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‘El hijo zurdo’: las conexiones con Córdoba de la serie del momento

María León y Hugo Welzel

Marta Jiménez

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Rafael Cobos citó una idea poética de Pablo García Casado en la premiere sevillana de El Hijo zurdo, la serie que ha creado y que está a punto de estrenarse: “Como dijo el poeta, las cosas más interesantes ocurren en las afueras”, expresó micrófono en mano. Fue el pasado jueves en la fiesta, con musicón de la banda sonora de Bronquio y Dalila en directo, celebrada en el Puerto de Sevilla. 

Rodar una serie para Movistar + en Sevilla ya significa estar en la periferia del lugar desde donde suelen narrarse esta clase de historias urbanas para plataformas. Pero a lo que Cobos se refería es a cómo las secuencias de esta miniserie salen del casco histórico y muestran la Sevilla de la gente, no la de la postal y los turistas. Por eso estar en las afueras significa estar dentro de esta historia.

Una serie de seis episodios que se estrena el próximo jueves 27 y que se inspira en la novela del mismo título, escrita por la onubense Rosario Izquierdo. El hijo zurdo logró alzarse la pasada semana con el premio a la Mejor Miniserie en la sección Short Form de Cannesseries. “Rafa, algo bien hemos tenido que hacer para estar aquí”, le dijo la protagonista, María León, a Rafael Cobos al recoger el premio y ante las risas del público que llenaba el Teatro Lumière.

Es la primera vez que Cobos tiene tanto poder frente a un proyecto. Director creativo, guionista y realizador de dos capítulos (de los otros cuatro es director Paco R. Baños), cuando hasta el momento, Rafael era conocido por su trabajo en el guión de películas de Alberto Rodríguez como La isla mínima y El hombre de las mil caras, con las que fue premiado con un Goya, la reciente Modelo 77, además de 7 vírgenes, After y Grupo 7. También trabajó en las dos temporadas de La peste, en la segunda como director creativo, más como guionista en un episodio de Apagón, ambas series para Movistar +.

Casi todos estos proyectos han tenido a la ciudad de Sevilla como escenario tan recurrente como icónico de su cine, aunque aquí se nota su mano en solitario en el ritmo, las capas de los personajes, el uso de la música o lo emocional por encima de la trama.

La de El hijo zurdo es una historia sobre la identidad y la maternidad. Fue la mujer de Cobos quien le sugirió al director que en la novela de Izquierdo podía estar la historia que estaba buscando rodar. La autora del libro perseguía “abordar la maternidad en ese momento de la adolescencia en el que surgen los conflictos entre madres e hijos. Se tiene miedo a que tu hijo se enfrente a ti y todo lo que has construido se venga abajo de un día para otro”, algo con lo que se queda Cobos. “En los últimos años busco conocerme un poco más y para eso es fundamental saber de dónde vienes y, en mi caso, proyectarlo en el tema de la paternidad, ser padre es otro reflejo en el que te buscas, te reconoces y donde proyectas cosas maravillosas y también grandes miedos”, explica su creador.

La serie también aborda el asunto de las segundas oportunidades y el cómo nos relacionamos con los que están a nuestro alrededor. “Cómo nos escuchamos a nosotros mismos realmente es cómo tratamos a los demás”, opina María León, refiriéndose al efecto de espejo madre-hijo que plantea la serie. “Cómo buscar a un hijo significa poder encontrarse a una misma”, añade.

El resultado de este viaje, tanto de Cobos a la dirección como del espectador al interior de los dos personajes protagonistas, madre e hijo, está por encima de la acción y de lo que ocurre, además de alejarse del cine al que acostumbran las películas de Rodríguez y Cobos.

El hijo zurdo significa ser distinto, cuestionar la normalidad y convertir el proceso de la maternidad en otro de autoconocimiento. Nunca ha habido en el cine del tándem sevillano un personaje femenino tan complejo como el de Lola Izquierdo (María León), que posea tantas capas en las que poder bucear. Tal vez la Ana (Blanca Romero) de After (2009) sea el personaje más cercano a los conflictos de estos personajes de la serie, que tienen más importancia que la propia trama.

Marisol Membrillo y Susana Córdoba, en la pantalla; Nita, en la banda sonora

A una inmensa María León la acompañan en el reparto de esta historia la gran Tamara Casellas, junto a Alberto Ruano, y los jóvenes Hugo Welzel, Numa Paredes y Germán Rueda. A ellos se añaden las cordobesas Marisol Membrillo, encarnando a la madre de la protagonista, y Susana Córdoba, en el papel alcaldesa de Sevilla, nada más y nada menos.

Ambas actrices, que aún no han podido ver el resultado final en la serie completa, coinciden en que ha sido “un regalo” poder trabajar con Rafael Cobos y se encuentran emocionadas tanto con el estreno de la serie como por el premio en Canneseries. “Es absolutamente merecido”, confiesa Marisol Membrillo.

La actriz asegura que se enamoró de su personaje de madre de la protagonista nada más leer el guión. “Era como si el personaje estuviera plasmado ahí en los folios”, asegura. Cuando los directores vieron su secuencia de casting ,“vieron al personaje, lo tuvieron claro, y eso creo que es porque la secuencia está muy bien escrita”. Su papel es el de una convencional señora de sevillanas maneras, que además tiene dinero y poder.

El poder político lo encarna Susana Córdoba como alcaldesa de Sevilla. La actriz pudo meterse de lleno en su papel en el propio despacho de la alcaldía hispalense, gracias a la complicidad del actual alcalde, Antonio Muñoz (PSOE). “A mí esta historia me atravesó desde la primera frase”, cuenta la actriz, quien pronostica que “es una historia que va a llegar mucho”. Susana Córdoba ha podido rodar con los dos directores -Rafa Cobos y Paco Baños- “de una manera tan minuciosa y tan detallista y tan esclarecedora, la que poseen ambos”, celebra sobre un rodaje donde confiesa haber sentido “cosas nuevas”.

Y añade la anécdota de cómo el alcalde de Sevilla se pasó a saludar mientras el equipo de rodaje “ocupaba” su despacho. “Me comentó que él nunca se sentaba en el sillón. O que no se solía sentar. Y le dije,  pues con tu permiso yo hoy lo voy a hacer”, ríe.

Por su parte, la cantante de Fuel Fandango, Nita, también participa en la banda sonora de una serie en la que la música tiene una gran importancia estética y se encarga de recordar el subtexto que posee la propia serie. En ella participan artistas como Rocío Márquez, Bronquio, Dalila y Julio de la Rosa.

Equipo SOPA

El equipo creativo que ha desarrollado el mundo visual de la serie está formado por tres cordobeses, los hermanos Álvaro y Luis León, junto a Virginia Velasco. Con larga experiencia en el universo audiovisual, ya habían trabajado en series de Movistar + como Arde Madrid y Vida perfecta, además de en La peste, donde coincidieron por primera vez con Rafael Cobos. Aquel fue un proyecto que intervino las calles de algunas ciudades con arte público lleno de ratas doradas y calaveras.

En El hijo zurdo han trabajado “todos los sistemas visuales y algunos verbales de la serie”, tanto dentro como fuera de la pantalla. Sus diseños acompañan la obra antes de que el público la vea, en los carteles o los códigos gráficos, por ejemplo. “Conversamos mucho con Rafa y también trabajamos con él dentro de la propia obra, en esos rótulos que aparecen en la serie en rojo punk, esos cambios de plano del formato apaisado al formato cuadrado que están en la serie”, explica Luis León, de SOPA.

En los soportes estáticos se juega mucho con los desenfoques, donde ves y no ves a alguno de los protagonistas, y en la serie en sí también han participado, “en muchas piezas de vídeo que juegan con la pantalla partida, con esa banda sonora tan potente y que son practicamente piezas audiovisuales, casi como videoclips que van ahí apareciendo. Creo que han terminado de contribuir a esa personalidad de la obra tan tan chula”, añade.

El equipo SOPA, repartido entre Córdoba y Madrid, también fue el encargado de diseñar la premiere del pasado jueves en el Puerto de Sevilla. Una antigua nave con iluminación roja acogió photocall y cóctel con música en directo de Bronquio y Dalila, tras la proyección de los tres primeros episodios de la serie. Entre el público, equipo, amigos, periodistas cinéfilos y hasta Carmina Barrios, madre de la artista. “Nadie quería un estreno convencional”, confiesa Luis.

Parte de los rótulos diseñados para la serie forman ya parte del fajín que ahora luce la novela de Rosario Izquierdo, El hijo zurdo (Comba), que vive una nueva vida. Cobos se basó libremente en sus páginas y ambas, libro y serie, tienen personalidades y lenguajes distintos con un sustrato común. 

Este resurgir de la novela gracias a la serie, traerá a Córdoba a su autora el jueves 11 de mayo. Conversará con Octavio Salazar y Marisol Membrillo a partir de las 19:30 en Ostin Macho. “Me interesaba la deriva ultraderechista de la juventud, y cuando leí la noticia de un chico neonazi que se había enamorado de una chica de color y había sufrido las represalias de su grupo, empecé a darle forma a la historia”, cuenta la autora sobre la semilla que inspiró su novela.

Y mientras tanto, entre ficción y ficción, y según el poeta, “seguirán amaneciendo los restos del amor en las afueras”,

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