Este martes se cumplen tres años de la muerte del histórico líder de la izquierda española, exalcalde de Córdoba y excoordinador federal de IU, Julio Anguita, que falleció en la mañana del 16 de mayo de 2020 en una Córdoba que todavía vivía inmersa en el estado de alarma por el coronavirus.
Anguita murió tras llevar una semana hospitalizado, dejando un vacío enorme en los vecinos de Córdoba (que se saltaron las medidas de distancia propias del aquellos días de confinamiento para despedirlo) y aún más en la izquierda política española, que perdió aquel día a un referente acostumbrado a marcar algunos de los frentes en los que tenía que dar batalla.
De hecho, apenas unos días antes de su fallecimiento, Anguita publicaba un vídeo que acompañaba a un manifiesto con el que él y otros intelectuales de todos los ámbitos advertían de la necesidad de buscar “una salida política, ecológica y económica a la pandemia del coronavirus”.
Tres años después, con la pandemia superada pero sin haber llegado a plantear la posibilidad real de una alternativa más sostenible como la que el político cordobés proponía, el discurso de Anguita sigue absolutamente vivo, como también lo están algunos de los presagios que hizo a lo largo de su última década de vida en algunas de las numerosas entrevistas que concedió. Estas son sólo algunas de las ideas que verbalizó y que siguen vigorosamente vigentes hoy en día:
Ya no pueden volver los tiempos felices en los que se derrochaba tanto. Eso se ha acabado
El fascismo tiene una serie de elementos que lo hacen seductor: primero, te señala un enemigo. ¿El enemigo quién puede ser? Pues el marroquí, el extranjero, o el rojo
En la izquierda siempre hacemos análisis desde el punto de vista moral y estamos perdidos
No creo que Córdoba necesite ningún centro de congresos. ¿Qué congresos se van a hacer aquí? ¿Cuántos? Es lo mismo que si yo dijera un aeropuerto internacional para Córdoba. Es lo mismo. Estupidez
Estamos en un momento de emergencia. Estamos a cuarenta años de que el petróleo empiece a escasear. Estamos a cincuenta años lo mismo con el gas y con la energía. Estamos a 60 años de un colapso civilizatorio
Todo el mundo habla de lo mal que estamos, pero no se señala dónde están las causas
Este país no tiene ningún futuro, salvo lo que dure el sol y lo que duren las playas y el turismo
La clase media es decisiva, porque está sintiendo en sus carnes los efectos de la proletarización, y una alianza política y social no es posible si no arrastramos a la mayoría
Los Derechos Humanos son incompatibles con el capitalismo, son el agua y el fuego
Como comunista sé que la política de alianzas es básica. Pero ésta no consiste en anunciarla en una rueda de prensa en Madrid y quedarse quieto. A continuación, hay que bajar hasta el último pueblo de España a explicárselo a todos
Si la izquierda se asemeja en su forma de organizarse a la derecha, está totalmente perdida
Tratamos a los electores como a niños que no conviene que se enfaden
La inmigración va a seguir creciendo porque la gente quiere vivir. Y eso no lo pueden parar, les guste o no les guste
Este país está tan mal que hacer que se cumpla la ley es revolucionario
Que a un tío que está repartiendo le digan que es autónomo, eso es un sarcasmo. Pero peor todavía es que el tipo se lo crea
La socialdemocracia europea es francamente neoliberal
Los 7.500 millones de personas del planeta tierra no pueden vivir en un mundo de derroche. Eso lo tiene que decir la izquierda
Yo a lo único que le temo, ya a mis años, es a cómo va a vivir mi nieta. Es un desastre que nadie se preocupe de que España va a desaparecer
La crisis climática y las nuevas pandemias pondrán en marcha un nuevo fascismo para gestionar la escasez
Yo creo que hace falta un pacto, pero de todos: los municipios, los ayuntamientos, los sindicatos, el Banco de España, la CEOE, el Ibex ¿Qué están ellos dispuestos a dar? Hace falta un pacto con todos ellos, pero no pueden estar ahí solo para pedir
10