Las Galerías del Cardenal inauguran el Año Teno
Filosofía y Letras exhibe una muestra de pinturas y cuatro bronces que se corresponden con bocetos de algunas obras monumentales
Las Galerías del Cardenal Salazar (Facultad de Filosofía y Letras) acogen desde el viernes 21 de febrero la exposición titulada Teno. Pintura (1994‐2013), muestra que inaugura el Año Teno, ciclo expositivo y actividades diversas relacionadas con el internacionalmente conocido artista cordobés del que en el mes de febrero se cumple el primer aniversario de su fallecimiento.
Las actividades a desarrollar en el Año Teno van a permitir mostrar y hacer llegar al público una gran parte de la producción de Aurelio Teno. Además, como una manera de hacer más comprensible su creatividad y el espíritu que la impulsó, se quiere dar relevancia al Monasterio de Pedrique, donde el artista vivió sus últimos años y donde produjo gran parte de la obra que ahora podremos contemplar.
Por ello, el Ayuntamiento de Pozoblanco y la Universidad de Córdoba van a organizar en la primavera unos itinerarios hacia Pedrique, acercando el lugar al resto de la provincia. Igualmente, y desde un plano más académico, se ha proyectado en el próximo mes de septiembre la celebración de un Curso de Verano en el propio monasterio de Pedrique, un entorno ideal donde se pueda reflexionar sobre la obra de Teno y su significado.
El grueso del programa del “Año Teno” está sostenido por seis exposiciones sucesivas, que comienzan con “Teno. Pintura (1994‐2013)”, organizada por las Galerías del Cardenal Salazar, y que recoge una muestra de lo que el artista pintó en sus últimos veinte años.
Junto a las pinturas, completando la muestra, se exponen cuatro bronces que se corresponden con bocetos de algunas obras monumentales bien conocidas en la Provincia. Son Fuente Obejuna y Las raíces del valle, para seguir con otras maquetas que estaban destinadas a espacios públicos de Córdoba capital, pero que quedaron en sólo proyectos: Las tres culturas y Quijote sobre los encantadores.
Las pinturas representan insistentemente a los personajes del Quijote, águilas, toreros y monjes de Pedrique, motivos esenciales en la trayectoria artística y vital de Aurelio Teno, manifestando al igual que en sus esculturas un expresionismo figurativo que a veces se descompone y desaparece buscando la abstracción, con ritmo tenso y dramático.
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