Berenice publica una novela que cuestiona “en qué momento se jodió todo en Perú”
“La guerra había comenzado en 1980, cuando Sendero Luminoso decidió boicotear las elecciones presidenciales de ese año. Tus padres todavía vivían juntos y una nueva década se abría paso, Mendieta. Primero Belaúnde, luego Alan García. En Lima se vivía de espaldas a lo que ocurría en los Andes. Tu infancia pasó sin mayores contratiempos, Mendieta, jugando fútbol en el parque de tu barrio, o en el colegio. Pero todo comenzó a joderse cuando llegó Alan García al poder. Comenzó la escasez, la inflación, los apagones y los coches-bomba. Poco a poco la sangre comenzó a ser cosa de todos los días”.
Esto es lo que escribe Carlos Dávalos en la página 25 de La pólvora y los inocentes, XL Premio Jaén de Novela, una novela que publica el 13 de enero la editorial Berenice (del grupo cordobés Almuzara) y que vuelve al terror de los años ochenta del siglo pasado, a la eclosión de Sendero Luminoso, los años de plomo y metralleta, de asesinatos, de tiros, de niños con el cerebro lavado a conciencia, que alterna con un presente no demasiado lejano.
La historia sigue a Julián Mendieta, un joven periodista cansado de hacer policiales en el diario El Telégrafo y con el deseo de trabajar en reportajes de “largo aliento”, como él dice. Por un golpe de suerte será destinado a las páginas dominicales. A partir de ahí nada será igual en su vida. El editor le encarga una investigación sobre el hombre que dio captura al líder de Sendero Luminoso, Benedicto Jiménez, un policía de vuelta de todo.
En el camino se cruzará con Samin Palomino, hoy adulto y a quien de crío reclutó el grupo terrorista cuando con sus doce años salió en busca de su hermana Florencia, guerrillera adolescente, para devolverla al hogar. Mendieta era en los ochenta un recién nacido, un bebé que se topa de frente con verdades incómodas, testimonios duros como el acero, sangre de la que quiere huir.
El ayer y hoy de Perú, los recuerdos de un comandante pasado de vueltas a quien los recuerdos duelen, de los niños, apenas adolescentes, aleccionados en el marxismo-leninismo-maoísmo del camarada Gonzalo, de Abimael Guzmán, a los que prohíben santiguarse y que roban en el nombre de una revolución de campesinos, la vida de Palomino, de camarada a trabajar con los militares: por qué el teniente Raygada lo había dejado vivir.
Carlos Dávalos
Carlos Dávalos nació y se crio en Lima, Perú, donde comenzó a ejercer el periodismo. En Madrid realizó estudios de doctorado en Lengua y Literatura en la Universidad Complutense. Ha escrito para la televisión y para diversos medios de América Latina, España y Estados Unidos.
Es autor del libro de relatos Nadie sabe adónde ir (Asma, 1998) y La furia del silencio (Lumen, 2021). Ha colaborado en “El País”, “El Asombrario & Co” del diario “Público” y “Forbes”, entre otros medios. Actualmente, también escribe para la Homo Faber Guide de la Michelangelo Foundation For Creativity & Craftsmanship, especializada en artesanía.
La pólvora y los inocentes es su segunda novela, con la que ha logrado el prestigioso Premio Jaén, uno de los que cuentan con mayor solera en el panorama literario en lengua castellana.
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