo ha sido un poco torpe?
R. Ha sido torpe, pero en el sentido de que, luego, en todas las conversaciones era: “Ah, no, es que le preguntaron y entonces dije esto porque ya habíamos hablado de que no íbamos a seguir”. O sea, seguramente no es una manera conjunta y articulada de explicarlo, pero no es un problema para nosotros. No es un conflicto. Porque nosotros, desde el principio, teníamos claro que eran tres años. Cada institución tiene sus agendas. Y, si le preguntas a Francesca (Thyssen-Bornemisza), ella ha hecho una apuesta muy personal por Córdoba. Nosotros hemos tenido muchas propuestas para hacer cosas en otros sitios, ¿no? Y las hemos rechazado porque pensamos que es importante hacerlo en un contexto en el que lo que hagamos tenga una repercusión. No hemos querido ser uno más, sino realmente intentar mover y poner el esfuerzo en la comunidad andaluza, porque el C3A es el centro “andaluz”. Y era eso, no era solo Córdoba, era todo el contexto de Andalucía.
P. Por eso mismo me gustaría que me dijeras: ¿Qué le ha aportado Córdoba a TBA21?
R. Nosotros, que trabajamos en el ámbito de la ecología, hemos descubierto proyectos situados aquí muy importantes y colectivos que están trabajando con mucha independencia de lo político -me refiero a las ayudas políticas- para crear una ciudad que sea habitable y que esté conectada con la naturaleza. Hemos aprendido muchísimo de esos colectivos y los hemos incorporado a nuestro discurso, a ellos y a sus prácticas localizadas. No sé, esa idea de poder trabajar desde lo hiperlocal para hablar de lo global nos interesa mucho, y ha sido un campo de trabajo increíble. Para nosotros, Córdoba es una sociedad muy vinculada a la tierra, a lo natural, a sus materias primas... Y todo lo que hemos hecho con el Guadalquivir, por ejemplo, ha sido una experiencia que para nosotros es casi un modelo. Esa idea de cómo la ciudad puede, a través del arte y la cultura, construir y tener un imaginario diferente al que nos llega a diario sobre lo que es el progreso. Cómo hay que recuperar lo propio para poder ir hacia cualquier otro sitio. Eso hemos aprendido mucho de Córdoba, lo hemos incorporado y lo usamos, lo contamos en muchos programas.
Córdoba podría ser una ciudad modelo en cuanto a su gestión ambiental, pero con una economía diferente
P. El pensamiento fluvial, ¿no?
R. Exacto. Nosotros llevamos nuestro caso de Córdoba como diciendo: “Ninguna ciudad que no cuide su río —que ha sido la fuente de tantas cosas, también de su poesía- puede tener un futuro, ¿no?”. Entonces a veces nos dicen: “Bueno, pero vosotros, ¿qué habéis conseguido con esto? ¿Cómo habéis influido?”. Nosotros no hemos influido en nada, hemos apoyado a unos colectivos que llevan ya un trabajo. Córdoba es una ciudad muy articulada en ese sentido, en la lucha por una visión específica de lo que tiene que ser la ciudad para todos. Y nosotros hemos apoyado proyectos que ya estaban en marcha. Tenemos que ser humildes. Nosotros hemos hecho eso con una comunidad que hemos incorporado a nuestra red. Y sí que me parece que, a veces, cuando oyes a las personas que están en las instituciones de Córdoba, hablan un poco de eso.
Sé que hay políticas contradictorias en relación a lo que puede ser el sistema medioambiental de la ciudad, pero creo que lo que nosotros hemos hecho ha sido ponernos del lado de quienes creemos que es importante: la gente que está trabajando por la renaturalización de los espacios, que es lo que se está haciendo en Europa. No es que estemos aquí haciendo un proyecto ultramoderno, pero sí creemos que esas buenas prácticas que algunas ciudades están llevando a cabo de manera pionera son importantes, y nosotros seguimos trabajando en esa línea.
P. ¿Y cómo ves ahora personalmente a Córdoba?
R. Sinceramente, creo que, tal como es Córdoba y con los recursos que tiene en todos los sentidos —patrimoniales, naturales, etcétera— podría ser una ciudad modelo en cuanto a su gestión ambiental y muy pionera. Y eso también implica una economía diferente, que es algo que mucha gente no piensa. Es decir, otro modelo de ciudad a veces implica una economía mayor que lo que puede suponer el trabajo de decir: “Vamos a tener más turistas, vamos a abrir más vuelos…”. Quiero decir que, a veces, pensar a un plazo más largo es más rentable, como se demuestra en muchísimos casos.
P. ¿Cuándo sería la próxima reunión que tienen todas las partes?
R. Cuando inauguremos la exposición tendremos la conferencia de prensa conjunta y además tenemos una reunión en septiembre. Por contrato. Es una reunión que tenemos cada otoño, y que ahora nos toca. La haremos para hacer una valoración final.
Con la anterior dirección sí hablamos sobre la posibilidad de continuar
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