De Edison a Disney: un hilo en Twitter muestra el escaso protagonismo de al-Ándalus en el cine
Pocos títulos y la mayoría de ellos realizados desde el punto de vista cristiano. Ese es el resumen que ha hecho el usuario de la red social Twitter Romandalusí del lugar que ocupa en la historia del cine la etapa de al-Ándalus, un periodo que, pese a que supuso un gran avance en muchas áreas del conocimiento, no goza de demasiada popularidad entre los productores cinematográficos.
Detrás de esta cuenta de Twitter está Pablo Sánchez Domínguez, un gaditano licenciado en Historia del Arte y que trabaja en el Museo del Prado, compaginando esta labor con su pasión por el romance andalusí. En Twitter suma nada menos que 17.500 seguidores, a los que suele contar historias poco conocidas de la etapa árabe en la Península Ibérica.
Esta semana, sin embargo, lo que hizo fue un repaso del papel que ha tenido al-Ándalus en la historia del séptimo arte, aprovechando que Disney ha ambientado su última película, Wish, en un reino ficticio totalmente inspirado en la hispana musulmana. Así, recuerda este historiador que la primera aparición de al-Ándalus en el cine fue en 1911, en un cortometraje que rodó el empresario e inventor Thomas Alba Edison titulado El cristiano y la mora.
Tras aquella versión muda de Romeo y Julieta, el hilo se traslada más de 50 años después para que al-Ándalus volviera a la gran pantalla: fue en el péplum italiano Los cien caballeros. En España, la primera película ambientada en al-Ándalus llega en 1981, en plena época del destape. Se titula Cuando Almanzor perdió el tambor, una comedia erótico-festiva con Mariano Ozores haciendo de Almanzor.
Siete años después se estrenó Al-Andalus. El camino del sol, de Jaime Oriol y Antonio Torruella, estrenada bajo el lema “Tres culturas, un sólo país”, y que contaba la historia de Abderraman I y la fundación del emirato, con “un tratamiento histórico de la historia de al-Ándalus”. Como recuerda el hilo, la película fue un fracaso.
Tendrían que pasar casi diez años para que una producción ambientada en al-Ándalus tuviera cierto eco internacional. Eso ocurrió en 1997 con El destino, una película egipcia que se vio en Cannes y se presentó a los Oscar, y que contaba la historia de Averroes, aunque en clave de comedia musical.
Mucho antes de Disney, fue la animación española, aunque quién sabe si inspirada por el éxito de Aladdin, la que dibujó al-Ándalus. Lo hizo Juan Bautista Berasategi en dos películas de animación inspiradas en los relatos de Washington Irving: Ahmed príncipe de la Alhambra (1998) y El embrujo del sur (2003), que llegó a estar nominada a Mejor Película de Animación en Los Goya.
Y antes de Wish, de Estados Unidos, llegó Assassins Creed, la película producida por Michael Fassbender, que sitúa parte de su trama en este periodo histórico. Inspirada en un famoso videojuego y ambientada en la España del siglo XV, la película fue un fracaso que se rodó en Granada, Sevilla y Almería. Sánchez Domínguez termina su hilo recomendando un documental: Los constructores de la Alhambra, dirigido por Isabel Fernández, y que está disponible en Filmin y Movistar+.
El hilo contiene, sin embargo, algunas omisiones. Por ejemplo, no habla de El Cid (1961), la epopeya hollywoodiense de Anthony Mann y Charlton Heston en la que, evidentemente, los andalusís eran el enemigo a batir, y que tuvo su curiosa respuesta española en El Cid cabreador (1983).
Tampoco menciona a Daniya, el jardín del harém (1988), dirigida por Carles Mira, que narra la historia de un joven cristiano que parte rumbo a la Taifa de Denia para hacerse cargo de la comunidad de los mozárabes de esta zona y de paso, entablar relaciones diplomáticas, o el documental Expulsados 1609, la tragedia de los moriscos (2009), dirigido por Miguel López Lorca.
1